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V d Laura:

Estaba tomando un poco de aire fresco junto a Vicky, cuando alguien me rodeó el vientre con ambas manos.

-¿Y Matt? -preguntó Vicky intentando ver detrás de James, pero sin obtener resultado.

-Se encuentra adentro. -Responde mi novio.

Cuando Vicky se fue dejándonos solos, James se pegó un poco más a mí.

-Este vestido te sienta de maravilla. -Susurró la voz de James en mi oreja provocándome un estremecimiento en todo el cuerpo.

-Gracias cariño. Eres muy tierno. -Al decir esto me gire en sus brazos para quedar cara a cara.

-De nada. -Contestó.

Al observarlo detenidamente, noté que tenía las facciones tensas.

-¿Pasó algo amor? ¿Éstas bien? -le pregunte preocupada.

-Si cariño. Es solo que estoy algo cansado. -Responde escondiendo su cara entre mi cuello y mi hombro.

-Bien, ¿Podrás aguantar unas pocas horas más? -le pregunté haciendo puchero- Es que la estoy pasando bien, además aún falta que la novia lance el ramo, la liga y las cintas.

-Por supuesto. A la mujer de mi vida no le puedo negar nada. -Respondió dándome un beso en los labios.

-Hey tórtolos. -Llamó Víctor desde la puerta- La novia va a lanzar el ramo.

Nos giramos hacia la puerta y tomé el brazo que me ofrecía mi novio.

Una vez que entramos, todas las soteras nos dirigimos al centro de la pista.

La novia se colocó delante de nosotras y contando hasta tres lanzó el ramo.

Le había puesto tanta fuerza en lanzarlo hacia atrás, que pasó por encima de nuestras cabezas y calló en manos de Víctor. Éste al darse cuenta de que era el centro de todas las miradas, se acercó a nosotras de inmediato y le entregó el ramo a Helena.

-C... Creo que esto t... te pertenece. -Dijo Víctor tímidamente.

Al observar a Helena, noté que tenía las mejillas rojas como un tomate.

-G... Gracias. -Contestó ella igual de tímida.

Luego de ese momento inusual. Siguió una tanda de baile y después llegó el momento de las ligas.

Nos hizo pasar por parejas. Los hombres debían ponernos la liga a las mujeres y por último, seguido de eso, trajeron un cofre pequeño llenas de cintas. Cada chica debíamos tomar una y a la cuenta de tres todas las sacamos. Al mirar en el otro extremo de la cinta que tenía en mis manos, me quedo paralizada a ver que contenía el anillo.

-¡Laura se casa! -Chilló Vicky.

Cuando levanté la vista, pude ver los rostros de disgustos de las demás (salvo del de mis amigas).

-Pero si serás suertuda hee. -Dice Clara riendo.

-Mmmm para mi que es una señal. -Dice Matt una vez que nos reunimos.

-Quizás. -Acota Dylan -Ya les dijimos que después de que nazcan los mellis arranquen con los preparativos.

-Pronto se verá. -Respondió James con una sonrisa.

Cuando la fiesta terminó a eso de las cinco a.m, James y yo volvimos a casa.

Al entrar a la casa, fui derecho a la habitación preparé una de las camisetas de mi novio, tome una ducha y me quité el resto del maquillaje.

Luego de vestirme, me metí en la cama al lado de James quien me rodeó con su brazo atrayéndome hacia él. 

Ya era día domingo pasado el medio día, me despierto al sentir las típicas nauseas de cada día, al sentarme en la cama, veo que James no esta en la cama. Tomo el móvil y veo que son las dos pm. Una vez que se me pasan las nauseas y vuelvo al cuarto, salgo de éste y voy en busca de mi novio. Al no encontrarlo por ningún lado, voy hasta la puerta balcón que da al patio. Lo veo hablando por teléfono. Evidentemente de la oficina no es por que los domingos no trabaja nadie.

Al estar tan lejos no pudo entender que es lo que dice. Pero puedo notar que está molesto. Con la misma tensión de hace unas horas atrás, en la fiesta. Es más padeciese que está gritándole al teléfono.

Al cortar, giró y se sorprendió de verme allí parada. Automáticamente cambió el semblante. Se acercó acelerado y depositó un beso en mis labios y otro en mi vientre que de apoco iba creciendo con mis porotitos dentro de mí.

-¿Con quien hablabas? -Le pregunté rodeándole el cuello con mis brazos.

-Con nadie amor, problemas con unos contratos. -Respondió tomándome de la cintura.

-¿Seguro? -pregunté.

-Si cariño. No sucede nada. -Respondió dándome otro beso.
Después de esto, entramos de nuevo en la casa. Almorcé algo liviano ya que aún me sentía llena del banquete de la boda.
Aquel día, nos la pasamos todo el día mirando películas y comiendo palomitas.

A la noche, Miriam nos preparó una tarta de verdura. Comimos los tres juntos.

-¿Cómo estuvo el casamiento de la señorita Victoria?

-Bien, de hecho deberías haber visto a Víctor cuando sin querer tomó el ramo por accidente, se lo terminó dando a Helena. Definitivamente le gusta.

Luego, cuando terminamos, la ayudé a Miriam con los trastos.

V de James:

Ya era pasado el medio día y estaba durmiendo plácidamente, cuando mi móvil comenzó a vibrar.

Al ver el número, reconozco que es de Matt. Me llamó a la tarde.
Obviamente no quise preocuparla a Laura, por eso decidí decirle que era de la oficina.

Atiendo y escucho la voz de él. Me levanto sin que Laura lo note y me fui a hablar al patio.

-¿Cómo estas amigo? -pregunta Matt.

-Bien, ¿qué quieres? -Le pregunto cortante, odiaba que me despertaran de ese modo- ¿No se supone que estas en tu luna de miel?

-Si, pero necesitaba saber, ¿Ya le has contado a Laura lo de Anastasia?

-No y no pienso decírselo.

-Debes contárselo, tiene derecho a saber.

-¿Estás loco?, he dicho que no.

-Debe saberlo James, ella también tiene que enterarse.

-No, ella no puede saberlo. -Suelto un suspiro.

-Después no digas que no te avisé. -Contesta Matt. Suena resignado.

-Vale, te veo a la vuelta.

Corté al sentir que me estaban observando. Al girarme, me sorprendí al verla parada en el balcón.

Nos la pasamos toda la tarde holgazaneando. Y a la noche cenamos con Miriam.

Luego de la cena, nos fuimos a dormir, yo aún me sentía cansado.
Laura se recostó contra mi pecho mientras yo le acariciaba el vientre.

La escena me colmó de ternura, estoy ancioso por que tener a mis hijos conmigo.

-Buenas noches amor. -Dece girando su cuerpo para poder darme un beso.

-Buenas noches cariño. -Le doy mi beso de buenas noches- Descansa bien.

-Tú también. -Contesta y volvío a darme la espalda.

El sueño me ganó rápidamente.

Mi mejor decisión®✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora