La Fecha Marcada (Libro I) |COMPLETA|

Capítulo 9: Rojo

Narrado por Violet.

—Es mejor que regresemos a casa.

—No, vayamos a la escuela. Hablemos con todos, porque alguien ya se está pasando de la raya con nosotros —me responde Danny algo enojado.

—Está bien Danny.

Tomamos nuestras cosas que habíamos dejado en el suelo. Nos levantamos y yo seguía con esa sensación de estar vigilada aunque todas las personas estuvieran en sus asuntos. Caminamos velozmente hasta la entrada del centro comercial y cruzamos el aparcamiento para llegar a la parada del bus.

Lo bueno fue que en cuanto llegamos, el bus también llegó. Nos subimos observando a nuestros alrededores para comprobar que nadie nos estuviera vigilando. El chofer incluso nos preguntó si todo estaba bien, a lo que ambos respondimos al unísono que sí. Nos sentamos ahora cerca de la puerta de bajada y nos fuimos en silencio todo el camino. Ni música que nos distrajera, ni hablar sobre el tema, nada. Solo un silencio que se fue haciendo cada vez más pesado.

Llegamos a la preparatoria, era aún la tercera clase, por lo que decidimos enviarles un mensaje a todos para que en cuanto salieran vinieran hacia la explanada para hablar. Nos sentamos en una de las jardineras observando a estudiantes salir y llegar a clase. Muchos otros se iban directamente a la biblioteca que era el edificio a lado del principal, otros se dirigían al campo para entrenar. Seguía un poco nerviosa, pero Danny me tranquilizó diciendo que encontraríamos al responsable de esta mala broma que había comenzado ayer.

Sonó el timbre y comenzaron a salir estudiantes por la puerta, algunos terminaban su día con esta clase y otros más debían de quedarse otro rato. Poco a poco fueron saliendo ellos, pero a la única que no vimos salir fue a Tania. Danny le marcó, pero directamente lo mandó a buzón de voz.

—¿Qué está pasando niñitos? —pregunta Barrie en tono burlón.

—No sé ustedes, pero he estado recibiendo mensajes desde ayer. Son bromas de mal gusto —responde Danny sin hacer caso al comentario de Barrie.

—Yo hoy recibí uno y pervertido, pero sé que es una broma —responde Caroline.

—Fuimos por una nieve al centro comercial y nos mandaron una foto de nosotros en donde estábamos sentados —intervengo —. No sé, pero esto se está saliendo de control, un día les pasó las bromas. Pero ¿ya dos?

—Son nuestros fans, ya mañana es nuestro cumpleaños —dice Barrie.

—Barrie déjate de comentarios absurdos —contesta Delilah molesta.

—Creo que no te complacieron bien que hasta de malas vienes.

—¡Idiota! —Delilah le da una cachetada.

—¡Basta! No es para pelearnos —responde Danny.

—¿Y Tania? ¿Dónde está? —pregunta Bryan.

—De seguro ayer vio al bastardo de Patrick y por eso se fue de la fiesta —Caroline habla.

—Alguien vaya a ver qué sucedió con Tania —habla Barrie por fin diciendo algo que ayude.

—Violet y yo podemos ir, ¿verdad? —me pregunta Danny.

—Claro que sí.

—¿Y entonces? —pregunta Max.

—Esperemos que estas bromas paren, que son de muy mal gusto. O sea, ¿mandarnos fotos de nosotros mismos? ¿Quién se tomaría la molestia de seguirnos y hacer todo eso? —dice Danny dejándonos a todos en silencio.

Vuelve a sonar la alarma dando inicio a la siguiente clase. Nos voltean a ver a Danny y a mí diciéndonos con sus miradas que vayamos a buscar a Tania y que ellos volverán a su clase. Danny les dice que cualquier cosa les manda un mensaje de texto. Me voltea a ver, nuevamente vamos a la parada del bus.

Narrado por Max.

Pensé que Delilah se había dado cuenta de que traía el reloj puesto que me dio de forma anónima, pero no fue así. Creo que ni siquiera se había fijado en que había regresado a mi casa a cambiarme y que me había puesto la playera roja que tanto halagaba porque se marcaba mi cuerpo en ella.

Entré a mi clase de física con mi retardo de dos minutos. Sí señores, Mr. Morgan era el peor profesor que pudiera existir. Siempre ponía los retardos en su lista, así fuera por un segundo, pero lo ponía. Quien juntara más de diez retardos tendría un punto menos sobre la calificación final, así que imaginen apenas sacar el seis y de repente un punto menos por los retardos. Adiós materia.

Mr. Morgan tenía la fama de ser un profesor estricto y pesado en sus exámenes, pero afortunadamente entendía bien los temas que explicaba en clase y siempre salía alto en sus pruebas. Lo malo es que con este retardo, creo que ya completaba mis diez. Así que, punto menos ¡Ven a mí!

Puse atención a la clase sacando de mi mente a Delilah, no me había dado cuenta de que sí me gustaba hasta anoche que tuve que armarme de valor una vez que me besó. Y lo que siguió después me lo confirmó aún más. ¿Realmente era bueno en la cama? ¡No recordaba nada!

Sacudí mi cabeza nuevamente para ya concentrarme. Mis compañeros de a lado me observaron riéndose, porque estuvieron en la fiesta y apuesto a que me vieron junto a Delilah subir hacia las habitaciones. Sería al menos durante una semana el blanco de atención para todos. Volví a fijar mi vista hacia el pizarrón, esta vez pude enfocarme porque era un tema nuevo y de los difíciles según Mr. Morgan. Y si no lo entendías desde un inicio, que mejor implorarás a alguien para que te ayudara.

Así de cómico era él.

Sentí vibrar mi pierna, mi celular. De seguro era Danny diciendo que ya había encontrado a Tania, pero era muy pronto para que estuvieran en su casa. Lo saqué cuidadosamente y abrí el mensaje, un vídeo. Al verlo la pantalla estaba en negro, así que lo reproduje. Gemidos comenzaron a oírse, todos voltearon a verme. Traté de bajarle el volumen, pero las miradas de todos me tenían envuelto. Lo peor fue cuando se oyó "¡Oh sí Max! ¡Ohhh!" Me puse tan rojo que de seguro me perdí entre mi playera, tomé mis cosas pidiéndole disculpas a Mr. Morgan y salí disparado del aula.