Capítulo 19: ¿Recuerdas?

1K 152 56
                                    

Narrado por Caroline

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narrado por Caroline.

Fui cobrando conciencia después del golpe que recibí.

Recordé lo que había pasado, Christopher era la persona que nos estaba asechando.

El dolor en mi pecho ya no se sentía tanto, el cuchillo no había atravesado tanto como para ocasionarme una herida de gravedad. Traté de moverme, pero mis manos estaban atadas a la cama.

Volteé a mis lados y reconocí la habitación en seguida. Estaba en casa de Tania, en su recámara.

Seguí forzando mis manos para poder romper los nudos que las tenían aprisionadas. Poco a poco fui deslizándolas tratando de no gritar por el dolor que se generaba al rozar mi piel con las sogas. Logré liberar a una y desamarré el nudo de la siguiente.

Me levanté tratando de no hacer ningún tipo de ruido. Avancé hacia la puerta y al cruzarla revisé mis laterales para verificar que nadie estuviera cerca.

Cada rincón que vi estaba completamente oscuro, pero me arme de valor para salir y caminé hacia donde estaban las escaleras para bajar a la sala principal.

Conforme iba avanzando un escalofrío atravesó mi cuerpo. Una sensación que me decía que algo malo iba a pasar en cualquier momento. Me concentré en solo bajar y salir de la casa para buscar ayuda.

Los escalones chirreaban un poco y por más que fuera bajando de puntitas hacía un ruido fuerte. Continúe a mi paso hasta llegar al último escalón. Caminé hacia la entrada y en eso una voz hizo que me paralizara.

—¿Vas a algún lado cariño?

Salí corriendo hacia la puerta, pero él fue más veloz. Logró tomarme con sus brazos y me arrastró de nuevo hacia arriba. Pataleaba para lograr zafarme, pero no servía de nada. Ni siquiera mis gritos lograban salir fuertes para captar la atención de quien fuera.

Llegamos a la habitación de Tania y me aventó sobre la cama. Quise bajarme para correr de nuevo, pero él era más fuerte que lograría aferrarse de nuevo a mí. Me sujetó fuertemente con las sogas que había dejado tiradas y volví a estar aprisionada.

—No te preocupes. En un momento iré por alguien para que te haga compañía —dijo dando media vuelta y cerrando la puerta con llave.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La Fecha Marcada (Libro I) |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora