El hecho de haber nacido el mismo día los tenía marcados de por vida, pero ¿qué pasaría si ese día diecisiete años después terminara siendo el último?
La vida de ocho jóvenes se ve en peligro por un acontecimiento que los ha seguido hasta la fecha...
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Narrador por Danny.
Ya faltaba poco a para ir hacia el auditorio y ver la obra de Delilah. Caroline me había mandado un mensaje algo extraño...
"Christopher es e..."
¿Es qué? ¿El mejor? ¿El peor?
Pasó el tiempo y ninguno aparecía. Carolie, Barrie y Max no llegaban a la entrada del auditorio. Delilah comenzaba a ponerse histérica y más por Max. Minuto después otro mensaje llegó, esta vez de Barrie.
"Fui con Caroline por Max. Nos vemos en un momento."
—Lo siento Tessa —dice Violet con tono triste—. Se me hizo raro que Barrie se fuera sin avisar.
—No se preocupen —intervengo—. Se fue con Caroline por Max.
—Bueno... es su mejor amigo y...
—No se preocupen —habla Tessa—. Espero que nos veamos pronto.
—Deberías quedarte a la obra de teatro.
—Tengo otras cosas que hacer. Mejor disfruten su día y ya después vemos si salimos todos.
—Me parece una buena idea —termina diciendo Violet.
Nos quedamos matando el tiempo otro rato afuera del auditorio. Delilah comenzaba a ponerse nerviosa, pero le dijimos que se tranquilizara y que todo saldría bien su obra. Realmente confiábamos ciegamente en que así resultaría y todos estaríamos aquí apoyándola.
Conforme avanzaba el tiempo platicamos sobre las pláticas que nos darían la siguiente semana referente a las solicitudes a las universidades. A veces se nos olvidaba que ya solo nos quedaba un año y después cada quien se iría por su lado a vivir una aventura.
Delilah decidió ir a comprobar si ya estaba listo el auditorio para dar entrada al público. Esperaba que los de la competencia no se quedaran, porque no había un espacio grande para que todos estuviéramos dentro. Cuando Delilah volvió nos sacó de la fila y nos metió por una puerta que era para el personal. Dijo que quería que estuviéramos en primera fila, pero mejor nos acomodamos en una detrás para que los directivos y las autoridades de la universidad visitante estuvieran cómodos enfrente.
—Oigan, ¿estará bien que apartemos los lugares? —pregunta Violet.
—No creo que haya inconveniente, de todos modos van a llegar —respondí.
—Está bien. Yo decía por si nos llegaban a ver feo por estar apartándolos.
—Solo ignóralos Violet —contesta Bryan.
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