Si supieras.

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Iba a hablarte, sí, solo a ti.
Luego consideré que las 4:00 de la mañana no era la hora más apropiada para hablarte aunque fuera importante. En la madrugada somos más propensos a decir lo que sentimos. ¿Ya vez por qué verdad?
Podría haberte dicho todos mis problemas, esos que necesitaba contarle a alguien y te escogí a ti antes que a ellos. Podría haberte dicho que te extraña en pocas horas, y mi orgullo se hubiera enojado.
Podría haberte contado el sufrimiento que me estaba ocasionando mi vida, tal que acabé pidiendo ayuda por fin, pues harta y rota no podía más. Sé que quizás debí abrazarte más fuerte la última vez que te tuve cerca, pues ahora se siente como si aquello hubiese sido una despedida.
Tengo miedo de hablarte, tengo miedo de alejarme.
Quiero contarte pero no molestarte.
Mi vida se ha hundido en dos días por completo y ni siquiera lo vi venir. Me siento pesada, solo deseo hablar por horas ya sin vergüenza, pues no debo sentirme sola ni tener mi mente en blanco porque sino dejaré que mi mente tomé las riendas. Quiero rendirme como nunca antes, no lo negaré, pero sigo luchando día a día por mi misma. No comprendo si se trata de orgullo o de que sentir, pero me duele hasta el hablar. No puedo con esto ahora, no puedo correr a solucionarlo. No sabes cuanto lo siento, pero duele demasiado.
Me duele, me quema por dentro.
Tengo por seguro que está no es una carta más que quedará en el fondo de la papelera, es mi despedida.
Necesito soltar esas sonrisas falsas que llevo acumulando por falta de uso, debo aprender a funcionar de forma mecánica y dejar de llorar de una vez por todas. Pero no puedo evitar caerme, esta vez no se trata de querer o no. Se acabo el positivismo, llámame negativa se te da bien.
La vida no es justa, nada de esto es justo.
No lo mereces, no lo merezco. No puedo. No quiero sentirme así, con miedo, con un constante dolor en el pecho.
A nadie le importa nada de eso, a nadie le preocupa que me rinda de nuevo.
Está vez no son solo palabras y te darás cuenta de ello, el problema es que puede que lo hagas demasiado tarde.

Por favor, solo es un texto más, ¿no?
No hay de que preocuparse.