¿Verdad o Reto?

2.1K 238 2
                                    

Vicky.

La madre de Rigo me está mirando. Yo intento masticar rápido, sé que quiere preguntarme algo, pero mis hermanos están muy atentos a los que decimos.

Marcí comienza a hablar sobre su vida y eso los entretiene por mucho tiempo, en realidad yo he estado muy callada. En cuanto pude, escape al patio de la casa, respirar el aire limpio de ahí, me gusta.

-¿No pudiste traerlo?- pregunta Teresa. Respiro hondo.

- No es tan fácil, Teresa. Él no quiere venir.- sé que le prometí que le traería a su hijo, pero no creí que estaría tan esperanzada para que creyera que sería el primer día que regrese.

- lo sé, cariño, sé que no quiere regresar. Solo que no he dejado de soñar en el día que regrese a su casa, que podre volver a abrazarlo- Asiento.

- Ahora ya sabe quién soy y se ha de imaginar lo que intento.

- Eres más lista que el- me abraza, sonrío ampliamente. – No solo te ganaste un Lara, te ganaste a los tres, ellos pensaban que te cuidaban, pero siempre fue al revés, tú cuidaste de mis hijos, tú cuidaste de Rodrigo.

- Nunca debí de irme.- respiro hondo.

- Tú no tenías elección.

- No debí dejar que me llevaran.- se ríe y pasa sus manos por mi cabello.

- Me queda poco tiempo, necesito a mi hijo, por favor, Vicky.- eso me rompe el corazón y asiento, porque tengo un enorme nudo en la garganta que no me deja hablar.

Lo que queda nuestra tarde, me la paso contándole a Jeremy el hijo de Rigo, como eran sus tíos cuando eran pequeños y las travesuras que hacíamos. Pasó mi mano por su cabello, porque el parecido con Rodrigo es mucho y no puedo dejar de pensar en esa mirada tan tierna que siempre tenía para mí.

-¿Volverás Vicky? – me pregunta Jeremy, la forma en que me pregunta me hace abrazarlo, es tan dulce, tan lindo como su tío un día lo fue.

-Claro que volveré, dulzura, más pronto de lo que crees. ¿Te portaras bien?- Rigo abraza a su hijo, mientras mis hermanos suben a un taxi. Rigo tenía que llevar a su hijo a la casa de su madre y no podía ir a dejarnos. Mi hermana le dio un golpe en el hombro cuando se enteró y el solo se río, por hacerla enojar.

- Lo intentaré- le guiño un ojo. Me despido de Teresa y Rigo, y subo a otro taxi, porque no iré al hotel al que se quedan mis hermanos, aunque ellos ya tienen planes para todos los días que van a estar en la ciudad.

Cuando llego a mi departamento, me sorprendo al encontrar a Rogelio sentado en el suelo, recargado en mi puerta con los ojos cerrados. Tiene dos bolsas y el logo dice hamburguesas, también tiene una botella de vino en su mano. Me hace sonreír, y para mi desgracia mi corazón late con una insistencia que me hace querer vomitar.

-Llegaste temprano- abre los ojos, ahora sé que no estaba dormido, solo pensativo.

- Y tú llegas tarde. – Se levanta y yo abro la puerta. Entra como si conociera todo el lugar... oh espera, si lo conoce. Va directo a la cocina por dos tazas porque aún no compro copas. Me dejo caer en mi sillón.

Se sienta a mi lado me da mi hamburguesa y mi taza de vino. Lo miro y noto un brillo en sus ojos que me sorprenden.

-¿Estas feliz?- asiente.

- Mucho.

- ¿Puedo saber porque?- Mi corazón está latiendo con fuerza. ¡No lo hagas tonto corazón, no lo hagas!

Quédate Conmigo #4. Dame una oportunidad. (Completa) Wattys 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora