11. Pied Piper

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"Puedes luchar, pero ya no importará. No me rechaces, sólo cierra los ojos y escucha atentamente. Sigue el sonido de la flauta. [...] Soy un poco peligroso, pero soy muy dulce. Estoy aquí para salvarte. Estoy aquí para arruinarte, me estoy apoderando de ti. [...] Sabes que ya ha comenzado. [...] Mi flauta lo despierta todo, el sonido te hace preocuparte más, reaccionas porque eres atraído por ella. [...] No te preocupes, mis manos están cálidas sólo para ti. Si te estoy arruinando, ¿me olvidarás? Porque no puedo vivir sin ti"-Pied Pieper, BTS

Era semana de fiesta y no había instituto. Jungkook no paraba de pensar en todo lo que Jimin le había dicho sobre Tae. Era demasiada información de golpe, le venían demasiadas imágenes como la de Taehyung en el baño: llorando, destrozado, estando presente en cuerpo pero no en alma. Se rió de sí mismo por la idea de no querer romper esa obra de arte que tenía cuando lo conoció. Kim Taehyung no es que estuviera ya más que roto, sino que se había desintegrado por completo.

Jeon Jungkook no dejó de quererle por ello, sabía que eso no era un amor adolescente que se pasaría. Lo que todo este tiempo ha sentido por su amigo no hizo más que aumentar. Quería verle urgentemente, quería hablar con él. Necesitaba rodearle la cintura con los brazos y enterrar la cabeza en su huello, para que el chico mariposa se sintiera seguro, y también querido. Deseaba sonrojarse mil veces por él porque sabía que eso le hacía, al menos por una milésima de segundo, feliz. El problema ahora no era la friendzone, simplemente era ayudar a Taehyung. 

Aquello era misión imposible, ya que desde que empezaron las vacaciones no le había visto por ningún sitio ni se había comunicado con él. Decidió ir a casa de Taehyung, aunque nunca había estado ahí, tampoco es que hubiera sido invitado alguna vez. Caminó hasta la puerta de entrada de la casa de la familia Kim. Elevó la mirada y pudo ver que la habitación de Taehyung tenía luz y se asomaba una silueta negra detrás de las cortinas. En la planta principal, se oían gritos y parecía que alguien estaba peleando. ¿Realmente era buena idea entrar ahí? Jimin le dijo que la familia de Tae no era para nada buena con él. Un dolor se instaló en el pecho de Jungkook.

Tuvo que actuar de manera totalmente cliché y escaló la fachada, ya que estaba hecha de piedras donde se podía fácilmente subir, y llamó a su ventana. La cara del chico mariposa apareció y Jungkook casi se cayó hacia abajo de la impresión. El de pelo gris llevaba un pijama de seda y su pelo estaba totalmente alborotado. Magnífico, pensó Jeon.

-¿Qué se supone que haces a la una de la mañana en la ventana de mi habitación con un pijama de Pikachu?

¿Ha vuelto el Taehyung hablador? ¿O es que le he pillado con la guardia baja a estas horas?, se preguntó el más joven.

"¡Es tu culpa tener un hijo así de maricón, seguro que en el colegio no hace más que chupar pollas!", se oyó desde abajo.

Taehyung miró alarmado a Jungkook en busca de algún signo de sorpresa por su parte pero no había ninguno, no estaba asustado. Había venido para hablar con él, no para juzgarle. Pasó dentro de la habitación y se sentó en un puff con los colores de la bandera de Inglaterra.

-¿Confías en mí?

Kim Taehyung dejó de respirar por unos segundos. Por favor, no quería que su Kookie le obligara a hablar. Por un momento se pensó que solo venía para verle, pero era de iluso pensar eso. Venía porque lo había descubierto todo y quería una explicación. ¿A dónde quiere llegar?

-Taehyung...respóndeme, por favor.

El mencionado tenía ganas de llorar. Ahí estaba su Kookie esperando una respuesta que era tan simple como decir un "sí" y Tae solamente le miraba, miraba esos ojos dolidos. Confío más en ti que en mí mismo. 

Butterfly; vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora