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A veces me pregunto si me extrañas tanto como yo te extraño a ti (probablemente y lo más seguro es que no).

La casa se siente tan tranquila sin ti (pero no en el buen sentido), extraño tu risa escándalosa y tu voz aguda cuando hablabas sobre algo que te gustaba. La cama se siente tan fría y vacía. Extraño tus brazos rodeando mi cintura y tus piernas entrelazadas con las mías, extraño tu voz, las palabras que murmurabas en mi oído cuando barbuceaba de noche y con tan solo aquel gesto me hacías sentir seguro de nuevo, todo tú me hacía sentir completo y simplemente en un abrir y cerrar de ojos todo se vino abajo, supongo que todo pasó tan rápido que por eso se me hace tan difícil olvidar.

Se supone que todo estaba bien, estábamos felices, pero entonces empezaste a alejarte y sin saberlo ya no podía verte. Miraba atrás pero tú habías soltado mi mano y ya no alcanzaba a ver tu silueta, era demasiado tarde y a veces me odio por haberte querido tanto, por haberte dejado entrar tanto en mi vida que hoy considere la idea de no poder seguir sin ti y asumo que la idea ha de encantarte porque ya no soy más que un recuerdo para ti.

Me pregunto si piensas en mí alguna vez como yo lo hago en ti al día. Me pregunto si pensarás en mí cuando estás con él, ¿serán sus manos más pequeñas que las mías o correrá detrás de ti cuando discuten? ¿Te hará reír todo el día o querrá siempre besarte cuando te distraes? Solo... ¿Te amará más de lo que yo lo hago..., tú lo amarás más de lo que dijiste amarme a mí? A veces me gusta pensar que llegaste a usarlo para olvidarme, pero qué tal si en serio lo amas, ¿acaso soy tan fácil de reemplazar?

A quien conciernaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora