A quien concierna

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Entonces me doy cuenta, de que nadie podría amarme como tú, nadie podrá torcarme de la manera en la que sólo tú sabes porque simplemente..., ellos no son tú.

La noche es fría, congela mis huesos. Y me pregunto quién estará tocándote esta noche, ¿habrás encontrado otros brazos donde refugiarte, amor? Porque yo apenas he podido fantasear con la idea de tocar a alguien más.

Froto mis manos y dejo escapar el humo que me provoca el envierno y toco mi nariz congelada. Cuando estoy a punto de empezar de nuevo es cuando me doy cuenta de que no puedo... No puedo. Muerdo mi labio con fuerza y miro hacia otro lugar. No puedo, porque no quiero que nadie más me toque, no quiero que nadie más me bese, te amo, te necesito solamente a ti, no quiero seguir adelante porque me acostumbré tanto a tu presencia incluso el infierno que vivimos nunca nos pudo superar, tomaste mi mano y la sostuviste con fuerza; me enseñaste a amarme, a ser el doble de seguro de mí mismo, me hiciste sentir que pertenecía a un lugar pero simplemente, joder, cuando estábamos a punto de salir de la zona de guerra sólo te rendiste, me soltaste y me empujaste cuando ambos pudimos resolverlo como siempre hacíamos. No quiero empezar de nuevo, quiero volver a mayo cinco cuando era feliz, cuando nuestra vida era casi perfecta.