Capitulo 24

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"Narra Nikolay"

-Alejandra tranquilizante por favor- repito nuevamente pero sus lágrimas no paran de caer de sus rotos ojos y me molesta verla así de desconsolada. Mueve su pierna nerviosa y no ogro concentrarme en otra cosa que no sea su dolor. ¿Y es que cómo no puede estar ansiosa? Actualmente Daniel sigue en un gran intensivo a causa de su grave operación y es que la bala que lograron enterrarla con éxito en los adentros de su cuerpo le está jodiendo la vida.

-¿Daniel?-pregunta un doctor entrando en la sala. Alejandra casi corre hacia el especialista y yo la sigo a paso ligero.

-Veamos....-comenta acoplándose los anteojos-Daniel a resistido a la operación de la extracción de la bala con lo cuál está estable en ese punto, pero me temo que un problema aún mayor es lo que nos aterra.-suspira.-La bala ha logrado rozado una vena que se conecta directamente hacia cerebro. Por lo cual, esta alteración ha paralizado más de la mitad del cuerpo del paciente dejándolo en coma permanente. Aunque eso o es lo único perturbante del caso; El señor tiene unos grandes cortes en su espalda delineando, por cómo nuestro equipo determina, una gran "A". El caso es muy delicado así que considero que lo más prudente es que contrate un equipo de investigación. Lo siento, señorita. Con permiso.-Dirijo mi mirada hacia Alejandra inmediatamente y el estado paralizado de sus ojos me pone la piel de gallina.

-¿Alejandra?

(...)

"Narra Alejandra"

Escucho cómo Nikolay el llamado de Nikolay pero no soy capaz de abrir la boca. Noto cómo nuevamente mis lagrimas empiezan a tintar mis mejillas y cómo segundos después Nikolay vuelve a juntarme contra él.

-Esto no puede ser posible-susurro agarrando con fuerza su camisa.

El desgraciado de Arón lo ha vuelto ha hacer, ha vuelto a entrar a mi vida para destruirla. ¿Quién más sino? ¡Y es que esto es lo que siempre ha querido! ¡Lo que siempre ha deseado! Verme hundida es su sueño y péseme a toda la seguridad que me envuelve nunca será la suficiente para detenerlo.

-Alejandra se despertará él es fuerte.-me acaricia el cabello.

-¿Porque mi vida es así?-inquiero dejándome llevar por mis sentimientos.-¡¿Porqué deben desaparecer las personas que más me importan?! Dime.-lo miro al tanto que mi voz se convierte en una más débil.-¿Porqué?

-Alejandra tienes a todas esas personas cómplices de tu vida y a muchas más. ¡No estás sola!

-¡¿Es que acaso no te has dado cuenta aún?!

-¿De que?-frunce el ceño.

-De la verdad.-me aparto las lagrimas de mala manera.- De que no tengo padres ni familia, ni amigos ni a nadie. Que siempre he estado sola y que mi padre no es el dueño de ese gran imperio que temen en la mayor parte de América porque esa soy yo.-Nikolay abre los ojos sorprendido y cabeza nervioso.

-¿Tú eres la dueña de Yakuza?-inquiere finalmente. Asiento con la cabeza.

-Cree mi mafia a los dieciséis años por culpa de un desgraciado que mató a toda mi familia y por la injusticia que viví de parte de la ley. Desde ahí mi vida ha sido una completa mierda y ese suceso abrió mis ojos para mostrarme que todo tiene un precio. Mi madre, mi padre, mi hermana, Serguey...-sollozo.-todos están muertos por mí culpa y parece ser que esa lista se extenderá dentro de poco.-sin esperar ninguna respuesta de su parte me levanto de la silla y salgo de la sala a toda prisa.

Corro por el pasillos principal del hospital con mi corazón latiendo con fuerza y con la vista borrosa a causa de las lagrimas. Salgo por la puerta principal sintiendo como la suave brisa impacta contra mí y antes que pueda seguir corriendo una mano me atrapa con fuerza. Noto como estira mi brazo con seguridad y cómo tiempo después impacto contra él.

-Nunca más estarás sola, princesa, porque a partir de ahora me tienes en cuerpo y en vida para siempre.

(...)

"Narra Nikolay"

Me despierto por la falta de su calor encima de mi cuerpo. Al no verla en la otra banda de la cama mis alarmas se disparan de golpe y me levanto rápidamente. Salgo por los pasillo de la mansión y la busco cómo loco y lentamente mi cuerpo se va tensando.

Paso a paso ligero por delante del gimnasio y al ver las luces encendidas. Alejandra está de espaldas a mí y le pega con fuerza al saco de boxeo. Sus golpes se aceleran con velocidad hasta que finalmente se detiene abrumada. Con desesperación deja caer sus brazos cansados y ahí es cuando puedo ver sus nudillos totalmente destrozados.

-¿Alejandra, ¿Qué estás haciendo?-inquiero entrando al gimnasio finalmente.-Por Dios, ¡Mira como tienes los nudillos!-comento alarmo.

-Lárgate.-sentencia apartándose de mala manera.-Quiero estar sola.-Rápidamente siento su notable olor a alcohol y una ola de dolor me ingiere el corazón.-¡¿Es que acaso no me has escuchado?!-grita arrastrando las palabras.

-No te voy a dejar.-me acerco.

-¡Suéltame!-exclama al sentirse prisionera entre mis brazos.-¡Nikolay!-vuelve a chillar pegando le golpes a mi torso. Hundo mi cabeza en su cabello y lentamente se va calmando hasta quedarse dormida. Ladeo la cabeza al ver la botella de Vodka cerca del saco de boxeo y tenso la mandíbula.

Quién sea el culpable del pasado de Alejandra sufrirá y no por su parte, sino por la mía. ¿Quien pollas puede hacerle un mínimo daño a ella? ¡A ella! Prometo que acabaré con el sufrimiento y la soledad de Alejandra así cómo acabaré con ese gilipollas. Lo juro.

(...)

"Narra X"

-Has hecho un muy buen trabajo.-sentencia.

-Gracias, papá.

-Cada vez estás más cerca y sólo espero que no falles en el paso final.

-No lo haré.-Y mucho menos ahora.

-Eso espero.-Sin ni si quiera dejarme chance a comentar algo más cuelga la llamada. Suspiro por su impertinencia y lanzo el móvil contra la cama.

Me acerco con lentitud hasta la cristalera que muestra la ciudad y la gran luna llena por encima de esta y sonrío. A Alejandra le queda poco tiempo vida y lástima que lo malgaste llorando la muerte de su amigo. Será mejor que se vaya mentalizando para lo que se le viene encima porque aunque lo intente; no podrá detenerlo. Con un seco movimiento corro la cortina y me siento en el sillón del hotel.

Su reinado ya ha llegado a su fin y el mío apenas está comenzando a florecer en este país. Ha llegado la hora de que el juego cambie porque para la mala suerte de todos, un nuevo jugador ha llegado.

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Número Uno® [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora