Capítulo 4

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*Como 10 y 15 copas despues...*

♪♪Hayy Hayy Hay Hay... caaaaanta y no llllllores... porqueeeeee cantando se alegran Cieeeelito lindooooo los cooooraaazooooooneeeeeees♪♪

Un par de borrachos estaban sentados en la banqueta de en frente de la casa del general Posada, eran Manolo y Joaquín.
Uno de ellos aún tenía algo de cordura pero el otro... no tenia remedio.. creo que ya sabemos quién es quién..

Se levantaron como pudieron y fueron caminando poco a poco entre pasos torpes y carcajadas.

-Deberias de verte, te ves ridículo jajajaj (inserte risa de borracho)- Dijo Joaquín a Manolo.

-¿Ah Si?, pues tu no te ves tan guapo, tu ni los otros 2 clones que te acompañan.. ¡¡jajaja!!-

Llegaron a una casa de dos pisos, la casa de Joaquin. Entraron casi callendose de rodillas por que ya ni podían con su alma los muy cabro...nes.. :3
Subieron al segundo piso y Joaquin se dejo caer en la cama y Manolo se quedó de pie en la entrada del cuarto.

-Creo..que debo irme a mi casa ya, mi padre va a matarme jaja- Dijo Manolo para despues darse la media vuelta y estaba dispuesto a irse de ahí.. sin una mano no lo hubiera tomado de la suya, lo habría hecho...

-Quédate está noche.. mañana te acompañare a tu casa para que tu padre no se moleste tanto..- Joaquín miro a Manolo con un leve sonrojo, ¿sería el exceso de alcohol.. o algo más?.

No podía decirle que no, sentia una necesidad grandísima de nunca separarme de el.

-Esta bien.- se limitó a decir el más joven. Joaquín se acercó hasta su ropero y de ahi saco algo de ropa para que Manolo pudiera dormir más cómodo..  pero siendo el más pequeño de Joaquín la ropa le quedó excesivamente grande.

Ambos dormírian en la misma cama. Se recostaron para poder conciliar el sueño... o al menos eso es lo que planeaba hacer uno de ellos..

Dadas las 3 de la mañana una mano muy peculiar comenzó a recorrer el abdomen de Manolo, este al estar ebrio y medio adormilado no le tomó importancia. Aquella manos siguió subiendo hasta llegar a los pezones del ahora dormido haciendo que gimiera levemente.
Apareció otra mano, está se coló por los boxers de Manolo y comenzo a apretar su miembro que poco a poco se fue volviendo un poco más duro, al sentir eso, Manolo abrió los ojos de golpe y quiso voltear para atrás pero no se lo permitieron, ya que en un abrir y cerrar de ojos ya estaba boca abajo en la cama con un cuerpo encima de el. Era Joaquín.

-¿Q-Que crees que estas haciendo?, quítate de encima Joaquin-

-No, está vez no me voy a detener Manolo- Dijo el mayor para despues voltear a Manolo y  hacer que estuvieran cara a cara para luego comenzar a besar delicadamente el cuello del menor.

-Ya he esperado por mucho tiempo.. y no creo volver a tener otra oportunidad así en meses, quizá años.-Dijo Joaquín dando una mordida en la clavícula de Manolo.

Las manos del mayor fueron colandose por la camisa del contrario, llegando hacia los pezones de este, el cual los apreto con fuerza haciendo que soltara un leve gemido, para despues quitarle la camisa y comenzar a lamerlos y morderlos con fuerza, obteniendo más de esos dulces gemidos que lo volvian loco.

Manolo trataba de separarse de el, pero no podía, no tenia la suficiente fuerza para quitárselo de encima..¿o tal vez..si podía?. Algo se lo impedía, ¿pero qué era?.
¿El efecto del alcohol?....

Dejo de pensar en eso cuando sintió unos dedos bien lubricados en su parte trasera.
Apretó con fuerza los hombros de Joaquín, lo miro a los ojos..

-N-No lo hagas...por favor- miro suplicante y con algo de miedo.

-....Tranquilo hermano, Relájate o te dolera más...-

-¿¡Q-Que...?!- un par de dedos fueron entrando en su interior haciendo una nueva muy notoria de dolor he incomodidad. No quería gritar, no podia gritar. No quería alarmar a los vecinos y que los descubrieran en esa situación.
Esto a Joaquín le causó mucha gracia.

-¿A si que no vas a gemir?, bien.. tengo otro método para hacer que los sueles.-  Y sin decir más, Joaquín metió el miembro de Manolo a si boca y comenzo a lamerloncon mucha velocidad sin sacar los dedos de su entrada, los cuales estaban oprimiendo un lugar que le hacia llegar corrientes  eléctricas a su columna y comenzarán a arquear con algo de brusquedad su espalda.
Los tan esperados gemidos  comenzaron  a aparecer a los pocos minutos, estos hacían querer más a Joaquín...
Saco sus dedos lentamente del interior de Manolo el cual estaba jadeando y más rojo que un tomate.
Joaquín separo las piernas de Manolo cuando......



















To be continued...

Amor en San AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora