Capitulo 6

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Una vez pasadas unas cuantas semanas desde la fiesta de Joaquin, ninguno de los dos volvió a tocar ese tema, nadie recordaba nada aunque realmente tal vez no querían hacerlo.

Pero no todo era preocupación en el pueblo, algo llegaría a alegrar las vidas de aquellos jóvenes que esperaban con anhelo el regreso de cierta joven. Unas cartas llegaron a sus manos.. pero, ¿por que hasta ahora?, ¿por que no antes?, ¿que estaría pasando por la cabeza de maría en esos momentos en que había enviado aquellas cartas?

Las cartas les llegaron una para cada uno y las recibieron con enorme alegría al ver que eran de su amada Maria aunque Manolo no sabia que Joaquin tenia carta y Joaquin tampoco sabia que Manolo tenia carta igualmente.

Estaban tan perdidos en su felicidad que ni siquiera se preguntaron si su amigo también le había llegado carta. No les importo realmente ahora lo que mas querían era ir a leer la carta así que corrieron a sus casas emocionados por leer la tan inesperada carta de Maria.

Manolo:

Lamento no haberte escrito antes, he estado muy ocupada y casi no tengo tiempo para mi, extraño mucho el pueblo y a ti mucho mas que a nadie...







......Recuerda que solo a ti te tendré un cariño muy especial Joaquin, deseo volver a estar contigo para siempre.

con amor Maria.

Pd: no le digas a Manolo que te envié carta, que esto sea nuestro secreto nada mas.

Un solo suspiro fue necesario para que ambos jóvenes entendieran que Maria solo los amaba a ellos, su imaginación comenzó a volar, ¿por que Maria no quería que dijera nada de la carta?, no lo sabían.. solo sabían que estaban enamorados y eso era mas que suficiente.

Cada uno salio de su casa dispuesto a festejar, pero no contaban con que ambos irían al mismo lugar, su mirada paso de estar completamente feliz a estar enojada, no sabían por que ese rápido cambio de emociones, ¿serian celos?, debería de ser lo mas probable.

-¿Que haces aquí Mani?- Pregunto Joaquin en un tono molesto pero vaya que lo sabia disimular bastante bien con esa galante sonrisa que siempre portaba

-Solo me gustaria festejar, y no hay nada que me impida hacerlo, así que.. con permiso.- Dijo Manolo sin ocultar la felicidad que lo invadía, sin dejar de sonreir paso de largo al lado de un Joaquín ahora mas que molesto y realmente celoso.

Como siempre llevaba su guitarra con el, comenzo a cantar y tocar lo que su corazon sentia con una dulce melodía entonaba la enorme felicidad que sentía en aquellos momentos alejándose de su amigo perdido en su feliz canción que expresaba su amor.

La felicidad de Manolo era tanta que al Joaquin no saber el porque de esa felicidad comenzo a molestarse por ella, el que el estuviera mas feliz que el le molestaba por alguna extraña razón aunque eso sabia no tenia ningún sentido pero aun así no podía evitar apretar los puños escuchando como esa tonada feliz se alejaba de él, a él le habian enviado una carta jurandole amor eterno de la persona a la que mas amaba, y a el pelinegro estaba feliz por algun motivo estupido motivo seguramente. Queria acabar con esa felicidad, y sabia exactamente como..

Joaquin dio vuelta caminando a paso veloz tras el joven musico y ya estando cerca viendo que el contrario todavia se encontraba distraido en un movimiento rapido tomo a Manolo por la fuerza y comenzo a arrastralo hacia su casa, cubrio su boca con un pañuelo que llevaba consigo sintiendo como el musico forcejeaba tratando de soltarse del agarre aunque realmente por el hecho de cargarlo o arrastrarlo no habia problema, el era el mas fuerte del pueblo y un torero no era la excepción a esa regla.

Amor en San AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora