Amor en San Angel

Capitulo 15

Era de mañana ya, a su parecer la noche había pasado bastante rápido pero tomando en cuenta que habían llegado bastante tarde no le sorprendía 

Aunque se levantó de buen humor, se vistió con su uniforme regular salió con dirección a casa de los sanchez y ver si el torero estaba en ella pues por lo que recordaba su padre le obligaba entrenar temprano en la mañana aunque esperaba que no dado que quería invitarle a almorzar 

-buenos días señora Sánchez - saludó a la mujer quien le regresó el saludo no apartando la vista de su tejido - ¿Dónde está Manolo? – pregunto a la abuela del mencionado que tenía sentada en su mecedora de siempre 

-está en su habitación se supone que, vistiéndose para ir a la plaza, pero conociendo a ese muchacho debe estar dormido aún – respondió la anciana riendo ante eso último 

A decir verdad, una de las pocas personas que seguía viva de la familia de manolo y de cierta forma comprendía al menor era su abuela, una mujer a quien todos respetaban y que había, al igual que todos en la familia Sánchez, sido torera, aunque eso duró poco tiempo pues se retiró al tener al padre de manolo. Ella era amorosa con Manolo a su modo y aunque no aprobaba el método de enseñanza de su hijo, sabía que solo quería lo mejor para el joven torero razón por la cual no siempre intervenía por el menor puesto que no quería quitarle esa responsabilidad.

-él debe aprender a ser un hombre bueno por su cuenta su padre solo le enseña algo de disciplina – escuchó decir en alguna ocasión a la mujer 

-por cierto, Joaquín ya que estas aquí, ve a revisar si manolo está listo, ya sabes que no puedo subir escaleras – habló la anciana mujer interrumpiendo sus pensamientos 

-con gusto señora Sánchez – contestó Joaquín dándole una sonrisa subiendo animadamente las escaleras desapareciendo de la vista de la señora a quien le parecía curiosa la visita del joven soldado puesto que en realidad Joaquín hasta ese momento no les había visitado mucho

Joaquín subió las escaleras deteniéndose en la puerta de la habitación de manolo tocándola un par de veces, aunque no recibiendo respuesta suponiendo que estaba dormido así que entro en silencio viendo al contrario entre las sábanas 

-manolo...- le llamó quedamente acercándose a la cama – mani - le llamo de nuevo quedamente estando ya a su lado viendo divertido al menor dormir placenteramente 

-es una pena tener que despertarlo - pensó sonriendo para si inclinandose hacia el menor dando algunos besos aunque pellizcando las mejillas del contrario haciéndole despertar algo sobresaltado

- ¡¿Qué haces en mi habitación?! – pregunto el menor frotando sus párpados dándose cuenta de los fuertes rayos de sol que pasaban por su ventana - ¿Qué hora es? – preguntó alarmado 

-bueno es casi medio día – contesto algo confundido 

-oh no no no, ya es muy tarde – exclamó el menor levantándose inmediatamente de su cama 

-oh si, tu abuela me dijo que te viniera a despertar supongo que es porque tu padre te espera en la plaza

-lo sé, pero me quede dormido – contesto el menor lavándose la cara – va a matarme- siguió secándose buscando su uniforme en su closet sacándose la camisa - ¿puedes enfundar mis estoques? – preguntó deteniéndose un poco al ver la mirada de Joaquín – ¡deja de mirarme! 

- ¿Por qué?, ya te he visto desnudo antes – contestó riendo un poco ante el enojo evidente del contrario quien 

-no tengo tiempo para esto Joaquín, si llego tarde papá va a castigarme de nuevo – contestó el menor colocándose la camisa y cambiándose