Capitulo 13

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La entrada del pueblo al que Joaquín lo había llevado era bastante elegante en términos en que al menos en San Ángel ni siquiera tenían puerta de entrada más bien solo un cartel, en cambio aquí la gran puerta de madera la sostenían dos columnas grandes de ladrillos blancos adornados con diferentes flores que crecían por sus muros

-está cerrada mejor regresemos - comentó manolo viendo que en efecto la gran puerta de madera estaba cerrada y en parte por sentirse nervioso ante la situación planteada de tener una cita con el contrario

-tu observa y aprende mani - respondió Joaquín soltando un silbido dirigido al guarda de una de las torres que apenas verle le permitió pasar

- ¿que acaso te conoce? - pregunto confundió el músico pensando que como había dicho el contrario nadie los conocería

-no, pero he entrado varias veces la puerta es solo por presentación y esas cosas - siguió el mayor conduciendo al caballo a unos establos en donde sabía le cuidarían hasta que él regresara.

-bien y ¿ahora a dónde? - pregunto en un suspiro Manolo, ya estaba ahí, y ya que Joaquín le había rogado, claro que si le preguntabas al mayor "le había invitado elegantemente a una cita"; así que prefirió darse por vencido y disfrutar del viaje que habían hecho

-bueno es temprano así que ir al mercado del pueblo estaría bien por ahora – comentó Joaquín comenzando a caminar cosa que manolo hizo igualmente

No sabía que se traía entre manos el mayor, pero suponía que debía darle una oportunidad después de todo siempre había sido su mejor amigo aun a pesar de lo que había hecho se seguía preocupando a su manera por él y, sobre todo, aunque Joaquín no lo admitiera se estaba esforzando mucho para que se sintiera cómodo

Manolo notó lo hermoso que era aquel pueblo, con sus calles pavimentadas que daban a la plaza céntrica en donde se extendían coloridos locales dándoles oportunidad de elegir el que quisieran

Al primer local al que fueron debía ser un restaurante, habían viajado un par de kilómetros, aunque en realidad no los contó, aun así, había sentido el tiempo transcurrir y era claro que tenían hambre así que entraron a una especie de fonda en donde fueron bien atendidos y sobre todo en donde la comida había sido deliciosa

-permite que pague después de todo he sido yo el que te ha traído hasta aquí - comentó Joaquín al momento en que manolo mencionó algo sobre pagar su cuenta - tu solo has venido a disfrutar así que relájate mani

No pudo protestar ante esto dado que el mayor ya se había adelantado a pagar la comida saliendo del lugar

-es un muy lindo lugar ¿no lo crees? – pregunto manolo caminando junto, al contrario

-si, he venido muy pocas veces por aquí solo de paso y nunca ha habido ninguna clase de criminal como lo hay en san ángel, no son ricos ni nada, pero son bastante pacifistas en esos aspectos

-ojalá san ángel fuera así, no tendrías que preocuparte por ser asaltado por los bandidos de fuera

-no te preocupes mani, un día voy a terminar de limpiarlo y entonces todos podremos estar totalmente en paz – respondió Joaquín con una sonrisa

El mayor era así, además de bastante seguro de si mismo era alguien de palabra, aunque esa palabra fuer aun poco imposible, de todas formas, era cierto que había logrado reducir considerablemente la aparición de los bandidos en el pueblo superando incluso la marca récord de su padre en poco tiempo cosa que le llenaba de asombro, ver en el buen soldado en que se había convertido

la mayor parte de la tarde se la pasaron paseando por el pueblo, comprando algunas cosas como recuerdos y algunos postres, viendo a las personas bailar en la plaza del pueblo en tanto los músicos tocaban

Amor en San AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora