Ambientada en Descendientes 2
Evie y Mal salieron de Curl Up & Dye después de que Evie se despidiera de Dizzy, quien se quedó en su viejo escritorio hojeando los diseños antiguos de su amiga.
♕
—Eso fue épico, funcionó durante... Días.
—Como si importara —comentó Evie, mientras tenía su brazo alrededor del de Mal—. Nos desarmaron con el beso de amor verdadero.
—Y funciona todo el tiempo —dijeron ambas entre risas.
—Creí que eso era lo que había entre Ben y tú —agregó la peli-azul, seguido de una pequeña pausa—. ¿Quieres que hablemos de eso?
—Sí, seguro —explicó, sarcástica—. No pienso volver Evie.
Evie soltó su brazo, sin palabras.
—No lo haré —continuó la chica de cabello púrpura—. He intentado decírtelo.
La diseñadora suspiró mientras se alejaba y recargaba su cuerpo en una desgastada pared.
—¿Pero sabes? —pausó—. Recuerdo cuánto te emocionaste cuando entramos en ese dormitorio por primera vez. Y sentí que no podía arruinártelo.
—Si vas a quedarte, también yo.
—No. Evie, tu eres una chica de Auradon. Y yo soy, y seré siempre la que vive en la Isla.
—¿Qué pasará con los chicos que conoces? Lonnie, Jane, Jay, Carlos. Ya no los verás de nuevo —cuestionó, haciendo énfasis en los dos últimos nombres.
—No lo sé aún. Puedo... enviarles cartas cuando vengan a traernos las cosas usadas o...
—¿Qué pasará con nosotras? —preguntó la hija de Grimhilde, bajando el volumen de su voz.
—Evie, te pido que no lo hagas más difícil.
—Déjame quedarme contigo entonces.
—Evie, no. No te lo permitiré —se opuso, no sin antes dar un suspiro profundo—. No te arruinaría nada que te haga feliz.
—Es justo lo que estás haciendo al no dejar que me quede contigo —manifestó Evie, desviando la mirada y posándola en el primer objeto sucio que encontró a su alrededor.
Mal no pudo evitar sentirse culpable, algo que no soportaba era ver a las personas que le importaban con esa expresión, y más si era gracias a ella.
—Escucha —comenzó la descendiente de Maléfica, acercándose y tomando sus manos, frente a frente—. Creo que es hora de dejar atrás lo que vivimos y todo lo que pasó entre las dos.
—No —replicó su amiga, recordando las palabras que había escuchado de la hija de Drizella. Gracias a ella había entendido que no podían negar de dónde venían, ni su pasado en general, menos algo que fue tan importante para ambas por un largo tiempo—. A menos que tú quieras hacerlo. Si así lo deseas, me iré y no te molestaré más —terminó, sintiendo su corazón estremecerse.
Sus miradas convergieron. Los ojos marrones esperaban una respuesta y los verdes se habían perdido en los iris oscuros.
—No lo sé, E.
—El dudar también es una respuesta —añadió. Se acercó a Mal, siendo capaz de percibir su respiración. Sus frentes toparon—. Tú decides si es buena o no —finalizó en un susurro.
Mal separó su cabeza despaciosamente para mirarla a los ojos de nuevo, con sus narices a punto de chocar. La observó parpadear un par de veces hasta que el mismo incontenible impulso de su cuerpo actuó antes que su mente. Su cabeza se inclinó hacia su lado derecho, provocando la acción contraria en Evie, haciendo cada vez menor el espacio entre sus labios, hasta fusionarlos por fin en un delicado y sutil beso. El par de amigas no había podido olvidar el conjunto de sensaciones que les traía sentir el contacto una con la otra, pero una cosa eran los recuerdos y otra vivirlo de nuevo.
La misma que impulsó el primer movimiento fue quien lo detuvo, alejándose lentamente. La tinta de los labiales carmín y púrpura se transfirió, logrando un bello e interesante tono boysenberry en los labios de ambas.
—A quién engaño. No podría vivir lejos de ti.
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Si les gustan los One-Shot de verdad agradezco los votos y comentarios!! Es lo que me impulsa a seguir publicando lo que escribo :)

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¿Quién necesita un príncipe? | Mevie One-Shots (1)
FanfictionLas amistades tan íntimas e incondicionales a veces ocultan más de lo que se cree.