El inicio de la temporada navideña...
Otro día más seria para cualquier persona, claro entre esas personas no se incluían Richard John Grayson, por qué este exactamente esa mañana cuando vio la fecha marcada en su calendario, 1 de diciembre, una sonrisa adorno su rostro y sin espera bajó corriendo aún en pijama al comedor en búsqueda no sólo del desayuno sino también de los demás ocupantes de la casa.
Dick rara vez se comportaba como el chico de 27 horas años que debía ser, pero cuando el mes de diciembre recién empezaba olvidaba por completo el que era un adulto muchas veces porque su niño interno estaba feliz de lo que ese mes traería ese año, siempre se alegraba de ello.
-¡Buenos días, a todos!-gritó al llegar a su destino, irradiando y destilando felicidad por todos lados. Pero la respuesta del resto fue un gruñido molesto del resto de sus hermanos, que dos de ellos era huraños ya de por sí y uno que estaba desvelado, con una migraña de los mil diablos y un humor de pocos amigos, si ese día era otro de los típicos en la mansión Wayne.
-No griten...-se quejó Tim que tenía su rostro acotado sobre sus brazos encima de la mesa del comedor esperando el desayuno, porque se negaba a quedarse en cama por sobre ir a su trabajo en Wayne Company. Aunque su petición no fue escuchado porque Jason y Damian por joderle la existencia comenzaron a gritar y molestarlo, sacándolo de casillas y haciendo que el tercer petirrojo al final se fue del comedor o quiso intentarlo porque sin mediar palabra Dick lo detuvo.
-¡Vamos chicos sonrían, porque estamos en la época de compartir en familia, amigos y esa pareja especial!-gritó con enorme alegría Dick aún abrazando a Tim, que después de muchos intentos por huir se rindió al no tener la fuerza suficiente para quitarse de encima a su hermano mayor.
Las dos ovejas negras de la familia Wayne intercambiaron miradas mostrando su molestia de lo que significaban esas palabras, porque en algo concordaban Damian y Jason era que detestaba esa fecha por lo cursi que se ponía el mayor de los petirrojos sobre todo sus estúpidas e incómodas reuniones "familiares" que terminaban en un desastre de proporciones catastróficas y siempre peores que las del año anterior. El rebelde y el demonio de la familia sin mediar palabra huyeron del comedor por la ventana que hace unos minutos atrás Alfred había abierto para que entrara un poco de aire mañanero, siendo una perfecta ruta de escape para estos, dejando detrás a su hermano mayor hablando solo bueno casi solo porque seguía reteniendo al pobre del cerebrito de la familia.
El día siguió como normalmente sería aquel primero de diciembre, que aún no daba señales de dejar caer su manto helado y blanco sobre la sombría ciudad mostrando que se atrasaría ese año, cosa que desilusionó al acróbata que lo reflejaba en su cara larga al no ver pistas de la nieve que siempre caracterizó Gotham y a la misma vez hacia que los delincuentes tomarán un descanso por el clima; para el resto de los petirrojos no les importó aquel detalle y menos su mentor que sin mediar palabra tomaron esa misma noche otra de patrullaje normal, donde Dick tomó como compañero a Damian.
Todo seguía corriendo con tranquilidad algunos robos se habían elevado porque aprovechaban el clima aún posible para sus fechorías delictivas, como algunos pocos villanos hacían de las suyas otros como Poison Ivy habían tomado un tiempo de descanso por el clima frío por sus preciosas plantas.
-¡Es la décima sexta vez que suspirar, Nightwing. Sigue así y te juro que te daré un motivo para que andes idiota!-le amenazó ya irritado y con el entrecejo fruncido hasta parecía que dolería de la fuerza que aplicaba en aquel gesto el joven quinto maravilla, que se movía por los techos en compañía del antiguo vigilante de Blüdhaven.
Sin embargo esas palabras fueron ignoradas o pasadas por alto por el mayor que seguía en el mismo estado anímico desde que comenzó la noche, Damian no comprendió y no quería hacerlo él porque el otro estaba así aunque pensaba que tenía que ver con la ridiculez que tenía acerca de la Navidad, desde los tres años que llevaba en la mansión viviendo solo veía aquella festividad como algo estúpido e insensato, una forma de tonta de gastar dinero, recibir visitas molestas de parientes que nunca has conocido en tu vida o solo te joden tu existencia, tener las charlas más incómodas y bochornosas posibles, sí, en definitiva para Damian, Navidad era una tontería. Aún así, al ver el rostro decepcionado de Dick que lanzaba al cielo nocturno como si esperaba que algo pasara y no lo hacía por más que lo desease, le revolvió algo en su interior como muy pocas veces lo había tenido por el mayor o mejor dicho por aquella mirada cobalto debatiéndose entre la decepción y la desilusión.
La patrulla terminó a medianoche y todos regresaron a la mansión a descansar. El cuerpo de Damian demandaba dormir, porque cada músculo se quejaba de dolor por exigirse más de lo habitual -aunque lo atribuía a que era recibió de los días anteriores sobre todo uno en específico que tuvo una lucha junto al resto del clan contra Bate- pero aún a pesar de todo eso su mente se negaba a dejarlo conciliar el tan anhelado sueño, gruño molesto antes de patinar las sábanas y justo cuando se disponía a levantarse por casualidad o destino sus ojos turquesa vieron a través de la ventana de su habitación como unos pequeños copos de nieve caían de forma lenta, y de sus labios brotaron las palabras:
-Es la primera nevada...-y como si su mente estuviera confabulando con el clima de Gotham, le lanzó el recuerdo del circense y el rostro decepcionado que tenía al ver que la nieve no había llegado- Grayson- sin detenerse a tomar su bata o un par de pantuflas o algo, salió de su habitación siendo seguido por Titus que al notar que su dueño saldría del cuarto se fue detrás de él.
Corrió por el pasillo hasta llegar al cuarto del susodicho y entró importándole poco la privacidad ajena, solo importándole quizás un poco el devolverle la estúpida y boba sonrisa de niño pequeño que tenía esa mañana su hermano mayor, se lanzó a la cama del acróbata y lo saco como despertó de la cama de la manera más "suave" que podía tener el ex asesino con el mayor logrando su cometido de despertarlo.
-¿Damian?-comentó Dick al mirar a todos lados mientras se sentaba en el piso y apartaba un poco las sábanas de su cuerpo mostrando que estaba durmiendo con un par de bóxers y una camisa, muy diferente al menor que tenía una pijama completa.
Pero el nombrado no le dio tiempo a que el otro despabilada para tomar del brazo al único hijo de los voladores Grayson y arrastrarlo a la ventana que había en el cuarto del mayor, la cual abrió y ordenó a Dick que viera a fuera, el gitano sin entender nada pero queriendo complacer a su hermanito hizo lo pedido quedando sin habla al notar que lo que tanto había pedido se había cumplido, la primera nevada en Gotham estaba cayendo y llenando de manto blanco las calles de manera tan armoniosa y tranquila.
Damian miró alegre y satisfecho el ver cómo Grayson volvía a ser él, sobretodo ver esa sonrisa que tanto lo caracterizaba surcar esos labios y como sacaba la mano por la ventana para intentar hacer por lo menos que uno de los copos de nieve que caían cayera en sus manos.
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Dedicado a: Dalila S. Rodríguez.
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Una Navidad al puro estilo Robin.
Fanfiction«La pequeña como disfunciónal y funcional familia Wayne, estaban preparándose para la festividad más alegre y llena de felicidad en una de las épocas donde la nieve cubría todo el pavimento y techos, las patrullas se volvían más pocas por qué tambié...