Parte 2.
Cuando Jason abrió los ojos se encontró con que estaba acostado en su cama, y miró a todos lados mientras se tranquilizaba y comenzaba a auto convencerse de que quizás fue un sueño un horrible sueño, aún a pesar de ese deseo interno de él no se cumplió, porque una enorme luz lo cegó de forma instantánea y al acostumbrarse se dio cuenta que ya no estaba en su alcoba por el contrario estaba en la sala de estar de una casa que no era la suya, porque todo estaba hermosamente decorado y deliciosa comida reposaba en la mesa del comedor. Jason no comprendía nada de nada, hasta que la risa alegre de alguien interrumpió la estancia obligándolo a ver qué pasaba, encontrándose con que sentado en un sillón estaba un muchacho físicamente idéntico a Roy pero sabía que ese no era su amigo, porque éste jamás usaría túnica y en sus manos en lugar de un arco tenía una antorcha que estaba encendida.
-¡Adelante! ¡Adelante!-le dijo el hombre joven a Jason- Acércate, no te morderé o lastimare. Soy el Fantasma de la Navidad Presente, ¡Mírame!-dijo aquel espíritu mientras se levanta de su lugar, de forma alegre sin ningún atisbo de orgullo o fanfarronería- No haz visto a alguien idéntico a mi, ¿Verdad? Y sin embargo somos más de mil ochocientos hermanos!-soltó con total alegría y daba varias risas de la misma emoción que sentía de hablar sobre su sangre-, pero sufre te de hablar de mi familia, es hora de llevarte a mostrar tu presente...-con ello dicho tomo al mercenario y sin espera salieron del departamento volando atravesando cual fantasmas el techo.
Sobre volaban por la ciudad de Gotham, alejándose cada vez más y más del sitio donde vivía el conocido Red Hood, hasta llegar a otro complejo de departamentos al cual entraron quedando sentado en el piso de madera Jason, este se levanto molesto y frustrado de lo que ahora la nueva tortura empezaba pero de manera extraña esos sentimientos se esfumaron al ver a cierto chico pasearse por el lugar que era su hogar en compañía de su gato de pelaje grisáceo, el muchacho se había ido a acostar en el sofá de la sala de estar y dentro de unos segundos se escuchó el abrir de la ventana que estaba cerca del comedor donde apareció la figura de Superboy, que se acercó al otro chico.
-¿Volvió a rechazar tu invitación por navidad?-preguntó el kriptoniano a su mejor amigo que solo asintió y dio un carraspeo leve de aceptación, mostrando aún su mirada casi desolada, un suspiro salió de los labios del nuevo invitado y le revolvió el cabello al pequeño petirrojo- Tim, amigo me preocupas lo que haces. En algún momento el puede lastimarte y esta vez nadie podrá evitar que tu...-trato de hacer razonar al otro y sin terminar sus palabras porque para el otro comprendía a la perfección estas.
-No -dijo Tim mostrando una mirada decidida-, él está muy solo Kon, todos lo han abandonado y yo no pienso hacer lo mismo. Él me necesita-se auto convenció el joven detective apretando sus manos en su regazo.
-¿El té necesita o tú lo necesitas?-serio, demasiado para alguien como Conner Kent- Tim, amigo esto solo te lastima debes superarlo dejar de verlo como el petirrojo con el que tuviste algún tipo de relación amistosa, o acaso, ¿No te acuerdas cómo esté casi te mata? No una, ¡Fueron dos veces, Tim!-le lanzó Conner con preocupación tomando el mentón del chico el otro no hizo nada por separarlo, así que quiso intentar besarlo sin embargo Tim lo alejó para después levantarse e irse de la sala de estar.
Jason tenía sus puños muy bien cerrados hasta hacerlos blancos de la misma presión, y su mandíbula estaba apretada tanto que dolía, no sabía porque sentía aquella rabia ante tal acontecimiento sin embargo, en un parpadeo aquella escena se desapareció frente a sus ojos mientras otra nueva comenzaba a tomar lugar, y siendo esta vez el escenario la mansión donde escuchaba las risas muy bien conocidas de los amigos de se ex amor. Jason caminó hasta acercarse a donde estaba la sala de esta, donde las risas y carcajadas como juegos de adivinanza y chismes estaban saliendo en el lugar.
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Una Navidad al puro estilo Robin.
Fanfiction«La pequeña como disfunciónal y funcional familia Wayne, estaban preparándose para la festividad más alegre y llena de felicidad en una de las épocas donde la nieve cubría todo el pavimento y techos, las patrullas se volvían más pocas por qué tambié...
