Compras, Navidad y locura de cuatro robins.
Oh la Navidad, tan hermosa como siempre y querida como odiada por muchos...
Las razones son simples, las compras navideñas de última hora y los días o semanas de descuentos locos que volvían a la gente en verdaderas bestias salvajes, pero eso eran de las pocas preocupaciones claro si hiciste tus debidas compras en el debido tiempo sin embrago eso no muchas veces estaba en la agenda como diccionario de nuestros petirrojos favoritos que tenían su cabeza metidas en otras cosas.
-Ehhh.... Dick...-llamo el tercero de los petirrojos al ver desde donde estaba la enorme multitud de gente aglomerada en las puertas de aquel centro comercial- Yo estaré en la cafetería de la esquina por si me necesitan...-con eso dicho el menor huye de forma rápida a aquel santuario caliente con delicioso de café y pastelillos e internet gratis.
Cuando el menor ya no estaba en el rango de visión de ninguno de los tres restantes robins, estos intercambiaron miradas el trío sabían a lo que venían y sabía que había en juego y eso era el corazón del menor como la posibilidad de que pasaran los restantes días de diciembre y los tres primeros meses del nuevo año con el menor sin la intervención de ningún tipo de los otros dos perdedores. Era una apuestan silenciosa y habían evitado a toda costa que el pequeño detective lo descubriese.
Cada quien se fue de su lado para entrar más antes al centro comercial, y todo se desató en el momento que se abrieron aquellas puertas donde toda la multitud se adentró al edificio a comenzar con las compras locas de Navidad y fin de año.
Cada uno de los petirrojos fueron a diferentes áreas del centro comercial, evadiendo a la gente loca que comenzaba a golpearse y lanzar cosas entre sí para obtener lo que ellas querían a coste de la salud y bien estar de su prójimo, aunque claro el maldito deber de ser vigilante les dejaba un poco de moral y debes en cuando Jason o Damian ayudaban a su manera a alguien y Dick bueno terminaba en medio de las disputas por su corazón de pollo al salvar a cualquiera hasta una anciana le había golpeado con una caja de una licuadora ultimo modelo.
Damian había ido a una de las partes tecnológicas del lugar, aunque este estaba atento de cualquier ataque porque más de una vez lo quisieron teclear o golpear con objetos o los propios puños de la gente pobres diablos que lo hicieron porque terminaron volando contra alguno de los estantes. Él buscaba algo que quizás el mismo Tim le gustara, pero no había nada interesante para los ojos del menor y siguió revisando en otras áreas evitando la zona de la comida porque allí la gente estaba más salvaje tirándose comida unas a otras, hasta había dos señoras peleándose por un pavo relleno.
Jason por su lado buscaba algún libro o algo que le gustara leer el tercer petirrojo, pero para su horror habían varios ejemplares destrozados y rotos, todo por culpa de la gente aunque cuando reviso de cuales se trataba no sabía si reír o preocuparse de la generación porque era todos los libros juveniles casi copiados y pegados sobre triángulos amorosos y hasta llenos de hormonas juveniles que ni él mismo Tim lee. Así que siguió su rumbo con rapidez buscando algunos de suspenso, crimen o de terror que le gustara al menor sino algún libro de unos de los más grandes escritores de la historia.
Con Dick pobre, pobre Dick... Él estuvo en medio de todas las disputas, estaba bañado en restos de tomate y demás verduras y frutas, sus ropas estaban rasgadas y hasta descolocadas y contra su voluntad algunas veces le tocó defenderse y contraatacar a la gente loca del lugar. Logró huir hasta la área de juguetes donde ni allí pudo tomar un respiro porque los niños de casi la misma edad o uno poco mayores que Damian, también lo estaban atacando y peleándose como perros rabiosos por un juguete.
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Una Navidad al puro estilo Robin.
Fanfiction«La pequeña como disfunciónal y funcional familia Wayne, estaban preparándose para la festividad más alegre y llena de felicidad en una de las épocas donde la nieve cubría todo el pavimento y techos, las patrullas se volvían más pocas por qué tambié...