Seduciendo a Lía.

~Oscura visión~

Hades estaba de mal humor, tanto Thanatos como Pandora lo notaban.

Debajo de esa capa de frialdad y serenidad, el rey del inframundo estaba molesto.

Hacía meses que no sabían nada en absoluto de Lía, Hypnos estaba en un coma inducido por él mismo y Arley seguía perdida en si misma.

Las risas y el bullicio se habían terminado en el reino de los muertos.

Thanatos cada día se debatía entre intervenir o no para ayudar a Hypnos y Arley, pero como la mente es algo delicado y su naturaleza era de tintes violentos, podría empeorar la situación.

Era ya la cuarta vez dentro de estos meses que Thanatos iba a la superficie a exterminar pesadillas para tratar de mitigar su furia.

Hades tomó una siesta, pero más que nada entre esos lapsos donde su mente y espíritu volaba lejos y sin restricciones dimensionales, aprovechaba para buscar a su novia, extrañaba tenerla cerca y crear memorias nuevas con ella, de vez en cuando leía aquel diario y pensaba en que estaría haciendo o si estaría asustada, porque si ella hubiera sido herida, Ares y sus colaboradores lo pagarían muy caro.

Unos minutos recorriendo los rincones del universo, sintió una presencia familiar, aquella esencia, sin duda era de Lía.

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Un hombre me está siguiendo...no él me busca.

-No pienses en nada pequeña, sólo debes permanecer aquí, cuando estés preparada y más fuerte, entonces te dejaré verlo.
Sin embargo, él no se da por vencido. Tal vez sólo por su constancia lo premie.

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Hades entonces entró a un espacio colorido y exótico, ahí vio a Lía, estaba durmiendo y usaba ropas blancas semitransparentes, lucía tan pacífica que ya no sabía si era un sueño y sólo veía lo que en el fondo quería o de verdad ella estaba bien.

-Lía, ¿donde estás?

Preguntó e intento tocar su rostro pero entonces una voz lo detuvo.

-Ya la has visto, ella está bien. Te aseguro que pronto estará aún mejor y que la verás.
No sigas tratando de irrumpir aquí, ella debe descansar.

-¿Quien eres?

-Alguien muy cercano, pero en estos momentos resta importancia mi nombre. Vuelve al inframundo.

Y fue ahí que Hades abrió los ojos encontrándose en Gyudecca y frente a él a Pandora que parecía preocupada.

Pandora: Señor... ¿Se encuentra bien?

Hades: Pandora, ve por Radamanthys y Verónica.  

Pandora: Enseguida.

Hades: Envíalos a la superficie y que destruyan a Nyx, seguramente ya apareció esa mujer, puedo sentir los cosmos dorados de los caballeros dando su máximo.

Pandora: Si, iré ahora mismo.

Hades: Creo que Poseidon está cerca de Ares.

Lo último lo dijo más como un susurro que para Pandora.

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En Morphia, después de varios meses de espera, Arley al fin abría los ojos y también Hypnos.

Pero eso no sería lo único...

Una poderosa cosmoenergía resplandeció iluminando el lugar.

Los espectros se exaltaron preocupados y Hades se imaginó lo que ocurría, él tenía una teoría desde hacía tiempo, pero no le podía decir a Thanatos porque era poco probable.