Narra Hope.
Eran las 7:00 de un día miércoles, como todas las mañanas me encontré sentada en los pies de mi cama viendo un zapato, que al parecer era lo más interesante que había en mi habitación.
Me quedé así por unos cuantos minutos hasta que el ruido de las molestas de mis hermanas, Sky y Mika, me sacó del trance en el que estaba.
Con toda la pereza del mundo me decidí por levantarme, agarrar mi hermoso uniforme, el cual consistía en una falda a cuadros verde, medias del mismo color y camisa Blanca, y dirigirme hacia mi ducha, mi amada y preciada ducha.
Por cierto, no me presente, soy Hope Betrayal y voy a uno de los mejores colegios de Inglaterra, se podría decir que tengo bastante dinero, gracias al trabajo de mis padres, Amalia Winchest, y George Betrayal, aunque por desgracia, ellos no pasan tiempo conmigo y mis hermanas, creo que nunca he probado la "comida de mamá" ni he sido la "princesa de papá", y mis hermanas tampoco. En fin, esta es mi historia.
×××
Estaba en la tercera clase del día, ya casi me iba, mi mañana paso relativamente normal. En la clase de literatura me dormí, y me desperté con los regaños de la bruj... Ejem, mi profesora.
A la segunda hora tuve mi materia favorita, física, raro, ¿no? Y bueno, esta 3er hora tuve gimnasia, mi perdición.
Jugamos toda la hora al voleyball, y por fin llegó la hora de irme a comer a casa con mi mejor amiga, como todos los miércoles.
- ¿Vamos, niña ruda? - Dice Danielle, con voz de burla.
- Te he dicho mil veces que dejes de llamarme asi - Respondí rodando los ojos.
- ¡Alguien esta gruñosita! - Canturreo mi mejor amiga.
Yo sólo me limite a reir y comenzar a caminar.
Llegamos a mi casa, y Mirtha, la cocinera, nos esperaba con su especialidad, lasagna.
- ¿Soy yo o esto es lo más rico del mundo? - dije con la boca llena.
Lo cual me respondieron ambas con una risilla.
Mirtha es como mi 2da madre, trabajo en mi familia desde antes de que yo naciera.
La tarde se me paso entre risas, maquillaje y peinados con Dani.
Cuando cayó la noche, Danielle, se había ido, y yo ya estaba por dormirme me llegó una solicitud de seguimiento en instagram de un tal...
¿Nicholas?
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Narra Nicholas.
¿Sonará muy extraño si digo que tengo 17 años y vivo sólo desde mis 14?
A esa edad mi madre se enfermo de un raro cancer, por el cual tuve que internarla, vivir sólo a ir a visitarla durante 3 años, y se preguntarán, ¿y mi papá? Pues, murió antes de que yo naciera, o eso insiste en decir mi madre.
Después de que Bas, mi mejor amigo, me insistiera durante varios días, me decidí a Seguir a esa hermosa chica que vi en el café aquella tarde, que casualmente va conmigo en último año, y es la misma chica de la cual estuve enamorado los primeros años de preparatoria. Tardo en aceptarme la solicitud, pero finalmente lo hizo, y yo instantáneamente me puse a ver sus fotos, diablos, si que esta buena.
×××
Jueves, uf, eso significa que me quedan 2 días antes del fin de semana, lo único bueno es que me quedan 3 meses y me graduo.
La última clase del día fue Química, una de las pocas clases que tengo con Hope, hoy planeo invitarla a salir, puede sonar bobo, pero esta chica me encanta, siempre fue mi crush.
La clase paso lenta y aburrida, pero al fin sono el timbre que me indica que es mi momento.
- ¡Hope, Hope! Espera - Corri tras ella hasta alcanzarla.
- Ehhh, Nick, ¿cierto? - Contestó nerviosa.
- Si, ehh, yo... Se que es extraño que ayer te siguiera en instagram, y hoy te diga esto, cuando nunca hablamos y... ¿Estoy hablando mucho? -
- Si, pero dime - Dijo riendo.
- ¿Quieres ir a tomar algo? Digo, si no quieres no, esta bien - ¿Es normal estar tan nervioso?
- No se, eh, creo... Creo que deberíamos hablar más, en el colegio, digo, y después, quizás si - Sonrió.
- Esta bien, nos vemos - Me despedí con un beso en la mejilla.
A pesar de que me había rechazado, estoy feliz, al menos tengo la opción de conocerla mejor.
Hoy fui caminando a casa, escuchando música. Se me hizo rápido el trayecto, por lo cual, cuando me doy cuenta ya había llegado a la puerta de mi casa,
Entrar a mi casa y no tener a nadie a quien saludar, no quien me espere con la comida, todavía duele, pero debería acostumbrarme, así será siempre.
Decidí incitar a Bas, y que traiga un poco de marihuana, mis días se vuelven difícil y triste al llegar a casa.
Puse algo de música, y fui a abrir la puerta, la cual me indicó que Bas ya estaba aquí.
- Traje a los trillizos, espero no te moleste - Dijo mi mejor amigo.
- Hola Nicky - Dijo Matt en broma, con voz de afeminado.
Los otros dos sólo ríen, me saludaron y entraron a mi casa.
Estuvimos toda la tarde fumando y bebiendo alcohol, hablando de todo lo que se nos ocurriera, y contando chistes malísimos, pero que en ese momento, daban risa.
- Esperen, esperen, tengo otro. ¿Que pasa si un elefante se para sobre una pata? - Pregunta Fern, a lo cual se contesta solo - ¡ELPATOQUEDAVIUDO! - Grito y todos nos largamos a reir.
- AAAARBOLITO- También gritó Jake, lo cual hizo que nos riéramos mas.
La tarde se me paso volando, mis amigos hicieron que mi vida pesará menos hoy, y lo agradezco demasiado.
En el momento que se fueron, volví a la realidad, estaba sólo, acostado en mi cama en silencio, pensando en todo, cuando mi celular sonó.
- Hola :)
Era ella, justo a tiempo, en el momento justo, Hope llegó cuando lo necesitaba.
Estuvimos hablando toda la noche. A pesar de que mañana era viernes y había clases, iba a verla y era el último día de la semana.
×××
Al día siguiente me levante más temprano de lo normal, al menos hoy no llegaría tarde, desayune ramidamente, agarre mi moto y me fui a buscar a mi mejor amigo Bas, para ir juntos al colegio.
Mi primer clase del dia era Ciencias, la odio, pero me va bastante bien, en todas las materias me tiene que ir bien, ya que estoy en esta escuela tan prestigiosa por una beca que me gane gracias a mi capacidad, aunque los días como hoy, viernes, no estoy muy concentrado en el colegio, puesto que los viernes es día de pasar la noche con mamá, e imaginarla acostada luchando por su vida, mantiene mi mente en otro lado.
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Que suerte coincidir.
RomanceDesde mi punto de vista, cualquier tipo de relación es difícil, ya sea amorosa, de amistad, o incluso, familiar. En esta historia, van a haber cientos de estos casos, los cuales a lo largo de la lectura, Irán apareciendo. ¿Y si me acompañas?