Narra Hope.
Miércoles. Falte 3 días seguidos al colegio. ¿Motivo? Mis padres tuvieron la peor y más locas de las ideas. Quieren que nos mudemos a España, por su horrible trabajo. ¡Tendría que aprender a hablar español! Y no sólo eso, dejar a todos mis amigos, justo a 3 meses de graduarme. No, no lo iba a permitir.
- ¿Ustedes están locos? Estoy a 3 meses de graduarme, no pueden hacerme esto. - Grite llorando.
- Claro que si, somos tus padres, y podrás graduarte allí, hija. - Respondió mi madre, mirando su cuaderno, como si no le importase.
Y en ese momento, se me ocurrió la que para mi era la mejor idea del mundo. Iria a vivirme sola, total en 3 meses ya tendría que hacerlo.
- Iré a vivir sola. - Solté, haciendo que ambos mirarán de golpe hacia mi.
- Claro que si. - Dijo esta vez mi padre, con sarcasmo, volviendo su vista a los papeles del trabajo.
- Hablo en serio, padre, de todas formas me iría al terminar la preparatoria. -
- Claro que no, Hope, te vendras con nosotros. - Dijo mi madre.
- ¡Que no! Mañana ya sere mayor de edad, y ustedes ya no tendrán poder sobre mi. - Grite dando media vuelta y emprendiendo viaje hacia la planta alta. Lo último que llegue a escuchar fue un "¿Mañana?" de parte de mi madre. Era obvio que se iba a olvidar que mañana son mis 18.
×××
Me decidí por llamar a Nicholas, ya había pasado demasiado tiempo que no hablábamos.
Nicholas - 7:46 pm. - Mié.
- ¿Nicholas? - Dije.
- Hope, ahora no puedo hablar, lo lamento. - Y colgó.
Sonaba extraño, ¿le pasará algo?
Agarre una chaqueta negra, y mi bicicleta, iría a verlo, tal vez me necesitaba,
Llegue 10 minutos después, y me dispuse a tocar la puerta.
- Hope, ¿Qué... qué haces aquí? - Preguntó luego de abrir la puerta. Se veía desaliñado, su cabello negro caía por su frente, despeinado, aunque admito que no le quedaba para nada mal.
- ¿Ha pasado algo, Nick? - Pregunte.
- Eh, mi... Mi madre... - No término la frase, que ya entendí perfectamente lo que quería decir, rápidamente lo abrace.
×××
Decidí quedarme a dormir hoy, ya que mañana jueves, no tendríamos clases, se que Nicholas me necesita, y no me iré si es así.
Eran las 10 de la noche, ya habíamos comido, y estábamos acostados en su cama de una plaza, lo abrace, para que sepa que estoy aquí, y vi como su mirada se perdía en lo profundo del cuarto.
- Todo va a estar bien. Te lo prometo. - Susurre. Aunque quizás no me escucho.
Y me dormí.
Narra Nicholas.
Hope estaba dormida al lado mío, con su brazo en mi panza, como abrazo. Su susurro me quedo dando vueltas en la cabeza el resto de la noche.
No dormí, no podía, la imagen de mi madre sufriendo sola, esperando que yo aparezca, y la saque de ahí. Le había fallado, prometi estar siempre a su lado, y no lo estuve en su último suspiro, no estuve ahí.
Me Levante y me dirigí a la cocina, dejando a Hope dormida, sola, lo único que se hacer, dejar sola a la gente. Busque un vaso de agua, prendí un cigarrillo, y me dirigí al balcón.
- ¿Donde estas? - Le dije al cielo. - Sea donde sea que estes, espero que estes bien. Y Ojalá no te sientas desilusionada de mi, mama.
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Que suerte coincidir.
RomanceDesde mi punto de vista, cualquier tipo de relación es difícil, ya sea amorosa, de amistad, o incluso, familiar. En esta historia, van a haber cientos de estos casos, los cuales a lo largo de la lectura, Irán apareciendo. ¿Y si me acompañas?