Capítulo 12.

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Las 11 de la mañana, mi madre llegaba a las 12 y mi departamento era un caos. Tenía que pensar seriamente si llevar a las rojitas conmigo o no, tenía que ordenar el lugar, e irme lo más rápido posible

- Iremos contigo, ¿Si? - Dice Sky.

- Si, iremos. - Dice el demonio número 2.

- Va a ser una situación difícil, ¿Si? No quiero que luego se arrepientan, no la ven hace 4 años, recuerden eso. - Les digo a ambas, sin poder parar de moverme, e ir de un lado a otro.

- Entendido. - Ambos demonios hablan a la vez.

Rumbo al aeropuerto las cosas entre las 3 se volvieron algo... Tensas, creo. Pensé en poner algo de música para que no sea todo tan incomodo. The Beatles empezaron a sonar, amaba esa banda, mi madre solía escucharla antes de que todo cambiara.

Antes de pensarlo ya estábamos allí, el reloj marcaba las 12:07, ya estábamos llegando tarde, y todo culpa del estúpido transito.

Quedamos en encontrarnos en un café del aeropuerto, y yo no podía parar de temblar de los nervios, al final, la que no pudo afrontarlo, soy yo.

- ¿Hope? - Escuche la voz de una mujer a mis espaldas. Tenía miedo de darme vuelta, porque sabía quien estaría allí viéndome con esos ojos verdes los cuales yo herede.

- Mama, tiempo sin vernos. - Dije intenando parecer fria.

- Ven aquí. - Me atrajo en un abrazo y yo no puse aguantar más las lágrimas, correspondi el abrazo, y no me di cuenta de cuanto la extrañaba hasta que la vi aquí, tan distinta, tan ella.

Abrazo a las pequitas, quienes también lloraron. Luego de eso nos sentamos las 4 a hablar, ponernos al día, o no se.

- ¿Qué ha pasado con papá? - Fui la primera en hablar.

- Uf, em, ya luego de un año de estar en España, comencé a notar que tu padre llevaba más tarde de lo normal a casa, por la noche. Con el tema del trabajo el y yo ya no pasábamos tiempo juntos, ni siquiera lo poco que antes pasábamos. - Ha comenzado a llorar.

- ¿No quieres que vayamos a casa y me cuentas mejor? Las niñas tienen que comer e ir a su clase de Ballet. - Vi su expresión de tristeza al saber que no se sabía los horarios de sus hijas.

- Claro, claro. - Nos levantamos todas y fuimos rumbo al auto.

×××

Las niñas ya estaban en su clase, y mi madre y yo hemos decidido preparar café y sentarnos a hablar.

- No puedo entender que paso, mama. - Solté.

- Fue todo muy complicado, Hope, el trabajo, y tu padre, yo no podía dejar a tu padre. - Otra vez ambas estábamos llorando.

- ¿¡Por qué no podías dejarlo a el y a nosotras si?! ¡Éramos tus hijas! Lo preferiste a el que nunca te quiso, antes que nosotras que te necesitabamos. - Comencé a gritarle.

- Tu no entiendes Hope. - Intento calmarme con su voz serena, no funcionó.

- ¿¡Que es lo que no entiendo!? Necesito que me di... - Fui interrumpida por el grito de mi madre.

- ¡¡Tu padre me pegaba, Hope!! ¿¡Qué querías que hiciera?! - Un balde de agua fria.

- Mama, yo... Lo siento, no sabía. - Dije apenada. - ¿Por que nunca me habías dicho? Lo hubiésemos solucionado. -

- No se podía, prefería alejarlo de ustedes. Luego de irnos a España, tu padre empezó a engañarme, y de un día para el otro el... Simplemente desaparecio. - Me conto.

- Que hijo de p... - Frene el insulto, por costumbre. - Lo lamento, la costumbre, por las niñas. -

- Me siento horrible al ver que tu eres mejor madre de lo que yo lo fui los años que estuve. - Dijo en medio de Sollozos. - Dios, no sabía que mis hijas iban a ballet, no se lo que tu estas estudiando, no se nada de su vida, soy... Soy un desastre. - Al terminar de decir eso, largo un llanto que se notaba que hace rato tenía Guardado.

- Bueno, pero, te entiendo, fueron 4 años, las cosas han cambiado. - Intente tranquilizarla. - Estudio psicología, estoy por terminar la carrera. Las niñas empezaron ballet hace 3 años. - Continue.

- Cuéntame de ellas, eres la que más estuvo, dime todo, ¿Puedes? - Preguntó.

- Suelen dormirse a las 12 de la noche, aunque se acuestan a las 10. Llegan del colegio a las 12 del mediodia, comen, hacen su tarea, y a la tarde van a sus clases de Ballet. - Hice una pausa. - Les hacen bullying, porque tu no estas, ellas les han dicho a sus compañeros que soy su madre, pero por alguna razón ellos saben que no es así. - Vi su cara de decepción en el rostro.

- Yo... Dios, soy una pésima madre. - Dijo. - Tengo una solución, que quería decirte, pero no se si te gustará la idea. -

- Dimela. - Le Dije frunciendo el ceño. -

- Me las llevaré a España, estarán conmigo y ya no tendrás que hacerte cargo. - Justo en ese momento, escuchamos que algo se caía, eran las niñas, ¿Habían escuchado todo?

Que suerte coincidir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora