Que suerte coincidir.

Capítulo 8.

Narra Hope.

3 meses después.

Estos tres meses pasaron prácticamente normal, aunque no hable con Nick para nada, tal vez nos saludamos, como conocidos, pero nada fuera de eso. Ambos teníamos problemas, y nos olvidamos completamente uno del otro.

Mientras tanto, mis padres ya han empacado todo, puesto en venta, la casa en donde he nacido, y ya han comprado una casa en España.

Hoy me graduo, es mi último día en esta escuela. Mi último día como niña, después de hoy, todo cambia, tendré 2 niñas totalmente a mi cargo (aunque no cambie mucho) viviré sola, sin mis padres, iré a la universidad, tendré que trabajar. Suena difícil, pero se que podre.

×××

Estoy sentada entre medio de mis amigos desde que tengo memoria, a punto de escuchar nuestros nombres, subir al escenario, y terminar una etapa.

Llamaron a Dani, a Bastian, a Nick, llamaron a todos, hasta que llegó mi nombre.

- Hope Betrayal. - Escuche decir.

Subí al escenario, y los vi a todos, a mis padres, a mis niñas, mis amigos, y a Mirtha, seguramente necesitaría a Mirtha en mi casa.

Y termino, tiramos los gorros al aire, lloramos, y nos despedimos, de ellos, y de mis padres también.

Skyler y Mikaila ya lo sabían. Y no lo tomaron nada bien, pero tampoco las molesto saber que se quedarían conmigo.

Ya en el aeropuerto. Es la única vez que veo a mis padres tan arrepentidos por lo que paso.

- Hijas, lo lamento tanto, en serio. - Dijo mi madre, entre lagrimas. - Fui una mala madre. Horrible, me corrijo. Pero les juro que las amo con mi alma. Y justo por eso, es que me alejo de ustedes. Para no causarles más problemas. - Se giró hacia mi. - Hope, a ti más que nada, lo lamento, no estuve para tu primer amor, no estuve para tu primer desamor, y ojala pudiese remediar estos 4 años que no estuve, y fueron los que más me necesitaste. - Ahora se giró hacia mis hermanas. - Y a ustedes, mis rojitas, las amo, y vendre, juro que vendré. -

Nos abrazo y dio un beso en la mejilla a cada una, y se fueron. A todo esto mi padre no dijo nada, más que decirnos adiós, y abrazarnos como mi madre.

×××

Mi departamento era hermoso, y muy espacioso. Todo esto va a ser difícil, pero juntas podremos. Nos instalamos, llegaron todos los muebles, lo único que faltaba era acomodarnos nosotras.

- Niñas, vengan. - Dije sentandome en el sillón, y señalando a mi lado, para que se sienten. - Se que van a extrañarlos, y que va a ser duro, pero podremos, ¿si? Yo no las dejaré solas.

- Claro que si Houpi. - Dijo Mika.

- Tranquila. - Esta vez fue Sky.

Y así es, de un momento a otro, estoy viviendo sola, con 2 niñas a mi cuidado.