Que suerte coincidir.

Capítulo 5.

Narra Nicholas.

Ya es miercoles, no tengo ninguna señal de Hope desde el sabado, y no se que fue lo que hice mal, intente preguntarle a Danielle pero no me contesta. Si es algo que tiene que ver conmigo, no entiendo porque llegó al extremo de faltar a clases estos 3 días.

El día nuevamente se me paso demasiado rápido, debe ser por el sueño que tengo últimamente. Antes de darme cuenta, ya estaba en mi casa, sin nada que hacer, aunque ya tenía una idea en mente, llamar a Bas y pedirle que me cuente que diablos paso el otro dia.

Bastian - 1:15 pm. - Mié.

- Bas, soy Nicholas, quieres pasar un rato por mi casa hoy? - Le dije.

- Claro, paso por allí en media hora, puede ser? - Contestó mi mejor amigo. Al cual le respondí que estaba bien, y que lo veía luego.

×××

A Bastian lo noto bastante nervioso, y eso que todavía no hemos hablado del temilla por el cual lo invite.

Decidí evitar el tema por un rato, para que se calmara, y cuando lo logró, le pregunté.

- ¿Qué pasa con Matt? ¿Hay algo entre ustedes? - le dije mirando hacia otro lado, restandole importancia al asunto.

Vi como jugueteaba con su brazalete, como normalmente hacia cuando estaba nervioso, pero finalmente contestó.

- Es que, es complicado, estábamos demasiado drogados, y no... No sabíamos lo que pasaba Nick, no malinterpretes. - Dijo.

- Tranquilo Bas, soy tu mejor amigo, no te juzgo, sólo quiero saber, él te gusta, ¿verdad? -

Vi como dudaba en contestarme esa pregunta, lo que no sabe, es que con sus muecas ya me respondió completamente, si, le gustaba Matt.

- Entiendo, y ¿Él de ti? - Agregue al ver que no respondía.

- No lo creo, el no es gay, sólo fue una cosa de una vez. - Respondió apenado, y triste, por lo que veo.

- Pues si no es él, otro será, tranquilo. -

Pasamos toda la tarde hablando, fumando marihuana, y tomando alcohol que vaya a saber Dios de donde salió. Aunque esta vez, Bas ya no se sentía nervioso, y eso específicamente me tranquilizaba.

×××

Mi mejor amigo se fue, y yo sintiéndome sólo y triste, decidí ir a ver a mi madre de sorpresa.

Al llegar, fui directamente a la habitación en donde habitualmente se encontraba, pero ésta, estaba vacia, intente no alarmarme, e ir a preguntar, quizás sólo estaban limpiandola. Pero no, recibí la noticia que menos quería recibir, mi madre acaba de fallecer, y yo no estaba con ella.

Sentí como mi mundo se derrumbaba completamente, mis ojos de llenaron de lágrimas y sentía una presión en el pecho, necesitaba verla, debería verla, pero no me dejaron.

- ¿Cómo diablos se les olvido llamarme si mi madre acaba de fallecer? - Dije a los gritos a la médica clinica. - ¡Debieron avisarme, joder! - Pegue puñetazos a la pared, pero era inútil, mi madre no iba a volver.