Capítulo 7.

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Narra Nicholas.

Decidí volver a mi cuarto, ya se había hecho de día y supuse que Hope en cualquier momento se despertaria, pero al llegar, me di cuenta de que estaba equivocado. Me encontré con una Hope totalmente dormida de una forma muy graciosa, toda despeinada. Me límite a reír, por lo que esta vez, si despertó.

- ¿De qué te ríes? - Preguntó con obvio malhumor en la voz.

- Es... Es que..  Duermes de una forma muy graciosa. - Contesté entre risas.

- Como digas. - Rodó los ojos y continuó. - ¿Dónde estabas?

- No podía dormir, y fui a tomar aire al balcón. - Mi sonrisa desapareció.

- Oh, no. Yo... Lo siento, no quería que te sientas mal. - Dijo.

- Da igual. - Me di la vuelta, camino a la cocina. - Apúrate si quieres desayunar. - Agregue.

Narra Hope.

Me fui de la casa de Nick luego de desayunar, tal vez necesitaba su espacio. O tal vez por milagro de la vida, mis padres estarían preocupados por mi. Pero no fue así, ni siquiera estaban.

- Hope, Hope, mira lo que hice. - Me encontré con Sky, corriendo hacia mi con una hoja en la mano.

- A ver cariño, muestrame. - Debido a la rutinaria ausencia de mis padres, desde que ellas tenían 2 años hemos sido yo y Mirtha, las que estamos para ellas, como deberían hacerlo mis progenitores.

- ¡Feliz cumpleaños! Te hicimos un dibujo, Houpi. - Hablo esta vez Mika. Así es como me llamaban ellas.

Al recibir el dibujo de parte de ellas, se me encogió el corazón, era un dibujo de nuestra familia, pero en ella estábamos, Mirtha y yo en grande, en el centro, y ellas dos, pequeñitas, aisladas, y mis padres no estaban. Por lo que se hasta ahora de psicología, todos los sentimientos de un niño se expresan en un simple dibujo. Lo que significa que se sienten pequeñas en su vida, cuando sin saberlo son las dos personitas más importantes para mi, y por las cuales hago todo.

- Niñas, vengan aquí un segundo. - Dije poniéndome de cuclillas, dejando espacio para que vengan ambas. - Ustedes saben que son las dos personas más importantes para mi en todo el mundo, ¿cierto? - Agruegue.

- Si Houpi. - Dijeron a coro.

- ¿Juntas hasta el infinito y más allá? - Intente que no se quebrara la voz al decir eso, que decía nuestra madre cuando ellas eran pequeñas y todavía estaba en casa.

- Siempre, Hope. - Dijo Sky, dándole una de sus manitos a Mika, y otra a mi.

- Mis dos pelirrojos favoritas, las amo, ¿saben? - Les di un beso en la mejilla a cada una. - Y dejen de crecer que dentro de poco ya cumplen 6 años, ¿entienden eso? - Agregue

Hoy cumplía mi mayoría de edad, y las únicas que se habían acordado eran mis dos pequeños panditas colorados.

Al entrar a la cocina me encontré con un pastel que decía "Feliz Cumpleaños Hope" Así que ya eran 3 las personas que se acordaron, y seguramente cuando se despierten, Dani y Josh, vendrían a emborracharse y comer pastel, como todos los años.

Y así fue, horas más tarde, ambos vinieron con mucha comida y obvio, muchas botellas de alcohol.

×××

Me pase toda la tarde con mis dos mejores amigos, hasta que llegó la hora de que se vayan, ya que mañana era viernes y cada uno debería Seguir su rutina.

Horas más tarde.

- Hope, necesito que hablemos. - Llego mi madre, seguido de mi padre. Se adentraron en mi cuarto, cerrando la puerta detrás de ellos.

- Hola padres, como están? Yo bien, pase bien mi cumpleaños por si se preguntaban. - Dije con sarcasmo.

- Oh, cariño lo lamento. Feliz Cumpleaños. - Intento acercarse y abrazarme, lo cual no deje que haga.

- No mama. - Dije. - Vayan al punto, ¿A qué se debe esta hermosa visita a mi cuarto? - Agregué.

Decidimos irnos a España, luego de que te gradues. - Algo en su voz me daba mala espina. - Pero sin ustedes.

- ¿Qué? Están bromeando, ¿verdad? - Grite parandome de mi cama.

- Lo se, se que somos malos padres, y con tus hermanas eres tan... Tan lo que deberíamos ser nosotros. - Dijo mi madre a punto de llorar, carraspeo y continuo más seria. - Por esa misma razón, decidimos que cuando te gradues, podrás mudarte a la casa que quieras, tendrás todo pago, y tus hermanas se quedarán contigo.

- ¿Malos padres? No, pésimos. Sus hijas están por cumplir los 6 años, ¿y las van a abandonar? En serio mama, ¿crees que es lo mejor? - Pregunté, pero sólo recibí silencio de su parte, así que continué. - Si, es lo mejor, no se merecen para nada ser padres de dos niñas tan perfectas como las que tienen. Les perdono que para mi no hayan estado, pero nunca les perdonare esto. - Dije ya llorando. - Ahora, por favor, váyanse.

Y así lo hiceron, sin decir ni una palabra, se fueron.

Que suerte coincidir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora