Que suerte coincidir.

Capítulo 11.

- Hola hijas. - Escuche que dijo. - Yo... Me siento tan apenada, se que no tengo justificación, pero en serio me arrepiento. - Agregó.

- No importa mama, sabía que algún día volverias. - Siguió hablando Sky.

Ella se fue con el teléfono en la mano hablando, luego de decirle a su hermana, que le pasaría el teléfono cuando terminara. Pero note algo extraño en Mika.

- Mini pandita, ¿Qué pasa? - Le dije sentandome a su lado.

- No lo se, siento que... No puedo perdonarla, ¿Está mal? - Contesto apenada.

- No, cariño, ¿Por qué estaría mal? - La entendí completamente. - Ahora Cuéntame, ¿Por qué no quieres perdonarla? -

- Es que, nunca ha estado para mi, la única que ha estado siempre, eres tu, y bueno, Sky. - Una lágrima rodo por su mejilla. - La extraño, y no quiero que me vuelva a dejar, ¿Qué dices que haga? -

- Mira, yo se que mama cometió muchos errores, pero ella te ama, y ama a Skyler, a veces ser madre no es fácil, o simplemente no es para todos, ella se arrepintió y si decidió volver, es por algo, deberías darle una oportunidad, ¿No crees? - Dije secandole la lágrima que había caido.

- Tienes razón. - Bajo de un salto del sofá, y fue corriendo tras su hermana.

Admito que la idea de tener a mi madre de vuelta, me da miedo, pero quizás es lo mejor para mis niñas, y si son felces, no puedo entrometerme.

×××

00:00.

Ya es el cumpleaños de mis niñas flojas.

Voy hasta su cuarto con el pastel lleno de velas, entre las manos, y encuentro la puerta entreabierta. Odio escuchar conversaciones ajenas, pero son mis hermanas, y tengo que escuchar.

- Me ha dicho que papá se fue. - Creo que es Sky.

- Si, a mi también me ha dicho lo mismo, ¿Qué dices que paso? - Esta vez es Mika. - No lo se, lo que me gustaría saber es que pasará ahora. - Añadio.

- ¿Vendrá mama? - Contesto Sky.

- No lo se... Yo no quiero que vuelva para lastim... - Entro cantando el feliz cumpleaños antes de que se depriman en su cumpleaños.

- Feliz cumpleaños cosa 1 y cosa 2. - Digo dándoles un beso en la frente a casa una. - Pidan un deseo. - Agregue, sabiendo cual sería su deseo.

Terminamos de comer el pastel, y luego de arroparlas, fui a la cocina para lavar los restos y acomodar un poco el desastre.

- Se que no se puede, pero, ¿Puedo decirte cual fue mi deseo? - Es Mika.

- ¿Qué haces despierta, nena? Ve a dormir. - Le contesto poniéndole crema batida en la nariz, en forma de broma. - Claro, Cuéntame.

- Desee que tu nunca me dejes. - Dicho eso, dio media vuelta y se fue a dormir.

Mi niña. Sólo espero que Sky no sufra, se que esta muy ilusionada con todo esto de mi madre.

Al día siguiente.

Decidí regalarles a mis hermanas un día de shopping conmigo, podrían comprarse todo lo que quisieran.

Y así fue, luego de un día lleno de risas de mis pelirrojas, de hacerme correr de un lado al otro, estamos en una heladería, tomando cada una su helado favorito, Sky y Mima pidieron uno de menta y chocolate, y yo uno de Frutilla y chocolate.

Mis gemelas se compraron dos camisetas que decían "Cosa 1" y "Cosa 2" como suelo llamarlas yo algunas veces. Yo me compre un vestido blanco, hermoso.

Llegando a casa, ambas fueron corriendo a su cuarto a jugar con las muñecas, y yo atendi el teléfono que hace rato No paraba de sonar, con la certeza de que quien llamaba, era mi madre.

- ¿Qué necesitas? - Dije, sin saludar.

- Hola hija, yo estoy bien, ¿y tu? - Contesto con sarcasmo.

- Deja el sarcasmo de lado y ve al punto, mama. - Contraataque bruscamente.

- Sólo decirte que mañana estare por allí, dile a tus hermanas, por favor. - No. Lo. Puedo. Creer.

- ¿¡Qué!? ¿Estas loca? ¿Así como asi, vendrás? - Esto ya estaba siendo demasiado.

- Por favor, mañana te explicaré todo, se que entenderán, en serio necesito que me escuchen - Dijo.

- Sólo espero que esta vez hagas las cosas bien. Te iré a buscar al aeropuerto mañana. - Y colgué.

Y de nuevo, que cliché. ¿Acaso nunca puede mi vida ser normal?