Las mismas rutinas de siempre, vestirme, desayunar, ir al instituto, enseñar a los alumnos, ver a la niña que me gusta lejos y sufrir. ¿Lo raro? Era que ella, se sentó sola y detrás de todos ¿Qué hacia? Nada. Nada de nada, sus amigas se mostraban preocupadas ya que se alejó de ellas y además estaba lastimada. Daría de todo por saber que le sucedió, quien lastimo a esa flor tan delicada. Y mataría al hijo de puta que hizo eso.
Una vez más deje la tiza y me senté a pensar: ¿Qué haría? ¿Irme o no irme de este Instituto? Algunos alumnos me interrumpían para que les explicará algunas cosas que no habían quedado entendido y yo con gusto les volvía a explicar.
—La grafica tiene dos puntos de intersección con el eje X. La otra grafica tiene un punto de interacción con el eje X. – Expliqué a una de las amigas de ______ —¿Haz entendido?
—Creo. – Sonrió —Muchas gracias.
—Marshall ¿Sabes que le sucedió a _____?
—Mis amigas y yo tratamos de averiguar que cojones le ha sucedido y porque se alejó de todas nosotras. Una de mis amigas dijo que la escuchó decir que anoche dos hombres la lastimaron en el prostíbulo.
— ¿Prostíbulo?
— ¡Ups! No debí mencionar eso. Mire señor Horan. Ella, mis amigas y yo trabajamos de prostituta pero por favor no se lo diga a nadie – Me rogó juntando sus manos.
—Ella me había mencionado algo de eso. Tranquila tu secreto esta guardado.
Al finalizar la hora, todos los alumnos corrieron a fuera excepto _____ que estaba recogiendo sus cosas. Su cabello castaño largo cubría la mitad de su rostro que estaba con una sonrisa triste. Cerré la puerta con seguro y me acerqué a ella sentándome en una silla.
—Hola.
—Hola señor Horan. – Dijo seria. No reconocía a esa ______ parecía otra mujer.
— ¿Señor Horan?
—Mire, no quiero ser grosera pero debo irme.
— ¿Qué no quieres ser grosera? _____ ¿Estas bien?
—Lo siento. – Tomó su blazer y trato de huir pero le tomé de la mano.
— ¡Hey! ¿Qué te sucede? ¿Señor Horan y que no quieres ser grosera? ¿Qué es eso?
Noté que estaba apunto de llorar y que mis manos sujetaban muy fuerte las de ella, la aliviané rápidamente y la abrasé
—Te extraño. – Salió de mi seca boca
—Déjame.
— ¿Que?
— ¡Que me dejes maldita sea! – Gritó y se largo a correr. No entendía primero era una ______ educada y al minuto ______ que conocí. Quise correr detrás de ella, pero era mejor que no. Los alumnos pensarían otra cosa que no querría que piensen eso.
Me fui con Sophi Marshall para hablar y preguntarle donde vivía ahora ______ así podría hablar tranquilamente con ella. Me dio la dirección y yo anoté en un papel. Después me pregunto si en verdad ella me gustaba y que si era así no le diría a nadie, que eso seria un secreto de ella y el mío y lo guardaría con ella hasta el día de su muerte como yo guardaría su secreto. Le dije que si, pero que tenia novia y no sabia que hacer. Como buena chica me dio un consejo, un consejo que todo el mundo lo escucha: “Escucha a tu corazón, el te dirá que hacer” Como si fuera fácil para mi. Seria más fácil si ese corazón tuviera boca. Ese tonto corazón que se había enamorado. Pero… ¿Por qué le echaba la culpa? El corazón solo se encarga de bombear sangre y los idiotas que nos enamoramos somos nosotros.
Eran diez para la siete y punto, estaba afuera de un edificio, inseguro si subir o no y hablar con ella. — ¡A la mierda todo! — Me dije a mi mismo. Tomé el elevador y busque la puerta 56. Al encontrar aquella puerta blanca me puse muy nervioso mis manos me estaba sudando. Puse aire en mis pulmones, luego lo expulsé y por ultimo golpeé la puerta.
Y allí estaba ella, en pijama, un pijama que consistía solamente en un camisón largo de color salmón, crema que cubría todo su rostro y un tallón blanco en su cabeza.
—¿_____? – Me atreví a preguntar
—Y aquí es donde yo debo estar solo en camiseta para dormir, y tú… tú debes estar de traje con un ramo de rosas y una caja de chocolates diciéndome que quieres estar conmigo y que me quieres demasiado. Y luego… luego hacer el amor toda la noche. Pero no. No es así, estamos en la realidad, la jodida realidad. – Dijo con la voz temblorosa, diciéndome que estaba apunto de llorar. — ¿A que mierda viniste Niall?
—Hablar contigo.
— ¿Sabes qué? Estoy tratando de olvidarte pero no puedo contigo aquí. Es mas… tengo las ganas de besarte y decirte que te quiero demasiado, y que lo tengas en cuenta porque lo que siento por ti no lo sentí por nadie más.
—_____ yo…
— ¡Déjame terminar aunque sea maldito idiota! A mi corazón ya no le caes bien… Tomó aire y se fue adentro dejándome pasar. Tomó un cigarro que estaba arriba de una mesa y le encendió.
—Olvida lo que te dije. ¿Estás bien?
—Sí. Y… ¿Cómo va tu vida?
—Dejé los vicios. – Dijo expulsando el humo por la nariz y por la boca
—Ese cigarro en tu mano dice lo contario.
—Me refería a ti. – Una patada al estomago y muy bajo.
—No entiendo que hago aquí… o si lo sé pero tal vez no quiero decirte.
—Me estoy preparando para salir. Quiero que te vay…
—Te amo. – La interrumpí mirando al suelo. Volví mi mirada hacia ella y la encontré con los ojos aguados.
—No. Tú nunca me amaste, ni a ella, ni a nadie, ni nada. Vete Niall… y haremos como que esto no pasó.
— ¿Hay otro? ¿Es por eso?
—No… No hay nadie mas.
Uno más o dejamos hasta aqui los capítulos?
De paso les digo que solo Quedan entre 5 a 7 capítulos y esto se terminas :(
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Mi profesor [Niall y tu]
FanfictionNiall Horan, el nuevo profesor de matemáticas, con 25 años de edad rubio y hermosa sonrisa enamorado de su alumna __ Lee de 18 años, una muchacha con buenos atributos a la que llaman ‘‘La gatita’’ por comportarse como una p*ta con todos los chicos d...
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