013

1K 128 19
                                    

Habiendo pasado ya la hora del almuerzo el par de muchachos había pasado a recostarse sobre el sofá, uno junto al otro enredando sus piernas por inercia, YoonGi se había ubicado contra el cuello ajeno, haciendo que su cabellera y felpudas orejas rozaran este, de igual modo Jimin estaba dejando suaves caricias sobre la espalda impropia, viendo cómo aquella oscura cola se movía con parsimonia.

Fue en ese tranquilo momento que Jimin ya no pudo aguantar, ¡Tenía muchas preguntas! Y cómo no con el bizarro estilo de vida que había adoptado desde que el minino entró a su departamento.

— Hey... Minino... ¿Me contarías más de ti? De tu familia, tu historia, o cosas por el estilo, yo también podría contarte de mi, si quieres. — Comentó cauteloso cerrando sus ojos ante el temor de ser rechazado con cortantes monosílabos, más al sentir que su acompañante asentía y se preparaba para hablar, le fue imposible no sonreír victorioso.

— Bueno, como sabes ahora es más usual ver híbridos libres que antes, ¿Sabes cómo se llegó a todo esto, Jimin? Porque si no es así, esta historia será más larga. —

— No realmente... ¿Me explicas? Soy un cero a la izquierda en el tema. — Jimin se sentía un mentiroso, el sabía sobre la rebelión que hubo hace largas décadas, le encantaba toda la historia que poseían las personas como su compañero de departamento, pero al tener la oportunidad de oírla de alguien que la vive, le fue imposible el decir la verdad.

— Bueno, a ver... Antes, hace cincuenta o sesenta años, los híbridos se vendían, como mascotas o personas de compañía por altas cifras de dinero, eran accesibles a muchas personas, pero sólo porque para tenerlo, te dejaban endeudarte de maneras impresionantes, gente llegaba a tener deudas de más de veinte millones por tener un híbrido a su cargo, deudas que se pasaban a sus hijos al no poder pagarlas antes de fallecer, a ese extremo. Esa fue una de las causales para que comenzaran las protestas de los liberales, gente que podía o no conocer, tener o ser un híbrido, y luchaba para que estos tuvieran derechos propios, como personas, no como objetos, por ejemplo... si tú fueras mi dueño legal en esa época, y fallecías en un accidente sin dejarme en el testamento a cargo de nadie, ni al mando de tus propiedades, yo pasaba al familiar más cercano, o al estado, no podría ser libre ni me podían poner en adopción otra vez, eso no se supo hasta veinte años más tarde de que los híbridos se hicieran públicos, además tú puedes pensar, "Bueno, los híbridos eran cotizados, cualquier familiar del dueño fallecido aceptaría uno, ¿No?" Pues no, cuando el dueño fallecía, el híbrido entraba en depresión la mayoría del tiempo ya que por la manera en que fuimos creados existía algo llamado 'Lazo' donde un híbrido podía amar a solo una persona, y dependía de ella, esto lo implementaron todas las compañías para que un híbrido no dejara a su dueño por otro, mas al morir el dueño le dejaban sin la posibilidad de poder crear un nuevo lazo, lo que incluía no ser feliz otra vez, por lo mismo la familia lo rechazaba, e iban a los hogares del estado, donde comenzó un contrabando de híbridos sin dueño legal enorme, recuerda que este sistema estuvo andando por veinte años sin que nadie supiera. —

— Pero... ¿Y si el dueño le dejaba al cargo de sus propiedades? ¿Qué pasaba? —

— El híbrido lo tendía a ver como un acto de confianza y entrega por sus dueños y se lo tomaban como un deber el mantener el legado de su amo a través de todo lo que heredaron, se volvían dueños de casa y algunos, prestaban sus hogares como casas temporales a híbridos que pasaron la mayoría de edad para ser adoptados. —

— Oh... — Musitó simplemente Jimin abrumado por todo lo que su acompañante le estaba contando, él ahora se daba cuenta que en realidad era un cero a la izquierda en el tema.

— Bueno, siguiendo; luego de que se supo todo lo que pasaba en las casas del estado, algunos periodistas comenzaron a tocar el tema de otro modo, las planas ya no contaban cuan buenos eran los híbridos como acompañantes en vidas solitarias o cómo conseguir uno al menor precio, sino que contaban lo que pasaba por debajo de todo esto, se comenzó a tocar el tema del contrabando de híbridos, el maltrato en las casas del estado, qué pasaba cuando se superaba la edad de válida en los centros de adopción, y todo eso hizo que la gente enfureciera, algunos eran tan apegados a su híbridos que ya no los veían como mascotas, sino que como sus parejas, por esa época se comenzaba a implementar en las empresas una medida para que los híbridos pudieran preñar a sus dueños del mismo sexo y también pudieran quedar ellos preñados, antes de eso sólo se podía entre relaciones heterosexuales, de todas manera sólo se conseguían híbridos de la misma raza que el padre o madre que tuviera el gen de algún animal, pero bueno, cuando se dieron cuenta que perdían un gran mercado con las relaciones homosexuales, se comenzó a experimentar con las crías menores en los centros de adopción obligándoles a relacionarse con humanos sin tener un lazo para intentar conseguir que los preñaran, o fueran preñados, eso resultaba en grandes traumas y traspasos ilegales a los centros del estado cuando ya no servían. —

Yoonmin ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora