017

722 97 8
                                    

Ya había pasado más de una hora en donde ambos muchachos iban caminando, en el frío, Jimin no se encontraba de buen humor, él no era un deportista, ¿Acaso Yoon no se dió cuenta de ello al compartir hogar? Jamás Jimin salió a correr, menos a trotar, y con suerte caminaba, ¿Cómo podía pensar que ese "Paseo" sería agradable para el rubio? Su ceño fruncido dejaba en obvio el mal humor que ya traía, mas aún así su mano se mantenía enlazada a la impropia.

— Ya casi vamos a llegar, aguanta otro poco, ¿Si? Mi padre se llevó la camioneta y no hay nada de locomoción aquí, no hay otra forma que no sea caminando, Jiminnie.— Explicó con un tono que suplicaba compasión, ni si quiera podía ver a su acompañante, a él no le gustaba la actividad física, pero definitivamente a Jimin le gustaba mucho menos y eso lo tenía claro, no quería ver la expresión de disgusto en su rostro.

— Yoon, ¿A dónde iremos? Ah, tengo frío... Espero valga la pena.—

— Yo igual. — Murmuró más que nada para si mismo.

Finalmente ahí estaba, en unos pocos metros ya estaba el centro del pueblo, aún con todo el frío y la nieve la gente estaba ahí, el comercio no se detenía, las personas caminaban de un lado a otro y el ambiente se volvía de a poco más ligero.

Sólo bastaron un par de cuadras y YoonGi pudo sonreír con confianza, habían llegado, un local escondido entre las calles con dos ventanales amplios, y una sencilla puerta de madera oscura, sin dejarle a Jimin descubrir mucho más lo hizo entrar de una vez por todas.

—Ya, al fin, ¿Ves? Aquí no hace frío.— Replicó con su mejor sonrisa quitando su abrigo para colgar el mismo, notando como el menor lo imitaba a los pocos segundos. — ¿Te gusta, Jiminnie?

— Claro que me gusta... Sabías que me gustaría. — Y con sólo esas palabras pudo por fin entrar, el lugar era del tamaño justo, había espacio suficiente, pero no era enorme como para perder calor y la sensación hogareña, con calma se paseó por las altas estanterías de libros, la mitad de la tienda estaba llena de ellos, y la otra mitad era una cafetería especializada en postres dulces, ¿Acaso algo más podía pedir?

— Puedes sacar uno para leer mientras comemos, luego lo dejas acá, lo compras, o lo pides prestado, yo tengo la tarjeta de residente así que no necesitas sacar una, puedes usar la mía.— Explicó partiendo tras el muchacho hablando en voz baja, pero a un tono que era audible.

— Me encanta... ¿Porqué no hay uno de estos en la ciudad? Sería perfecto desayunar aquí todos los días, o pasar luego de la universidad...—

— Puedes aprovechar éste mientras tanto, andando, vamos a comer, antes de irnos eliges un libro.—

Luego de los minutos suficientes su comida estaba lista, Jimin pidió una taza de chocolate caliente con malvaviscos, un clásico de clásicos, mientras que al contraste Yoon pidió un café amargo con un toque de caramelo, sólo para nivelar. De acompañamiento iba un trozo de tarta de frutas, y unas cuantas galletas de jengibre, todo eso dejaba la mesa casi llena, porque cabía destacar que las porciones eran bastante generosa.

— Anda, prueba un poco, estas galletas eran mi adoración... Si ves una fotografía mía por la casa en donde parezco un felino sedentario, es culpa de éste local, mi madre siempre me traía.—

— Yoon, lamento mi mal humor antes... Realmente me encanta el lugar, me hubieras dicho, así tenía algo por lo que caminar, mhhh. — Alegó un poco avergonzado mientras sumergía galletas en su chocolate y luego se daba el gusto de probar, sacando una tras otra con la conversación.

Sin medir el tiempo ya el sol comenzaba a esconderse, YoonGi no se quería ir, le gustaba escuchar todas las historias de cómo Jimin se había caído de pequeño y se rompió la rodilla, de cómo nunca aprendió a saltar la cuerda, o de cómo soñaba con ser un pintor reconocido cuando entró a la enseñanza superior y se enamoró de su profesor de artes, mas sabía que de noche no era tan agradable la ciudad, y no quería que tuviera que toparse con esa parte del lugar, al menos no en ese momento.

Yoonmin ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora