«La verdad siempre sale a la luz»

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- Desde el principio Damon no me gustó, pero nunca creí que pudiese hacerle daño a Caroline. Bonnie y yo estábamos en el Grill, patatas y batidos, lo necesitábamos.

- Ya, yo tampoco. Removí mi batido con desgana.

Quisiera decir que no me afecta nada de lo que Damon haga, pero no es así, me dolió más de lo que pensé, quería creer que había algo bueno en él, pero me equivoqué. Llevábamos ya un par de días sin verlo y en el fondo, muy en el fondo, no podía dejar de preguntarme donde se había metido, si se habría ido para siempre.

- ¿Elena arregló las cosas con Stefan?

- No hasta que él empiece a decir la verdad. Y esperaba que fuese pronto.

Una hora después estábamos en el lavado de coches benéfico que organizaba el instituto.

- Es la segunda vez que traes el coche y tú ni siquiera tienes este coche, maldito depravado. Tyler estaba con su coche lleno de mierda inexplicablemente, y digo inexplicablemente porque hacia 10 minutos que le había limpiado su coche a conciencia.

- Es el coche de mi madre, me lo prestó porque esto es una buena causa.

- Si, que su hijo cachondo vea chicas en bikini.

- Dices "chicas" pero yo sólo he venido a junto tuya hoy, sólo tú. Y Tyler me miró de arriba abajo, detalladamente, y el bikini azul que Jenna me había comprado para la ocasión de repente se sintió muy pequeño y ambos nos sonrojamos. Los pitidos del coche de atrás rompieron el momento.

- Eh, mmm, me voy, nos vemos esta noche para deberes. Contestó de manera apresurada antes de irse.

- . Musité, eso había sido raro.

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- ¿Qué eres? Elena le preguntó a su novio, había investigado pero no quería creerlo.

- Lo sabes.

- No, no lo sé.

- Sino no estarías aquí.

- No es posible, no puede ser.

- Todo lo que sabes, todo lo que dabas por sentado va a cambiar, ¿estás preparada?

- Quiero saberlo.

- Soy un vampiro.

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Elena entró corriendo en casa y echó el pestillo, estaba asustada, corrió a su habitación, y yo fui detrás de ella.

- Ei, ¿qué ocurre? Elena ¿Qué pasa? Traté de tranquilizarla.

- No, no puede ser, es imposible, me estoy volviendo loca. Elena ni siquiera me miraba.

- ¿Qué coño pasa? me estas asustando. La cogí por los hombros y ella me miró.

- Son vampiros, Damon y Stefan son vampiros.

- Eso es imposible Elena, estarás confundida, ¿habéis peleado? Eso era ridículo, no existían los vampiros, aunque.... Su actitud, su agilidad, su sigilo...no quería creerlo pero...

- Me lo confirmó Sara, lo hizo. No puedes decírselo a nadie. Es peligroso, a saber que nos haría Damon.

- No puedo creerlo.

- Es la verdad Sara, hay vampiros en Mystic Falls.

No logré pegar ojo, en toda la noche, en parte porque me la pase buscando Vampiros en google, parecía Bella Swan, ¡por dios! Fui a la habitación de Elena, también estaba despierta, con ojeras.

- Ei, ¿cómo estás? Le pregunté mientras me acercaba a su cama.

- Mejor, creo.

- Todo irá bien, estoy aquí, siempre.

- Siempre. Voy a hablar con él, quiero la verdad.

- No vuelvas a casa sin ella. La animé.

Le di un abrazo y cruzó el umbral decidida.

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Vale, es oficial, estoy lista para flipar, ¿Vikie Donovan podría convertirse en un vampiro? Damon y Stefan tienen 150 años y se pelean por un vampiro incluso más viejo que ellos. Material de ciencia ficción. Elena siempre ha sido la racional, la sensata, y yo más alocada y temperamental. Y cuando lo acepté no tuve miedo, porque mi cabeza estaba llena de curiosidad, quería saberlo todo, y eso era un problema, porque Damon ya me fascinaba antes de saber que era un vampiro, y él es peligroso, volátil y un depredador, un inmortal.

El timbre sonó, y me acerque a abrir, cuando vi que era Damon trate de cerrar la puerta, me fue imposible.

- Jeremy vete arriba. Le grité a mi hermano tan pronto abrí la puerta.

- Me tienes miedo, veo que Stefan ha jugado a la hora de la verdad.

- Aléjate de nosotros.

- Eh, no te pongas así solo estoy buscando a Stefan, puedo pasar, claro que sí, me invitasteis. Y entró cerrando la puerta tras de si - Podemos dejarnos de rodeos si quieres, no voy a hacerte daño, no tendría sentido mataros ahora, dime donde está Stefan.

- Está buscando a Vikie

- No me mires con esos ojitos de indignación. Me agradecerá lo que hice por ella. Y se acercó a mí, invadiendo mi espacio personal, pero no me acobardé, tuvo oportunidad de matarme y no lo hizo, alcé la barbilla, lo miré directo a los ojos.

- Como tú a Katherine. Le escupí en la cara, su rostro se ensombreció, tocado.

- Te ha contado toda la historia ¿eh?

- Lo suficiente. Dio un paso atrás, se estaba enfureciendo.

- Lo dudo bastante, dile que lo estoy buscando. Un pequeño consejo, piensa mejor en quien invitas a entrar en casa. Y ahí estaba, la sonrisa de cabrón que hacía que se te mojaran las bragas.

Llamé a Elena y a Stefan y me dijeron que cerrara y me quedara con Jeremy, supongo que le dijo a Stefan que me puso al día. Unos minutos después Elena llegó, se tumbó a mi lado y lloró, no hice preguntas, la abracé y nos tapé con el edredón. Mañana sería otro día, otro día para luchar.

«Veritatem Revelatam» Damon Salvatore [EDITADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora