A la mañana siguiente, los Salvatore tuvieron una interesante conversación en su sala de estar.
- ¿Quieres una? El desayuno de los campeones. Damon le ofreció una copa a Stefan - Dilo, lo que sea, expúlsalo.
- Es por lo que dijo Isobel, bueno, tú y Sara os lleváis bien. Sé que ella te aprecia y tú a ella también.
- Esto se está poniendo interesante.
- Me preocupa que le hagas daño, te considera su amigo, ya han pasado por bastante.
- Y yo a ella, de hecho creo que es la única amiga que tengo.
- A riesgo de parecer controlador...
- No lo pareces, lo eres.
- No lo permitiré, un acercamiento en el que ella acabe...dañada... ¿me he explicado? Stefan sonó demasiado amenazador.
- Solo somos amigos, pero ya que estás tan preocupado por ella, supongo que podrás decirle tú la verdad.
- ¿Qué verdad?
- Sobre John.
- ¿Qué?
- ¿Es que soy el único de la familia que sabe contar?, Isobel, ella y John se acostaron y luego ella va a dar a luz a la consulta de su hermano.
- Es su padre.
- Bingo, te dejo a ti la noticia bomba, dile a Sara que si necesita un amigo aquí me tiene.
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- No aguanto el corsé, las mujeres de entonces debían estar locas. Le dije a mi mejor amiga.
- Estás genial y mira Tyler el soldado confederado, hacéis una pareja adorable.
- Voy a buscar a Elena. No quería pensar en un "nosotros", no con Damon rondando mi cabeza, no sería justo para Tyler ni sería justo para mí.
- ¿Qué haces aquí? Mientras tanto Stefan y Elena encararon a Damon.
- ¿No puedo venir? es nuestra fiesta, he venido a divertirme y acechar a Sara, plan de viernes por la noche.
- No empieces... respondió un Stefan agotado.
- Solo me divierto, me encanta verte asustado. Lo sé, como ahora ya no me interesa Katherine tienes miedo que ponga todas mis energías en Sara.
- Ella no es un reemplazo para Katherine.
- Lo sé, sé que ella no es... Pero dejó de hablar cuando divisó a Sara en un traje de época, su época, ceñido a la cintura, con sus tirabuzones dorados cayendo por todas partes.
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- ¿John? No daba crédito a lo que Stefan nos estaba explicando.
- No es posible. Mi hermana tampoco quería creerlo.
- Genial, espero que no sea verdad, ni siquiera me gustaba como tío. Enfaticé.
- Deberíais enfrentarlo y preguntarle. Me sugirió Elena.
- Genial, Jeremy nos odia, nuestra madre es poco menos que una psicópata y nuestro padre un gilipollas, ¿algo más? Elena y Stefan se miraron de soslayo, algo estaban pensando.
Poco después estaba entrando por el Grill, adiós corsé hola converse.
- Me gustas más así, el otro look no te pega nada. Damon me interceptó nada más puse un pie en el local.
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«Veritatem Revelatam» Damon Salvatore [EDITADA]
أدب الهواةSara Gilbert creyó que cuando sus padres fallecieron en un accidente de coche su vida había terminado, pero esa noche sólo había sido el comienzo...