- Asique hoy vienen a cenar Stefan y Bonnie. Comenté a mi hermana mientras preparábamos la cena.
- Quiero que se conozcan, que se lleven bien.
- No deberías forzar la situación.
- Por cierto, ¿te has enterado? El Chico misterioso de Caroline, es Damon. Mis tripas se retorcieron bruscamente.
- ¿Qué? No me mencionó nada.
- Hoy la trajo al entrenamiento, venían de su casa, de dormir juntos.
- Ya, me lo imagino, Caroline lo ha placado. Mi tono sonó más acido de lo que me gustaría admitir.
- Ei, quédate, te distraerás.
- Pensaba ir al Grill.
- Por favor, Stefan ya te conoce, así aliviaras la tensión, darás conversación y Bonnie no se sentirá como la tercera rueda.
- Vale, seré la cuarta rueda.
Una hora y media después los cuatro estábamos a la mesa, charlando de todo y de nada. Parecía que las cosas iban bien entre Bonnie y Stefan , él estaba siendo encantador, pero estaba tenso. Empiezo a pensar que ese es su estado habitual, amable pero tenso. El timbre suena y me levanto a abrir, cuando abro la puerta Damon y Caroline están ahí, mirándome y sonriendo, no hablo y tampoco sonrío.
- Bonnie nos dijo que habíais quedado para cenar asique traemos el postre.
- Espero que no te importe. Había demasiada diversión en su voz.
Elena y Stefan aparecen detrás mío, Caroline traspasa el umbral rápidamente pero Damon no, se queda observándonos.
- No, no, estábamos terminando. Stefan está muy nervioso.
- Claro, pasad. Elena siempre amable.
Damon sonríe como un felino, da un paso seguro dentro de nuestra casa y musita algo que no logro entender, cortesía banal supongo.
Cinco minutos después estamos todos en el salón, Caroline demasiado encima del cabrón arrogante (si, lo he bautizado) para mi gusto.
- No me puedo creer que Tanner te acepte en el equipo. Ríe Caroline. Tyler tiene que estar furioso. Y me mira y guiña un ojo, que disimulada Care, en que maldito momento se me ocurrió decirle que me parecía definitivamente un jugador de fútbol caliente. Aunque, siendo sinceros, la única persona que no sabía que me gustaba era el propio Tyler. Damon entrecierra los ojos, baya, ese gesto tampoco pasó desapercibido para él.
- Es lo que siempre le digo a Stefan, tiene que integrarse, no puedes quedarte esperando a que la vida venga a ti, tienes que salir a por ella.
- A Elena no le ha ido tan bien en las pruebas de animadoras. Comentó Caroline, aunque no lo hiciese a posta podía llegar a ser muy hiriente.
- Yo y Sara la ayudaremos con las rutinas. La defiende Bonnie.
- ¿Sabes? no pareces la típica animadora. Especula Damon.
- Eso es porque sus padres murieron, antes era más divertida, ambas. Y lo digo con toda la sensibilidad.
- Gracias Caroline. Gruño.
- Lo siento mucho, Stefan y yo hemos visto morir a todas las personas que nos eran queridas.
- Damon, no creo que sea el momento.
- Oh si, lo siento lo último que quieres en este momento es hablar de ella.
- Bueno, voy a lavar los platos. Quería salir de ahí, de la tensión, podía cortarse con un cuchillo.
- Te ayudo. Vaya, Elena también quería huir.
- Mataré a Caroline, lo haré. Jadeé mientras apretaba un paño de cocina.
- Voy al baño, necesito refrescarme para volver ahí dentro. ¿Empiezas tú?
- Sí, claro.
Estaba lavando cuando Damon se acercó por detrás.
- Uno más. Di un pequeño salto y él sonrió, empezaba a odiar esa sonrisa, porque sabía lo que estaba pensando, te incomodo y me divierte. Cabrón.
- Me gusta Elena (entrecerré los ojos) para mi hermano, sabe divertirse y necesita que lo animen, después de la última.
- ¿Cómo murió?
- En un incendio, un trágico incendio. Y su mirada se oscureció un poco. Esa fue la primera vez que me di cuenta, como los matices de sus ojos cambiaban con lo que estaba sintiendo, como si no pudiese contener sus sentimientos.
- ¿Cómo era ella? Elena apareció por detrás, supongo que la mataba la curiosidad.
- Era muy atractiva, en eso se parece a ti (¡auch!), también era muy complicada y no muy amable, pero sexy y seductora. Sus ojos se humedecieron un poco.
- ¿Quién salió con ella primero? Y el misterio de su rivalidad salió a la luz
- Muy observadora, pregúntale a Stefan, su respuesta será diferente de la mía.
- Lo siento, musité
- ¿Por qué? Estaba confundido.
- Tú también la perdiste. Y por un momento, él estaba vulnerable, durante un segundo, luego parpadeó e inclinó la cabeza, ese momento había terminado.
Salió de la habitación, intente decir algo pero el timbre sonó, salvada por la campana. Volví al salón y Tyler estaba ahí, mirando a los Salvatore. Habíamos quedado para hacer los deberes juntos, yo los hacía y él vagueaba, solíamos hacerlo un par de noches a la semana para pasar tiempo juntos. Era como el momento tranquilo del día.
- ¿Llego pronto o tarde? Cuestionó, se veía un poco tenso.
- Pronto. Dijo bruscamente Caroline.
- No, llegas justo a tiempo. Estos son los hermanos Salvatore, Damon y Stefan, el novio de Elena.
- Un placer. Les dio la mano pero no sonrió.
- ¿Y tú eres? Interrogó Damon.
- Es el chico de Sara. Pinchó mi amiga, según ella estaba secretamente enamorado de mí por eso conmigo no era un imbécil integral.
- ¡Caroline! Estaba llegando a mi límite, definitivamente.
- Nosotros subimos, lo he pasado bien, hay que repetirlo. Dije sin mirar a nadie en particular, por una extraña razón no quería ahí a Tyler, el explosivo de Tyler contra los misteriosos Salvatore, algo en esa mezcla no me gustaba para nada. Cogí a Tyler de la mano, me devolvió el apretón y subimos las escaleras encerrándonos en mi habitación.
- Dime que esos dos no te tienen abducida como a Elena y Caroline por favor.
- No, tranquilo, pero deberías conocerlos. Stefan es muy agradable, en serio.
- y ¿Damon?
- A penas le conozco.
- Mírame, no quiero que cualquier cabrón te haga daño, no a ti.
- Puedes estar tranquilo, está con Caroline.
- Ven aquí- me abrazó- te he traído gominolas,
Escaleras abajo, el ambiente estaba cada vez más cargado, Damon no estaba contento, no le gustaba, no le gustaba para nada ese humano insulso que estaba en el piso de arriba.
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«Veritatem Revelatam» Damon Salvatore [EDITADA]
FanficSara Gilbert creyó que cuando sus padres fallecieron en un accidente de coche su vida había terminado, pero esa noche sólo había sido el comienzo...