Capítulo Ocho.

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                 Tobias

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   El cuerpo cae inmóvil al piso, dejándonos sin nada.

— Ya no tenemos una fuente de información. Genial — digo. Esto me pone muy molesto — . Ahora lo único que nos queda es salir y buscar a Tris a donde sea que Marcus se la haya llevado.

   Me da escalofríos con tan solo mencionarlo. Me recuerda esos días en los que abusaba de mí solo por "mi propio bien".

   Oigo un gemido de dolor detrás mío. Volteo a ver la fuente del sonido y veo a Peter sosteniendo su brazo e intentando sacar el cuchillo que Maia le arrojó.

— No hagas eso — dice Caleb deslizándoce hasta donde él se encuentra — . Solo lo empeorarás. Déjame ayudarte.

   Caleb lleva a Peter a el hospital para curarlo. No creo que pueda salvar su brazo de ésta.

— Estábamos tan cerca. ¿Tienes idea de a donde se la llevó? — pregunta Christina. Tiene en sus manos la pistola de Maia.

— No.

— Ella era una persona inteligente y muy buena mentirosa. Nunca lo hubiera esperado de ella. 

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                    Tris

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— ¿A dónde vamos? — pregunto. Llevamos montados en un tren por unos diez minutos, entre los cuales no hemos dicho nada, aunque tenga muchas preguntas sin responder.

— A casa. Donde nos estábamos quedando hasta que te raptaran y borraran tu memoria.

— ¿Y dónde es eso?

— Lejos. Nos tomará unos dos días llegar hasta allá en tren — dice Marcus — . Traje comida y agua para no detenernos y llegar lo más rápido posible.

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   Dos días. Dos días seguidos sin parar. El clima se ha estado poniendo cada vez más frío y nublado mientras avanzamos. Tuvimos que bajarnos del tren y caminar por una hora hasta llegar a casa, pues nuestro destino está en un lugar por donde no pasa el tren.

— Mira — dice Marcus — .  El Plano. Ya llegamos — él señala un lugar unos diez metros de donde estamos.

   Lo que él llama "El Plano" es un cendero de piedras colocadas simétricamente. En total son once casas. Cinco de un lado de la calle hechas de madera con un solo piso. Lo mismo del otro lado de la calle. Al final de la calle hay una casa de dos pisos, hecha del mismo material que las otras.

— La del final es la nuestra — dice Marcus en tono orgulloso.

— ¿No es un poco grande para sólo dos personas? — pregunto.

— ¡Hola Marcus! — saluda alguien desde la ventana de su casa, haciendo que Marcus no responda mi última pregunta — Con que esta es la famosa Tris de la que siempre has estado hablando. 

— Exactamente, Thomas.

   Thomas sale de su casa. Debe medir como unos dos metros, sin olvidar que es muy corpulento, lo que lo hace medir como medio metro de ancho. Es de piel morena, tiene unos ojos marrones y el pelo negro. Lleva una camisa sin mangas, dejando a la vista sus músculos.

— Un placer conocerte — dice cuando llega al lado mío, extendiéndome una mano para estrecharla — . Soy Thomas.

— Tris — tomo su mano y la estrecho.

Divergente ~ ¿Por qué yo? [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora