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Aún Khalan y las otras dos chicas seguían parados, con el pizarrón detrás, esperando que todo pasase para poder seguir exponiendo. Y eso era justamente lo que yo quería.

Comenzaron revisando las mochilas de los chicos del frente. Por lo tanto no demoraron mucho en revisar la mía. Como se esperaba, no había nada en ella más que cuadernolas, fotocopias y la cartuchera. La directora me susurró que igual sabía que yo iba a ser incapaz de hacerlo.

Todas las demás quedaron impactadas de que mi mochila estuviera sin las pertenencias de Charlotte.

Una persona inteligente iba a poder pensar que tal vez la víctima de la broma de mal gusto se hubiera dado cuenta del plan y las cosas podrían estar en sus propias mochilas. Iba a poder darles el tiempo para sacarlas y guardarlas en otro sitio y que quedara el caso como si hubiera sido solamente una simple pérdida. También podrían suponer que alguien a quien le contó lo que pasaría la delató, y por elegir, obviamente iba a ser Astrid la más sospechosa.

Pero esas chicas no tenían ni la mitad de la capacidad que cualquier persona en condiciones normales tiene.

Llegaron a ellas. Nada en la mochila de Kate, tampoco en la de Charlotte, por supuesto que tampoco en la de Astrid pero... La cara de sorpresa de todos al ver que Hailey tenía todo, fueron inexplicables.

Astrid fue la que habló:

-¿Hailey? ¿¡Qué acabas de hacer!? ¡Claramente esto es un error!- Dijo alarmada. Hailey no pudo articular palabra alguna y miro a Charlotte que su cara expresaba una intensa desesperación.

El silencio que se tornó en el aula fue muy incómodo para muchos. Para mi fue triunfante.

-No lo creería si me lo dijeran, pero lo acabo de ver con mis propios ojos- Empezó diciendo la directora. Hailey no sabía qué hacer, miró a todos allí. Khalan estaba como siempre.

-Por supuesto que va a tener la observación correspondiente y que llamaremos a sus padres para tenerlos al tanto de lo que ha ocurrido.- Hailey miró con rabia a Charlotte porque ella había sido la que más que nada había ideado el plan. Estaba claro que con la ira que ella sentía podía delatarla en cualquier momento. Pero para mi desgracia no lo hizo.

La directora ordenó que devolviera lo que había "robado" y  se retiró del salón junto con Hailey.  Las clases continuaron normalmente y Khalan pudo terminar su charla.

Las chicas se preguntaban entre susurros las unas las otras que había pasado y que había salido mal sin encontrar una respuesta coherente.

¿Tanto les costaba aceptar que yo gané?

Pff... Charlotte...cuando juegas con algo peligroso tienes que tener en cuenta las medidas para no hacerte daño vos misma.

Tocó el timbre luego de varias horas y pudimos ir a casa. Astrid al pasar por mi lado me susurró
-Un éxito- y sonrió, yo le correspondí la sonrisa. Ella avanzó más rápido que yo hasta doblar en una cuadra y perderla de vista.

Khalan se me unió en el camino a casa.

-¿Viste lo que ha pasado hoy en tu clase? Digno de una novela. ¿No lo crees?- yo me reí a la vez con el.

-Si, lo ví. Suelen pasar cosas raras, ya nada me sorprende. ¿Qué podría esperar yo de ellas?- El miró hacia el suelo sin dejar de caminar. Nuestros pasos iban a la par.

-Tienes razón.- Dijo.

Se formó el silencio incómodo.

-Que feo es que la única excusa que tenga para hablar contigo sea acerca de otras personas que ni siquiera valen la pena.- Lo dijo con lástima.

-Si, lo sé. Igual nadie te niega que puedas hablarme, puedes hacerlo-

-¿Nos juntamos hoy?- me preguntó de la nada. Yo me sonrojé. ¡Mierda! Espero que no se haya notado...el amor es un asco.

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