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Cuando llegamos me bajé del auto a la velocidad del sonido básicamente y ví a un ómnibus salir. Lo único que hice fue rogar que no fuera el suyo.

-Mamá, busca a Khalan fuera de la terminal. Yo lo buscaré adentro- Le dije.

-¿No crees que hay que respetar su decisión? No es de nuestra incumbencia lo que el haya elegido. Él no se iría por cualquier cosa-

Yo cerré los ojos intentando no levantar la voz y tratando de poder controlarme.

-Como gustes. Haz lo que quieras, yo no seguiré esa orden- Y corrí hacia la entrada de la terminal.

Había mucha gente. Era evidente, estábamos en vacaciones.
Apartando a todo el que estaba delante llegué hasta los bancos de espera.

Por suerte el estaba ahí...sentado con las manos en la cara.

-¡Khalan!- Grité. Él se levantó y yo corrí a abrazarlo. El también me abrazó aunque lucía sorprendido.
Aún seguíamos abrazándonos.

-La próxima vez puedes avisarme de algo tan importante. Maldito idiota cobarde- Le dije empezando a llorar.

-¿Cómo supiste que estoy aquí?- me preguntó dejándome de abrazar.

-Eso no importa ahora- Le miré los ojos y le acaricié la mejilla.

Una voz se escuchó en los altavoces. Y Khalan se alarmó. De seguro ese era el ómnibus que debía tomar.

-No vas a hacerlo. ¿Verdad?- Le pregunté.

Él se tocó el pelo confundido. No sabía qué hacer.

-Yo... tenía que ir. En parte era para nuestro bien- Me dijo.

-Luego me explicarás eso- Le dije y sonreí. Le tomé la mano y caminamos juntos. Luego mamá nos llevó a casa en el auto.

-¿Tus padres ya estaban enterados de que te ibas?- Le pregunté ya en mi cuarto.

-Si...lo estaban. No accedieron mucho, pero al final tuvieron que ceder- Me respondió. Mamá había ido al supermercado para hacer las compras y nos trajo postres dulces.

-Te odio...no puedo creer que me hayas asustado de tal forma. Ahora, hablando en serio, Austin me dijo que estabas allí. Si no hubiera sido por el, hubiera perdido tiempo yendo al aeropuerto. Juraría que ibas a estar allí-

-Sabía que no podía confiar en él-

Yo me reí y comencé a comer un cupcake.
El día estaba agradable. Y yo estaba tranquila.

-¿Puedes contarme por qué quisiste huir?-

Khalan evitó mirarme a la cara. De seguro algo le avergonzaba.

-No quiero hablar de eso. Pero llegará un momento en el que tendré que hacerlo-

Yo me crucé de brazos y lo miré algo enfadada.

-Siento ser así, pero exijo que me lo cuentes. Me estás volviendo intranquila. Sé que es algo importante y que de alguna manera está relacionado conmigo-

Él se tocó el pelo. Esta vez estaba triste y nervioso a la vez. Y por un momento me arrepentí de haberle dicho eso.

-No sé siquiera por donde empezar. Puede que me digas que desde el principio, pero es que no sé en donde empieza todo- Me dijo y se puso los codos sobre la mesa y con los manos agarró su cabeza mirando hacia abajo. ¿Iba a llorar?

Yo me senté a su lado y acaricié su espalda. Le di tiempo para pensarlo.

-Yo no puedo ser tu novio, tú no puedes ser nada más que amigos o algo así- Me empezó a decir. Yo dejé de frotar su espalda y le miré desconcertada. Siempre había sabido que ya estábamos a tiempo de empezar una relación bastante estable. Yo siempre imaginé que sería por vergüenza o miedo. Pero ahí todo me dió un giro; ¿Por qué era entonces?

-¿Por qué no Khalan?- Le pregunté.

-Hace tres años yo empecé a salir con una chica un año mayor. Bueno...unos meses básicamente. Hace tres años me fui por un año hacia Argentina y entablamos una relación ya que siempre nos veíamos. Todo fue bonito hasta que llegó la hora de volver. No me dió el tiempo de despedirme, pensé que algún día iba a volver a verla, cosa que no pasó. Yo ya no siento nada por ella pero no pude terminarle ya que perdimos el contacto- Me dijo con los ojos brillosos. Quería llorar, pero lo conocía y no iba a hacerlo. Siempre quiso mostrarse fuerte, sobre todo frente a mi y su familia.

-No pasa nada. En mi opinión no hacía falta terminar la relación, creo que la distancia y el tiempo que ha pasado ya lo decidió solo-

-Es que yo no sé si ella aún me ama y me está esperando-

-¿Y cómo se llama esa chica?- Le pregunté.

No tenía que haberlo hecho...No... definitivamente no

-Su nombre es Akira...Akira Jones-

Carta Blanca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora