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Efectivamente... Había pasado una semana y Khalan no me había hablado aún. Las vacaciones habían llegado y el estaba en épocas de clase junto con sus amigos y amigas.

En el liceo todas las noticias fluyen como el agua, entonces los estudiantes no demoraron mucho en enterarse de la discusión de Khalan y yo.

Cómo era de imaginar, Charlotte se enteró y terminó contenta. Pensando que iba a tener más chances con Khalan, lo cual era muy improbable.

Por suerte no tendría que verles más la cara, al menos hasta el próximo año.

Me sentía mal...al fin y al cabo los celos no son nada más que muestras de desconfianza e inseguridad. Revisé de nuevo los mensajes que me había mandado Khalan aquella vez cuando sucedió el problema.

Recordé que decían que tenía algo de que hablar conmigo.

No me había fijado mucho en eso. Pero me entraron las dudas. Khalan nunca fue así, por lo que pensé que era algo serio.

Quién sabe, tal vez ya no quería seguir viéndome por algún motivo como tal vez quería que fuera su novia.
O tal vez era algo de lo que quería hablar con alguien, con una persona que lo escuchase.

Cambiando de plano, aunque no lo diga mucho, la verdad es que pienso demasiado en Akira. ¿Qué habrá pasado con ella? ¿Debía yo encarar a mamá? Me lo pensé, y tenía sentido. Viendo las reacciones de mamá iba a descubrir que era lo que ella sentía, a menos que disimulara muy bien.

-¡Hola mamá!- La saludé un rato luego que me desperté y había bajado al living donde ella estaba sentada en el sofá leyendo un libro.

-Hola Mika, que tarde te has levantado, ya son las nueve- Me dijo quitando los ojos de las hojas unos segundos

-Puedo levantarme aún más tarde- Le dije y me senté en el sillón que estaba en frente a ella.

Hablamos por un rato. Y fuimos entrando en el tema de los niños, empecé a llevar la conversación por ese lado.

-Yo si algún día llego a tener una hija me haría ilusión llamarla Akira. Ese nombre está lleno de alegría y entusiasmo. Y si no tengo una hija, llamaría de esa forma a mi futura mascota- Le dije con una sonrisa.

Mamá se quedó en silencio, es lo que estaba esperando yo. Ahora, si mamá me rechazaba el nombre puede significar que la historia que Akira cree es verdad y mamá la abandonó conscientemente y porque no la quería. Aunque lo dudo. O que no tuvo nunca una buena relación con ella.
En cambio si lo acepta o se emociona significaría que nunca quiso hacerlo, y que aún le cuesta superar eso. Son solamente posibilidades, no quieren decir mucho.

-¿Mamá, estás bien?- Le pregunté.

Mamá se puso el libro de una forma en la que no podía verla. Lo había hecho de gusto.

-Si. Es un bonito nombre, me gusta mucho-

Yo sonreí.

-Lo sé. Siento frescura cada vez que lo menciono-

-Oh, casi me olvido- Me dijo y se levantó dejando el libro en donde estaba ella sentada y fue a buscar algo. Agarró un sobre que estaba encima de la mesa y me lo dió en las manos. Volvió a sentarse.

-¿Qué es esto?- Le pregunté.

-Es una carta de Khalan- Dijo sonriente.

-Creo que va a expresar todo su amor ahí...yo solo digo...- Me dijo.

Yo me quedé boquiabierta. Le agradecí a mamá y le di un beso en la mejilla. Y corrí a subir las escalas para ir a mi habitación.

La abrí desesperadamente. Estaba feliz. Al fin decidiría hablarme de nuevo.

De: Khalan.
Para: Mikaela, Mi Princesa.

No sé que pensarás cuando tu madre te entregue esta carta. No sé si pensarás que es de amor o que presientes que es acerca de algo malo. Lo que sé es que no me quedaba opción, solamente escribirte esta carta. Si te diría todo lo que voy a escribirte a la cara seguramente me hubieras impedido que yo tomara está desición. Y es que me voy... sé todos los sentimientos que te recorren si te digo eso. Digamos que no fue que me molestara lo que pasó con Austin, él es uno de mis amigos, lo conozco hace tiempo. Yo le hablé de ti, te le presenté y le caíste muy bien. Por eso empezó a hablarte en la parada. Por otra parte, todo fue actuado, yo nunca me enfadé por verte con él, todo estaba planeado. De verdad lo siento, pero fue para que esa situación se convirtiera en una excusa para poder irme de aquí. Obviamente no voy a decirte en donde estoy ahora ni a donde voy a ir...solo te digo que te amo y ojalá en algún momento nos podamos volver a ver, mi princesa.

Todo fue como un balde de agua fría cuando terminé de leer la carta. Tenía que ser una broma. No me quedaba tiempo, tenía que hacer algo. Bajé las escaleras rápidamente.
Mamá aún seguía leyendo.

-¡Mamá! ¿¡Hace cuanto tiempo Khalan te dió esto!?- Le pregunté con vaz alta y casi llorando.

-Hace muy poco. Hace quince minutos antes de que te la diera más o menos. ¿Que pasó?-

Al escuchar esto tomé coraje. Había pasado muy poco tiempo y la esperanza volvió a mi.
Salí a la calle. Llamé a Khalan. No me respondió, ya lo había tomado como una probabilidad con altos números. Llamé a Austin. Éste si me respondió.

-¡Austin!- Le hablé. Tuve que gritar un poco porque había algo de viento.

-Hola Mika. ¿Qué pasa?- El me hablaba normalmente.

-¡Ya me enteré de todo! ¡Me enteré de la forma en la que me han mentido! ¡Debes compensarlo deciéndome donde está Khalan y hacia donde va!-

La llamada se quedó en silencio.

-¡No tengo mucho tiempo Austin! Yo...te necesito. Yo necesito que hagas esto por mí-

-Lo siento Mikaela. Él me mataría si te lo digo-

-Y yo te mataré si no me lo dices. ¡Ya habla, por favor! ¡No era necesario armar toda esta movida!

-Está bien, él está en la terminal de ómnibus. No voy a decirte a donde va porque ni siquiera yo lo sé, si tienes suerte y vas bastante rápido tal vez llegues a tiempo-

Yo colgué. No me dió tiempo ni para agradecerle. Tampoco se lo merecía. Idiota.

Le pedí a mamá que me llevará hasta allí en auto, luego le explicaría todo. No sabía bien a qué hora salía el ómnibus así que estuve muy nerviosa.

No supe por qué...pero sentí que no todo estaba perdido.

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