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Papá me dijo que me fuera a casa, que no debía estar aquí viendo todo esto. Me estaba yendo y en la puerta miré a Karla y le dije:

-No es necesario que hagas esto, de verdad no vale la pena. Mi intención no es que papá te cambie por mi madre o te deje, simplemente que tomes conciencia- Luego miré decepcionada al suelo y cerré la puerta.

Salí de allí un poco mareada, mi intuición era cierta, sentía que podía pasar algo malo.
Corrí hacia casa, estaba oscureciendo. Mis lágrimas empezaron a caer al igual que las gotas de lluvia. Me sentí desdichada completamente. ¿Cómo había llegado hasta este punto?

Nunca imaginé que Karla fuera capaz de dar su vida por el amor de mi padre. ¿Cómo estaría ella ahora mismo?

Me mareé aún más, veía todo extraño y sentía escalofríos y náuseas. Pero no importaba, si Karla llegaba a matarse me sentiría una asesina indirecta.

Aunque cabe destacar que siempre pensé que ella tenía algún trauma mental o algo por el estilo, y con lo que pasó ese día solo comprobó más mi teoría.

Llegué a casa. Pero estaba sola, mamá aún no estaba en casa, estaba recuperandose en el hospital y papá estaba solucionado algunos asuntos con Karla.
¿Qué iba a hacer ahora? Me empecé a desesperar. Y con mis manos temblando de miedo logré marcar el número que ya sabía de memoria e intenté cambiar mi voz entrecortada y llorosa.

-¿Mika?- Contestó Khalan al instante.

-¡Hola bonito! ¿Cómo estás?- Le pregunté.

-Muy bien ahora que me llamas, ¿Y tú cómo estás?-

-Perfecta. Pero, te necesito- Le dije.

-Me encanta oír eso. ¿Qué quieres que haga por ti?

-Estoy sola en casa y...- Iba a seguir pero me cortó antes.

-¿Realmente quieres tener sexo hoy? Me da pereza Mikaela contrata a un stripper por ahí-

Me tenté increíblemente.

-Omg Khalan. No hablaba de sexo, la noche no sirve solamente para eso; es hora de limpiar esa mente pervertida que tienes-

-Oh, lo siento, entonces ¿a qué te refieres?-

-No quiero molestarte pero estoy sola. Papá no puede venir a casa y mamá está hospitalizada. De veras que no quiero joderte pero no me gusta estar aquí sin nadie, siempre tuve miedo de que pasara algo-

-No se diga más, ¿Quieres que vaya?-

-Básicamente si, lo siento, en serio- Me sentí culpable.

-No te preocupes, me encanta verte…Ya estoy saliendo- Yo sonreí.

-Khalan...-

-Dime-

-Te amo-

-Y yo también a ti-

💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗

El llegó en unos diez minutos y abrí la puerta. El le avisó a la madre, y listo.
Yo lo abracé.

-No puedo creer que seas tan bueno conmigo, gracias por haber venido-

-Puede debes creerlo. Aunque siendo sincero vine por la comida, ¿Qué hay?- Dijo riendo.

-¡Yo, Mikaela! Soy el mejor postre-

-Egocéntrica- me dijo y me besó mientras una leve sonrisa se nos escapó a los dos.

Fui a la cocina y traje pizza. Había encargado antes.

-¿Hasta que hora debería de quedarme?- Me preguntó mientras le daba un mordisco a la pizza. ¡Qué cambiando de tema, cuanto me hubiese gustado ser esa pizza!

-Tranquilo Khalan, son las ocho recién, aunque pensé que ibas a quedarte a dormir aquí-

Me dijo que se quedaría entonces.

Estudiamos un poco, y lo ayudé a repasar para su próximo escrito de Físicas.
También escuchamos música y luego de varias cosas más, nos acostamos mientras veíamos la televisión que no pasaba nada interesante.
Me abrazó y me acarició cerca de la cintura, aunque se notaba a cinco cuadras que su intención era tocar mi trasero de nuevo.

Me levanté y fui a guardar los cuadernos en su mochila porque ya habíamos terminado de estudiar y me encuentro una caja de condones. La agarro y me pongo la otra mano en la cintura.

Él me mira y se ruboriza.

-Hay dos opciones...o siempre los llevas a todos lados, o simplemente los trajiste por nosotros. Con cualquiera de ambas me dan ganas de matarte-

Él se rió nervioso y se tocó el cabello.

-Emm...bueno...¡Siempre es mejor estar protegidos! ¿No es así?-

-Los pusiste en la mochila por mi...¿no?- Le pregunté algo obvia. Los volví a dejar en la mochila.

-Bueno, si...nunca se sabe que puede llegar a pasar- Los dos nos reímos.

Aunque yo me reía me sentía un poco insegura. ¿El ya estaba listo para eso?

Ahí fue cuando me di cuenta de que íbamos a tiempos muy distintos. Yo recién estaba aceptando y acostumbrándome a que Khalan me tocara mientras él ya estaba pensando en un nivel más arriba.
Y no fue solamente ahora, siempre había sido así pero nunca pude percatarme.

-Hablando de algo parecido. ¿Nosotros que vendríamos a ser?- Le pregunté. Por fin podría sacarme esa duda de encima.

El volvió a tocarse el cabello. ¿Lo hacía cuando estaba nervioso? ¿Era como yo cuando jugaba con mis manos?

-No somos tan poca cosa como amigos ni somos tanto como una pareja cien por ciento formal-

-¿Y algún día podremos ser una pareja cien por ciento formal?-

-Si todo avanza como hasta ahora, pues claro que sí-

¿Había yo malentendido algo?

-¿Y a que te refieres con "avanzar"?

-Que todo siga su curso. Hey, pareces una pequeña niña tierna, siempre tienes preguntas-

-De nosotros siempre tengo preguntas, nunca nada me queda claro-

-¿Qué?-

-Nada, déjalo asi-

Mi cama era marinera así que saqué la cama de abajo y la acomodé al igual que a la de arriba.

Le pedí que no me mirara mientras me ponía el pijama y creo que no lo hizo. Al menos confié en el y me acosté en la cama de abajo.

-¿No quieres dormir aquí arriba?- Me preguntó.

-No, está bien. Hazlo tu. Estoy bien aquí- apoyé mi cara hacia el lado derecho, el estaba del izquierdo. Me daba vergüenza que me viera dormir como aquella vez que hasta me sacó una foto.

Aún seguía lloviendo, de repente la luz se cortó. El encendió una vela. Ambos odiabamos los cortes de electricidad. Pero al menos a mí no me daba miedo ya que estaba con el.

-Buenas noches my princess-

-Buenas noches my Khalan-

Y yo cerré los ojos hasta quedarme dormida. Con esas maripositas en el estómago que sentía cuando estaba cerca de el.

Pero nunca creí encontrarme con lo que me iba a encontrar al despertar al día siguiente...

Carta Blanca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora