12

16 1 2
                                    

Volví a ir a clases. Khalan me saludó cuando me vio en el pasillo y regresó a su grupo de amigos. Luego Astrid vino hacia mí y me dijo que Charlotte y las demás estaban ya pensando en que había pasado y ya tenían a su favor que ya sabían que alguna las había delatado.

No me alteré, lucí tranquila. Sabía que era probable que el porcentaje de sospechas hacia Astrid aumentara más que el de las demás. Al final Astrid no me era esencial, podía recabar información yo sola, solamente que era más fácil teniéndola a ella de mi lado. Le dije que no se preocupe y que actúe como siempre sin levantar más sospechas. Luego volvió a su grupo. Saqué mi celular para ver la hora; quedaban quince minutos para entrar. Subo las escaleras para ver si el salón al que iba estaba vacío, así me quedaría allí arriba tranquila. Me sorprendí que al subir, el pasillo del segundo piso estaba vacío a no ser por Kate, ella estaba insultando a alguien. Era Karen; una chica muy estudiosa que asistía a segundo grado en el mismo horario que yo lo hacía.

Me acerqué a ellas. Karen ya estaba llorando.

-¿Qué estás haciendo?- Le pregunto a Kate sacándola del lado de Karen.

-¿Qué es lo que tú estás haciendo? ¡Últimamente te metes en todos lados donde no te incumbe!- Me dijo en tono amenazante.

-Por primera vez puedo darte la razón Kate. Ahora yo te pregunto a vos, ¿Te interesa arruinarle el día a una chica que no tiene nada que ver contigo?- Kate se rió y empujó a Karen hacia un lado para quedar frente a frente conmigo sin objeción. Me miró a los ojos fijamente y cerró los puños. ¿De verdad iba a darme pelea?. Khalan apareció y notó la escena y se interpuso entre nosotras dos.

-A ver Mikaela solo voy a decirte una cosa- Suspiró enfadada. Cerró los ojos un segundo y los volvió a abrir.

-No te metas conmigo, te lo advierto, no sabes de lo que soy capaz. Esta vez para tu puta suerte voy a perdonarte, pero no pasará dos veces- También miró a Khalan con repugnancia y bajó las escaleras yéndose.

-¿Estás bien?- Me preguntó él. Yo asentí.
Y le pregunté a la chica que tal estaba ella y si le había hecho daño.

-No, solamente me insultó sin ningún motivo pero no fue nada grave. Pero siento miedo porque me ha amenazado.- dijo a punto de quebrar en llanto aunque logró contenerlo.

-No pasa nada, ahora vamos a ir a hablarlo con la directora para que tome las medidas necesarias. Lo mínimo que puede llegar a hacer es ponerle una observación. Mientras tanto quédate junto a mi en los recreos- Le dije y le pasé la mano por la espalda para animarla. Me agradeció. Khalan observaba.

La directora dijo que no había sido algo tan grave con respecto a lo que Kate había hecho anteriormente, pero que ya la había perdonado varias veces así que la suspendió por una semana acompañada de una molestación. Se lo merecía. Maldita zorra.

Las clases continuaron normalmente.

Al salir Khalan me preguntó si quería salir con él pero me negué. Quería quedarme en casa, descansar y pensar en qué más hacer para que no pase más el inconveniente de hoy con Kate. Ella me había amenazado, aunque sinceramente no me afectaba.  Tendría muchas más oportunidades para salir con él más tarde.

Llegué a casa. Estaba exhausta, el día se había hecho eterno. Me sorprendió ver que mamá no estaba en casa. ¿Qué había pasado?

No me preocupé demasiado, quizá llegaría más tarde porque había ido de compras luego del trabajo. Igual me pareció algo extraño.

Fui a la cocina y abrí el mueble que está en una pared, un poco alto para mi gusto.

Agarré un paquete de papas fritas y luego me serví un vaso de jugo de naranja de la heladera. Fui a mi habitación y prendí el televisor. Estaba en el canal de las noticias, solamente se mostraban asesinatos, violaciones, secuestros y robos. Qué mundo de mierda. De seguro papá estaba trabajando en alguno de esos casos; ¡Cómo añoraba trabajar con el! Puse el volumen a cero, no me importaba en absoluto el informativo.

Me cambié la ropa del liceo y le mandé un mensaje a mamá y sentí el sonido de entrada de mensajes abajo, en el living. Lo había dejado allí. Suspiré. Me acosté e intenté dormir.

De repente veo las imágenes en la televisión de una mujer que estaba herida por un siniestro de tránsito. No le presté mucha importancia...pero me bastó unos segundos ver la realidad.

Espera...¿Ella es mi madre?

Me quedé en shock por varios segundos con el corazón parándose cada cierto rato. Las imágenes pasaban. Mencionaron su nombre. ¡Sí, era ella!

Me levanté tan rápido como nunca antes, intenté localizar cuál era la calle en donde ella estaba. La reconocí, estaba bastante cerca. No lo pensé, agarré mi celular, bajé las escaleras y salí. Yo solamente corrí, aunque la mente parecía que se me quedaba en blanco y no recordaba cómo llegar, solamente podía pensar en ella.

Las lágrimas empezaron a caer de mis ojos y entre la presión y desesperación llamé a Khalan. No me pregunten por qué, sentí que era la única persona que quedaba.

El atendió al instante. Notó que estaba mal porque de seguro sintió todo el viento que había y que no respiraba normalmente porque estaba corriendo y de forma angustia.

-¿Mikaela? ¿Qué sucede?-

-¡Khalan, te necesito!- Solamente atiné a llorar.

-Tranquila Mika...dime dónde estás- Dijo el con tono calmado.

-¡No tengo idea, tampoco me importa! ¡Escúchame con atención, necesito que enciendas el televisor ahora y pongas las noticias!

-Está bien, voy a hacerlo-

Escuché que si lo había hecho, se sentía el sonido de la televisión.

-Un segundo; ¿esa mujer no es tu madre?-

-¡Lo sé! Solamente dime lo que están diciendo.

-Dicen que una mujer está herida pero aparentemente sin graves lesiones. Solamente saben que su nombre es Sarah Smith. Básicamente conducía y chocó de manera frontal contra otro auto. No hay nada más. Ahora quiero que me respondas donde estas, voy a pasar por ti-

Miré hacia todos lados en busca de algo particular en la calle en la cual estaba. Creo que debía hacerle caso a Khalan. Traté de tranquilizarme, mamá estaba bien.

-No lo sé, estoy a unas cuadras del liceo, en la plaza en la cual nos encontramos hace poco, ¿lo recuerdas?-

- Cómo no recordarlo. Además, yo vivo a una cuadra de allí, ya voy a por ti, espérame-

Yo colgué. Me senté en un banco que había cerca y escribí un mensaje a papá.

Mika: Es probable que ya te hayas enterado de lo que pasó. En cuanto sepas algo de mamá avísame.

Guardé el celular y empecé a jugar con mis manos de manera nerviosa pero luego recordé que debía mantener la calma.

A lo lejos veo a un chico caminando a paso apurado, sí, era él.
En cuanto lo ví corrí hacia el y nos fundimos en un abrazo.

Carta Blanca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora