Carta Blanca

11

Finalmente llegamos a casa. Mamá estaba cocinando de sus deliciosas croquetas de arroz que eran la envidia de todos, y era entendible.

Nunca había llevado gente que no conocía de tanto a casa, solamente a Charlotte, pero era una amiga de la infancia así que no cuenta. Cómo nunca lo había hecho, y menos con un chico, no sabía cómo iba a reaccionar mi madre a su llegada. Pero me la jugué.

Para mi sorpresa, al pasar, mamá me guiñó el ojo y yo me sonrojé de una forma desconocida. ¿Qué me pasaba? ¿Cómo sabía que me gustaba un poco ese chico con apenas haber entrado? Intenté rezar interiormente para que mamá no cagara el momento con alguna estupidez.

-¡Wow! Ya llegaste, y ¿quién es este chico tan guapo? ¡Es tu novio! ¡¿A que si?!- Y sonrió. Si yo ya estaba sonrojada...pues ahora parecía un tomate. Khalan se rió un poco.

-Soy Khalan, el posible futuro novio de su hija. Mucho gusto- Dijo en tono de chiste pero yo estaba muerta de vergüenza y quise cortar ahí mismo el hilo de la incómoda conversación.

-Emm...bueno...vamos a subir a mi habitación. Tu Khalan, deja de decir pelotudeces y tu mamá, sos una mujer grande, por favor compórtate, Khalan es un simple amigo- Le dije y agarré a Khalan del brazo para que subiera a la habitación conmigo.

-¿Tendría que sospechar de que van a estar solos en la habitación?- preguntó mamá pícara. Y luego cambió enseguida de tema.

-¡Voy a llevarles algo para que coman en breve!¡Ya era hora que sociabilizaras Mika!- Yo asentí riendo junto con el. Y subimos rápido las escaleras.

Llegamos y cerré la puerta bruscamente como siempre lo hacía. Pero luego recordé que no estaba sola así que la volví a abrir y la dejé medio abierta.

-Tranquila que no voy a violarte- dijo y seguidamente se sentó en mi cama. Yo reí y me senté junto a el.

-Creo que ya lo sabía, pero ahora que lo mencionas hasta tengo un poco de miedo de perder la virginidad sin desearlo con un chico un año mayor que es el amor platónico de mi ex mejor amiga- El se tentó y yo me reí un poco para seguirle el juego.

-No tuvimos que decir ninguna excusa, tu madre está bastante contenta de que hayas hecho amigos así que no valió la pena-

-Lo sé. Nunca pensé que iba a ser tan fácil. Aunque siendo sincera no se qué hacemos aquí. Pero se me ocurre una genial idea-  Le dije dándole un tiempo para que adivinara que sería.

-¿Nos besamos?- Me preguntó ilusionado.

-Emmm, no específicamente. Sino que mi idea era mirar una película en Netflix, tú sabes, lo típico- Busqué una película junto a el. ¡Fue lo más complicado del mundo! El quería películas de acción, drama y terror. En cambio yo quería películas románticas o tristes. Fue un lío, no nos decidíamos por ninguna. Al final opté por mirar una que el quería; Resident Evil 7. Sinceramente había visto varias de Resident Evil y creo que eran las únicas de acción que me gustaban bastante.

Nos sentamos juntos en la cama. Obviamente yo mantuve una distancia con respecto a él. La película ya había empezado y justo mamá trajo algo de comer como había prometido. Nos trajo gaseosas, galletitas de avena y helado. Además ofreció hacer pop, pero ya no queríamos molestarla. Aunque ella misma había hecho todo por su cuenta, nunca le habíamos pedido nada; mamá realmente estaba feliz.

La película a pocos minutos que empezó, me asustó de una forma bastante peculiar que hizo que abrazara a Khalan y éste se riera.
Enseguida me solté y me senté en un sillón al costado de la cama dejando que el se sentara allí. De esta forma cada uno tendría su espacio.

Me había empezado a dar sueño a la mitad de la película, aun quedaba mucha comida.
Me acosté en el sillón, era bastante incómodo.

Khalan aún seguía sentado en la cama.

-¿Quieres acostarte aquí y yo me siento en el sillón?- me preguntó señalándolo.

Quité los ojos de la pantalla del televisor para mirarlo a los ojos y le respondí un "no" bastante seco para cualquiera y volví a mirar la televisión.

La película estaba justo por terminar y me quedé completamente dormida. ¡Qué cagada! Pero cuando desperté ya habían pasado dos horas y Khalan ya se había marchado. Apenas desperté miré al lado mío, a la cama y noté su ausencia. Arriba había un trozo de papel. Me levanté del sillón aún con sueño y lo leí

"Mika, te has quedado dormida, aunque creo que ya lo has notado. Me he tenido que ir y espero que no te haya molestado que me haya llevado unas tres galletas de avena para el camino. Te quiero"

PD: La próxima vez dejaré que elijas una película de las que a vos te gustan para que no te duermas.

PD 2: Abre tu WhatsApp y lee el nuevo mensaje que te envié.

Guardé la carta en un cajoncito de mi escritorio y busqué mi celular sobre él; no estaba. Luego noté que estaba en el mismo sillón en el que había dormido.
Lo agarré y efectivamente, había un nuevo mensaje. Lo abro y veo una foto.

Me quise matar...¡era una foto mía en el sillón durmiendo! Con una mano me tapaba la cara y la otra estaba a mi lado. Además mis cabellos estaban esparcidos por todo el sillón. No había sido un escrache, había quedado bastante bien. Junto a la foto adjuntó un corazón.

¡Mierda; Era demasiada ternura junta para mí!

Ahora me pregunté; ¿Podía confiar en Khalan? El podría también sacar información de Charlotte, quizá hasta más que Astrid.

¿Estaría utilizándolos? No, no lo creo. Ellos deciden si colaboran conmigo o no.

Igual decidí esperar un poco más para contarle todo acerca de Astrid, lo que teníamos planeado hacer y lo que en verdad pasó en la clase el día del supuesto robo. ¡Eso era lo que más me ansiaba contarle! Ya quería decírselo, aunque tenía que dejar que me tomara confianza hasta el punto de creerme todo. No sería lo mismo contárselo ahora que en varios meses.

La clave es actuar de forma precavida y ser paciente...sólo eso...precavida y paciente...

He decidido comenzar a hacer los capítulos más largos; de aproximadamente mil palabras, porque los otros se me quedaban cortos y solamente podría contar lo que había pasado en un momento. Aunque yo prefiero que los capítulos de esta novela fueran muchos pero cortos, lo cierto es que me siento más a gusto escribiendo así.
Además estoy en períodos de parciales, pero igual sigo comprometida con esta historia.

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