SORTILEGIO

CAPITULO 6.

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-Yoel.

Abro los ojos lentamente. Allí, apagado en el horizonte los últimos rayos de sol se sumergen entre las montañas arrojando un resplandor anaranjado sobre las copas de los árboles. La luz que brilla a su alrededor me recuerda al cielo…

-¿Yoel?...¿me has oído?

Me recuesto contra la pared observando el paisaje. -Si, te escucho.

-Los Arcángeles lo saben.

-Lo sé.

-No sé cuánto tiempo tenemos antes de que pase algo...

-Llegas tarde.-La interrumpo.

-¿Cómo?

La dulce voz de Ansher se eleva por encima del viento. Su aura reluce, pero no de brillantez, sino, de algo más oscuro mezclado con la preocupación. -Esta mañana, un Larvatus atacó a Lara en su casa.

-No puede ser…no...han podido…-Hace pausas, balbuceando y me mira sin expresión. –No es posible.

-Lo és..era cuestión de tiempo. -Sacudo los hombros, pero la tensión está profundamente instalada en mis músculos. Lanzo una última mirada a los rayos de sol que desaparecen en el horizonte y apretó mis puños deseando que nada de esto fuera a suceder. Malditos Arcángeles. -¿Sigues teniendo a tus fieles de allí arriba?

-Sí, hay un circulo de Arcángeles…-Me mira fijamente. -Sabes que son de fiar.

Levanto una ceja por la duda que ha dejado latente, pero confío en Ansher, es como una hermana para mí y sé que haría todo lo que fuera posible por el bien de Lara. O por el bien de la piedra mejor dicho, aunque eso es lo que menos me preocupa ahora mismo. -Bien, haz lo que puedas allí arriba. Nos veremos en la próxima luna llena.

Asiente con la cabeza mientras el viento mece su cabellera rubia y desaparece.