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Yuuri, se sentía abrumado por la atención que el albino le brindaba, y a su vez se sentía inseguro de que este le tratara tan amablemente. Saliendo de sus pensamientos, Viktor, un poco enojado va a abrir la puerta para ver recibir a la visita, y Karen, quien llegaba para saber cómo seguía su compañero, se encuentra con la cara enojada del ruso, quien le cierra la puerta sin esperar palabra alguna...

La rusa gritó el nombre del japonés fuertemente, y el nombrado oyendo la voz conocida, se dirige a la puerta para recibir a su visitante... abrazando a su amiga, Karen, notando el mal gesto del mayor, rió con intención, haciendo que el ruso les separa atrapando al nipón entre sus brazos, reaccionando celosamente, lo que ocasionó que la visita fuera muy corta.

Despidiéndose amenamente, Viktor, luego de cerrar la puerta, le besa intensamente, cargándole hasta la nueva habitación, deja la puerta entre abierta colocando al menor sobre la cama amagando su cuerpo al de él, Yuuri, por el cálido momento, confiesa sus sentimientos y el mayor aprovechó la oportunidad para expresar su sentir, ambos se sonríen ante la inesperada situación, y el castaño, muy sonrojado trata de tapar su rostro con sus manos, pero Viktor se lo impide, quería embelesarse ante el tímido rostro que le observaba.

El ruso le besa suavemente, probando sus labios con un toque erótico, usando sus manos le acaricia, estudiando su cuerpo lentamente entre roces ligeros y caricias que viajaban de arriba a abajo, llevando al nipón a estremecerse, Yuuri, sentía el calor en su cuerpo subir, con cada toque que este le regalaba; el mayor quitó lentamente su ropa, haciéndole sentir su tacto sobre su cuerpo desnudo, haciendo que placenteras corrientes recorrieran su piel, alterando un poco al ruso, quien regaba marcas de besos en la pálida piel.

Viktor, desnuda su cuerpo, el castaño cubre sus ojos, se sintió intimidado ante la diferencia muscular entre ambos, el mayor al notarle inseguro, riega besos en su rostro, y apartando sus manos, fija su miradas en la del contrario, dirige su mano a su notable erección, susurrándole palabras subida de tonos que avergonzaron al más bajo.

Atacando su boca con parsimonia, este frota sus partes inferiores, haciendo que el menor se le escaparan pequeños gemidos, excitando su lívido. Rosando sus partes con más intensidad, Yuuri, movía sus caderas de forma inconsciente, en respuesta a las agradables sensaciones que inundaban su cuerpo.

En poco tiempo, sus respiraciones se encontraban agitadas, Viktor, no dejaba de depositar cortos besos sobre su torso, mientras jugueteaba con su lengua en los pezones del menor, quien extasiado y sudoroso por el ritmo sexual en el que se estaban envolviendo, extendía más sus piernas arqueando su espalda, su gloria estaba por llegar, dando una exquisita y erótica imagen, provocando que el mayor acelerara sus movimientos sobre el falo de su compañero, dándole la bienvenida al orgasmo con sus cuerpos temblorosos, mientras el liquido seminal había sido regado sobre el vientre de ambos.

Acalorados y agitados por el fragor del momento, el mayor le toma entre sus brazos, cargándole sobre si, con sus rostros sudorosos y rojos por la acalorada acción, se miraban frente a frente, esto dio pie a que sus miembros rozaran entre sí; llegado a la regadera, Yuuri, movía sus caderas, mientras jadeaba ante el tacto, el mayor embestía sobre su miembro haciéndole delirar por las agradables sensaciones.

DESVARÍO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora