Blow Your Mind ♡ Bill Skarsgård.

Capítulo 2.

El camino hacia la locación fue bastante corto y por suerte la lluvia fue parando. Al llegar al lugar echo un vistazo para estudiar el recinto, constatando personalmente que todo está en orden. Todo parece estar organizado; el set se ve dispuesto y montado, con el fondo blanco desplegado y las luces, los trípodes, las cámaras y las cajas de luz instalados. Luego, comencé a saludar a los que se encontraban allí.

—Buenos días, Jones —me saluda con calidez uno de los ayudantes de Marcel—Estas hecha una diosa total; aun a cara lavada te ves envidiable.

—Gracias Harry, sos un amor — sé que está siendo amable, seguramente debo parecer que escape del set de "the walking dead" o algo por el estilo.

—Hola Emma— dice Marcel, el estilista, a quien devuelvo también el saludo y sigo recorriendo el lugar. Me detuve al ver a el fotógrafo, Joseph McLee; saludo a su ayudante, con este último no tengo demasiada confianza, así que le tiendo la mano en un formal saludo; sin embargo, con Joseph me fundo en un cálido abrazo, ya que hace años que él es uno de los que se encargan de las producciones fotográficas de la revista. Mientras él estaba contándome sus ideas para la sesión, siento que gritan mi nombre, al darme vuelta veo a Alex caminando y sonriendo hacia mí.

—Emma, te extrañe — exclama con alegría al llegar a mi lado y me abraza.

— Alex, también yo —respondí el abrazo con los ojos cerrados. Al abrirlos veo detrás de él y me di cuenta que no estaba solo, un chico de aproximadamente mi edad, de pelo castaño y casi la misma altura de Alex venía caminando hacia nosotros concentrado en su teléfono. Alex se da cuenta que mi mirada se dirige hacia su acompañante, entonces se gira, lo agarra del brazo y lo acerca. El me mira y sonríe, dios, esos ojos, me muero acá.

— Emma él es Bill, mi hermano menor, bueno uno de ellos — dice Alexander entre risas y el chico sonríe, yo lo imito.

— Bill, ella es Emma. Trabaja para la revista, y es amiga de Sophie.

— Un gusto conocerte Emma — dice mirándome con una sonrisa.

—Igualmente Bill — respondí de la misma forma.

********

BILL

Me desperté por el sonido de mi teléfono sonando a lo lejos, agarro una de las almohadas y me tapo la cabeza para seguir durmiendo, pero vuelve a sonar. Resopló y me estiró para alcanzarlo. Miro la pantalla y contesto sin ganas.

—Alexander, ¿qué quieres?

—Gracias Bill, yo bien ¿y tu?—contestó sarcástico.

— Déjame dormir —dije poniendo los ojos en blanco.
— Escucha... — ignoró mi comentario— hoy tengo una sesión de fotos para Vogue, ¿Qué te parece si me acompañas y luego vamos a comer?

Me lo pienso un momento, no es mala idea, hace unos días que no lo veo, nos vendrá bien para ponernos al día.

— Dime a qué hora

—A las diez, en media hora te paso a buscar —colgó sin esperar una respuesta. Volví a dejar el teléfono sobre la mesa de luz y  me puse de pie, tratando de dejar la pereza de lado, para ir al baño.

Al salir del edificio vi a Alex estacionado enfrente. Cruzo la calle corriendo por la lluvia y subo al auto, lo saludo.

— ¿Que tal tu vida en New York?— preguntó una vez que puso en marcha el vehículo.

Me había mudado hace un par de meses, lo hice cuando quedé seleccionado para interpretar al payaso pennywise en IT, iba a ser por ese tiempo nada más, pero luego me surgieron varias propuestas y como la relación con mi ex se había ido a la mierda decidí quedarme.

— Muy bien, me gusta. Es bastante caótico, pero te acostumbras.

Seguimos charlando hasta llegar al lugar. Una vez ahí, bajamos y entramos al set. En eso, suena mi teléfono, un mensaje de Landon, uno de mis mejores amigos, lo conocí trabajando en una serie. En el texto me contaba que estaba en la ciudad y que estaría bueno salir a tomar algo en esos días, estaba a punto de contestar cuando Alex me tira del brazo y al levantar la vista la vi, no pude evitar pensar que era una de las personas más bonita que había visto en mí vida, automáticamente una sonrisa se forma en mí rostro. Mi hermano nos presenta. Emma, lindo nombre.

Alex se fue a cambiar y entonces me dirigí hacia el fondo del set donde había un par de sillas, no quería molestar y desde ahí podía ver bien. Emma estaba hablando con un tipo, supongo el fotógrafo, y me limité a observar (la) con disimulo, no puedo dejar de contemplar lo armonioso que es su cuerpo. Tiene buenas piernas, largas, muy largas. Soy un hombre que sabe admirar la belleza femenina, y esta mujer tiene mucha, tal vez de sobra.
En un momento veo que vuelve su mirada hacia mí y rápidamente llevo la vista hacia mi teléfono, no quiero que piense que soy un pervertido. Escucho unos tacones retumbar en el piso y cuando levanto la cabeza, está parada frente a mí.

— ¿Aburrido? — preguntó, mientras tomaba asiento a mi lado.

— No, es bastante interesante esto — comenté mirándola fijamente.

—A mí por lo general me resulta aburrido... —me sonrió. Su teléfono comenzó a sonar, hizo un gesto como que debía que contestar y se levantó.

—Hola, Trevor...—No podía dejar de mirarla— Si, ajá. Ok, ahora voy.

Se volvió hacia mí.

— ¿Problemas?

—Algo así —respondió—me tengo que ir, un gusto conocerte Bill.

Extendió su mano, sonreí y la agarre.

— El gusto es mío Emma.

Ella sonrió, hizo unos cuantos pasos y  se volteó.

—Saluda a Alex de mi parte. — dicho eso siguió su camino.

Por mis pensamientos pasó un «ojalá la vuelva a ver», mientras veía cómo se iba. Después de unos segundos de quedar tildado mirando la puerta por donde había salido la chica, me acordé del mensaje de Landon y decidí responderle.