Pensamientos húmedos

350 30 1
                                    

Capitulo 18

Era pasada la medianoche cuando ya me dirigía, con mas temor que valentía, al baño del ala oeste. Aunque Punzie me había defino que había defino aquella experiencia como "una de las mejores de su vida".

Durante la cena había oído como la ama de llaves y la cocinera hablaban de la partida de Hiccup Haddock a México. Por lo q escuche de negocios.
Aquella noticia me había dado valor para que me faltaba para cumplir mi objetivo. Sin el dueño aquí, acceder a ese lugar se me hacia mas seguro... Y curiosamente menos excitante.

Me negué a reconocer que una parte de mi deseaba ser descubierta. Y aquella seria la tercera vez que  infringía la norma mas estricta.

Ya al cruzar el pasillo, me asome a una ventana y me convencí de que nada malo iba a suceder me.
Todo el mundo dormía.
Pensé en Punzie si me había retado a infligir la norma mas importante, era porque conocía las consecuencias y que me quería lejos...
Recorrí el ultimo tramo de escalera hasta llegar a una puerta elegante. Aquella entrada tenia un moderno dispositivo de seguridad que había a un lado. Y esta no tenia cámara pero si un teclado al lado, temblé ante la posibilidad de que pudiera tratarse de una alarma y decretara mi presencia.
Me tranquiliza al pensar que eso seria exagerado para una única sala, luego empuje la puerta.
Nada
Ninguna alarma pero la puerta tampoco se abrió. Suspire decepcionada al ver que necesitaba alguna clave y pensé volver a mi cuarto.
Pero no lo hice.
¿Como era posible que Punzie no hubiera mencionado nada de una clave?
Primero probé con su nombre y apellido del dueño, pero no era.
Las posibilidades que tenia eran infinitas, pero una palabra se ordeno en mi mente de forma clara: chimuelo.
Al entrar una melodía empezó a sonar  (multimedia) jardin d'hiver -jardín de invierni-  vi como chorros de agua llenaba un impresionante jacuzzi.

Mientras aquella bañera se llenaba, me senté en una especie de diván de piedra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mientras aquella bañera se llenaba, me senté en una especie de diván de piedra.
Estaba caliente y había toallas en ella.
La temperatura pronto subió de golpe varios grados.
Sabia que estar allí era arriesgado, pero me propuse calmarme y disfrutas esta experiencia que me había recomendado Punzie.
Recordé que mientras estará el cerrojo nadie podía entrar.
Un poco mas confiada, me quite el camisón que traía y me tendí desnuda, muestras mis muslos se relajaban, cerré los ojos.
Una rápida asociación de ideas me imagino otro cuerpo desnudo tumbado sobre un diván. El de Hiccup Haddock. Ya había pasado una semana y aun no lograba quitarme aquella visión de la cabeza. Aveces en mis sueños, regresaba a la escena para contemplarlo de nuevo y admirar su cuerpo perfecto. Recreaba aquella postura, con la espalda ligeramente inclinada, las piernas estiradas y un brazo relajado sobre aquel diván.
En mi visión, podía ver sus largos dedos rozando mi mano, el fino vello que cubría su fuerte antebrazo.
Me turbe al recordarla enredada en mi pelo y luego sobre mi pecho.
Un suspiro escapo de mis labios al recrear el gesto con mi propia mano. Baje la cima y descendí por el valle de mi abdomen hasta el ombligo. Sorprendida note como mi piel se erizaba y se despertaba en mi vientre un agradable hormiguero.
Estaba excitada.
Recordé de nuevo su torso firme y su cintura estrecha, y recordé la cicatriz que cruzaba su abdomen. Fantasee con la idea de acariciarla y descender hasta su bajo vientre.
Un calor me envolvió a recordar su estado de excitación.
Molesta por mis propios pensamientos abrí rápidamente mis ojos y sacudí la cabeza con la intención de desprenderme del deseo y de aquella imagen. Aunque me fue difícil hacerlo.
Me incorpore y vi que el jacuzzi ya de había llenado.
Exhale un suspiro al sentir el agua caliente sobre mi piel. Cerré los ojos y unos segundos después los abrí contemplando aquel cielo estrellado.
En ese instante el cielo dejo escapar una estrella fugaz que atravesó con toda prisa. Malgaste mi deseo rezando a que no me descubrieran.
Tras un largo suspiro, volví a pensar en el dueño y me pregunte donde se encontraría en este instante.
Olvide mi pregunta y suspire antes de abandonarme de nuevo a la agradable caricia del agua caliente en mi piel. Me sentí relajada y despierta al mismo tiempo, viva y excitada.
Aquella excitación me animo a colar una mano bajo el agua hasta mi zona intima.
De nuevo imagine con la idea de que era Haddock quien me acariciaba.
Esta era la primera vez que hacia algo así y me sorprendió la respuesta instantánea de mi cuerpo y la necesidad de arquear lo, mientras mi dedos se hundían mas en mi zona íntima. Jamas se me había ocurrido satisfacerme de esa manera.
Con la respiración entrecortada, explore con los confines de placer hasta poder correrme.
Fue entonces hasta que me arte de los chorros del agua y buscaba un mecanismo para apagar los.
Atrás mio había un botón rojo, así que lo presione. Al hacerlo los chorros pararon. Sin embargo sucedió algo mas... Una voz masculina inundó la sala como una especie de altavoz.
Con tuve la respiración al escuchar como Hiccup Haddock me preguntaba:


-Elsa ¿Eres tu?

Detrás de tu mascara ★Hiccelsa★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora