La Cita

274 23 27
                                    


Capítulo 27

El viento se afanaba en ocultar el cielo con una densa cortina de nubes negras. A media noche, mientras esperaba al Señor, rece para que el mal tiempo no aguase la función o, peor todavía, se suspendiera el espectáculo.

Consciente de que aquella cita era el acontecimiento más emocionante que viviría en la isla, había ocultado que era el día de mi cumpleaños. Temía que Jack y Eugene organizaran una fiesta sorpresa que pudiera alterar mis planes. No quería que nada ni nadie me impidiera conocer un poco mejor al amo del hotel.

Aun así no había tenido noticias de Hiccup desde la noche que me escabullí en aquel lindo lugar, solo sabía que se encontraba en el hotel y que habíamos quedado "más allá de los muros del hotel". Por eso lo esperaba junto a la verja de hierro de la entrada; era imposible atravesar sus confines sin cruzarla.

Tampoco había visto a Jim, apenas si cruzaba unas palabras conmigo, lo cual se me hacía muy raro, solo se limitó a darme un libro de parte de punzie y se marchó. Con todo lo que había pasado las últimas semanas Anna no me quitaba el ojo de encima. Mi comentario sobre la voz de Hiccup había desatado sus sospechas.

En cualquier caso, no le creí su versión del acantilado y que hubiera visto su rostro... De ser así, ¿Por qué había mentido sobre su voz?

Un viento helado me devolvió al presente, ya era más de media hora que esperaba. Se aproximaba un atormenta, y la lógica imponía que regresara a mi habitación, pero cuando mis pasos se disponían a cumplir esa sencilla orden, la verja se cerró ante mi sin que tuviera tiempo de cruzarla. Intente abrirla pero todo fue en vano. Supuse que algún dispositivo de seguridad la cerraba a esas horas automáticamente.

Una mezcla de rabia y desesperación se apoderó de mí.

No podía llamar a la puerta y esperar a la señora Elinor... o incluso al propio Haddock. A esas alturas, ya no sabía qué esperar de él ni de sus extraños juegos.

Tampoco podía ir al pueblo. Temía que alguien me viera y se lo contara al ama de llaves. Así que solo tenía una opción: pasar la noche con jim y regresar a primera hora, cuando abrieran la verja.

Esta vez llevaba conmigo el celular para alumbrarme con la linterna, debía alejarme varios metros para poder encenderla sin llamar la atención.

Camine durante más de media hora, las ráfagas de aireeran cada vez más fuertes cuando comenzó a lloviznar. Obstinada, subí lo más alto de una colina donde confluían un par de caminos, cada uno en dirección opuesta.

El agua no tardó en calarme hasta los huesos, tenía los pies helados y me castañeaban los dientes, después de un rato reconocí el sendero que conducía a la casa del acantilado y me dirigí emocionada a ella.

De pronto un ruido de cascos lejanos hizo que me diera vuelta, se veía la silueta de un hombre a lomos de un caballo, sentí una sacudida de pánico al ver que se acercaba, pero a pocos trotes de darme alcance reconocí al magnífico corcel y la persona montada.

Era Hiccup

Una capucha le tapaba la cabeza y parte del rostro pero aun así pude distinguir su máscara.

-¡Sube!

Me indigno que me lo ordenara como si no tuviera más opción que hacerle caso. No quería quedarme ahí así que le hice caso, antes de que pudiera abrir la boca, me vi impulsada contra su robusto torso mientras me rodeaba con un brazo, acepte que me cubriera con su propia capa, mientras nos dirigimos al refugio más cercano: la casa de Jim.

Proteste cuando la pasamos de largo, logre ver una luz encendida en el último piso, levante la mano para ver si lograba llamar su atención pero fue en vano.

Hiccup guió al caballo fuera del camino y nos adentramos por un sendero muy estrecho, me sorprendió su habilidad para conducir con firmeza en la oscuridad, aterrada me abrace de Hiccup cuando el caballo se tropezó con unas rocas, pero a pocos metros de ahí logré ver una cabaña. El jinete desmontó frente a la puerta, me sorprendí cuando me llevó en sus brazos hacia el interior de aquella cabaña.

Temblaba sin control cuando me dejó en el suelo, al hacerlo un segundos después iluminó una chimenea, al estar ya encendida me acerque al juego, estaba toda mojada y tenía mis mejillas y manos entumecidas por el frío, además del peinado descompuesto. Me dedique unos segundos para observar bien esa cabaña, no había mucho en ella así que imagine que esta estuviera abandonada.

-Es un refugio de pescadores –me explico Hiccup mientras se perdía en la oscuridad, unos segundos después se acercó con un par de sabanas.

-Será mejor que te quites el vestido si no quieresenfermarte. 

-No pienso hacerlo...

-Solo trato de ayudarte –

-Si eso fue... fuese cierto, me habrías llevado al hotel o habríamos pasado a la cabaña de Jim –le mencione un poco enojada.

-Era peligroso regresar al hotel con esta tormenta, en cuanto al cochero ya te dije que no me fio de él.

-Ni yo de ti –murmuré-. Te he esperado más de una hora como habíamos quedado. –le grite enojada.

-¿Con esta tormenta ¿ Elsa... Las estrellas no se ven –respondió el con suavidad-. Así que, ¿me esperabas igualmente? No creí que fueses tan...

-¿Estúpida?

-Diligente. Teníamos una cita y has acudido a un así con este clima. El estúpido soy yo, y te pido disculpas.-No te creo Haddock.

-Lo digo en serio Elsa.

Deja de jugar conmigo y de creer que soy una estúpida.

-Pues deja de comportarte como si lo fueras y quítate esa ropa mojada.

-Tu sabias que hoy cumplo, ¿verdad? Por eso propusiste este día... la lluvia de las estrellas solo era una excusa – temblé antes de continuar- tu plan me parece asqueroso pero hay algo que debes de saber: no soy virgen, siento decepcionarte, pero asi es.

-No entiendo de qué modo podría decepcionarme, y no veo lo asqueroso en ello, además te juro que no tengo por costumbre felicitar a mis empleadas de ese modo.

-No te creo Hiccup, tú eres igual a tu padre, el abusaba de las chicas –dije con rabia

-Voy a salir para que puedas poner tu ropa a secar y cubrirte con la manta –note que aquella voz sonó triste

Tenía miedo, no dejaba de pensar en aquella forma en la que me rescato, haciendo que subiera a su caballo, no sabía lo que pasaba solo pensaba que hace unos minutos estaba en peligro por la tormenta, ahora que lo pienso debo de agradecerle así que confiaré en él.

El vestido estaba tan mojado que me costó despegarlode mi cuerpo. Me desprendí de todas mis prendas húmedas y las coloque cerca delfuego, al colocarme la sabana sentí un escalofrío por el contacto, mientras me calentaba note algunos objetos que había sobre la chimenea.

-¿Mejor así?

La pregunta de Hiccup me produjo un sobresalto, lo cual asentí algo más confiada. Tras varios minutos de silencio su voz volvió a llamar mi atención.

-Para demostrarte que no soy como mi padre, te ofrezco todo el sueldo que lo ibas a ganar aquí.

-¿A cambio de qué? – pregunte curiosa.

-De que te vayas con el primer barco de la mañana y te olvides de todo lo que has vivido aquí. 









Hola a todos ya ha pasado demasiado tiempo desde que no actualizo esta historia y las demás, pero no se preocupen ya regrese y subire lo mas pronto posible los demas capitulos, espero que les haya gustado. 


Detrás de tu mascara ★Hiccelsa★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora