Capitulo 12
-Pues yo a usted no -respondí, un poco molesta pero mas tranquila-. Ni siquiera se donde está. ¿Me observa a través de una cámara o que?
La voz no respondió.
-¿Donde esta? -insistí más.
-Debería hacerse esa misma pregunta. ¿Donde cree que ha llegado usted Elsa?
Cuando lo dijo mi propio nombre sonó extraño cuando el lo dijo.
-Pensé que había obtenido un empleo serio en Silence Hill.
-No creo que usted sea muy consiente de lo que significa.Supuse en ese mismo momento que se refería a las estúpidas normas del hotel y además mi incapacidad para cumplirlas.
-Es posible - me reconocí-. Pero no soy la única que se salta las reglas.
-¿Que quiere decir con eso?
-Tiene un gato, señor Haddock - al decirlo mi voz sonó menos firme de lo que hubiese deseado, pero aun así continúe-: Y ese es un privilegio que no le corresponde. Todo el mundo sabe que el seigneur es el único que puede tenerlos.
-Interesante, señorita Elsa. Usted es muy valiente. Continúe.
-También escucha música....
Después de un eterno silencio contestó.
-Gata -respondió finalmente-. El señor Beaumont es el único que puede tener una. Pero chimuelo es un gato. Un macho.
Asentí sorprendida.
-No conocía esa matiz...
-Pero si sabia que esta prohibido entrar al ala oeste...
-Solo quería recuperar lo que es mío.
-¿Desde cuando una doncella tiene alguna propiedad en mi zona privada? -había una diversión en su voz.
-Su gato robo mi cofia y era mi obligación recuperar la.
Hiccup enmudeció de nuevo.
Aunque su tono había sido amable y había escuchado mis argumentos, era consiente de que no había fijado ninguna "sanción".
Me perdí un instante en el cielo oscuro que asomaba tras la ventana.-La música no esta prohibía en Silence Hill. Puede escucharla siempre y cuando no traspase las paredes de tu habitación -no me paso por alto que había empezado a tutearme y que sus palabras acariciaban peligrosamente mis oídos-. En cuanto a la infracción, por esta vez la pasare por alto... Jamas debiste adentrarte a esta zona, pero hiciste bien en recuperar lo que es tuyo. Pero, aun así, hay algo que debes enmendar... No esta bien mirar a la gente mientras duerme.
El recuerdo de su cuerpo desnudo, reposando en el diván, hizo que mis mejillas se encendieran.
-Yo no pretendía... -dije tratando de dominar el temblor de mi voz-. Acepte mis disculpas y deje que me vaya.
-Puedes irte cuando quieras. No obstante, te agradecería la gentileza de no hacerlo hasta que hayamos acabado esta conversación. No hay motivo para estar asustada.
-No lo estoy -mentí-. Es que... me incomoda hablar con alguien que no da la cara.
-Mi cara te incomodaría mucha mas, créeme.
-Nunca se sabe...
-Hay cosas que es mejor no saber nunca.
Su voz ya no sonaba lejano ni amplificada.
-En cualquier caso, resulta extraño mantener una conversación con alguien que se esconde.
Estaba decidida levantarme, cuando note una mano en mi hombro. Logre sofocar un grito, pero no pude apaciguar el ritmo de mi corazón desbocado cuando me susurro al oído.
-¿Quien dice que me escondo?
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Detrás de tu mascara ★Hiccelsa★
Fiksi PenggemarUn solo castigo por parte del dueño de donde trabajas puede cambiar tu vida por completo.