Dark Paradise | Shawn Mendes©

CAPÍTULO XII

Shawn tenía las manos en su muslo, apenas habían llegado a Canadá después de la semana en Italia; Inna no prestaba atención solo miraba a la ventana, llegarían al departamento ya que el abogado de su madre el señor Joseph Green los sitio para leer el testamento.

—Si preguntan el señor Green, donde estuvimos le dices que fuimos a Italia para que te relajaras sobre la muerte de tu madre—dijo Shawn sin dejar de acariciarla, la miro unos momentos y ella asintió sin muchas ganas—¿estás enojada por lo que paso cuando te dije sobre lo de tu mamá?

—No, sino me siento un asco—respondio sin mirarlo—¿podre volver ala escuela?

—No te quedarás conmigo, puede que contrate una maestra particular—soltando su muslo para poder dar la vuelta de un solo movimiento—no debes sentirte así bebita.

—tú no dices como debería sentirme—por primera vez desde que salieron del aeropuerto lo miro a los ojos, los tenia brillosos—no entiendo como haces que dentro de mí siempre pierda la razón.

Aparcó el Mustang  blanco donde siempre, Inna salio del asiento sin esperarlo, mientras él la miraba irse hacia el elevador, apagó todo y salio dando un portazo, acomodo su camisa blanca. Inna se recargó en la pared para esperar que el elevador se desocupe, trataba de asimilar como puedo tener sexo cuándo su madre estaba muerta, “Oh madre te enfureceras” pensó la morena clara, sintió los brazos cálidos en su cintura.

—No eres un asco, y no te pongas así Inna—comentó aferrándose a su cintura—puedo controlar lo que sientes si solo me dejarás.

Las puertas se abrieron, entraron.

—¿por qué?—preguntó Inna tratando se salir de su toque—¿qué tengo yo, que no tuvo mi mamá?

—todo, tú tienes todo lo que tu madre no tenía—respondio mirandola con una ceja arqueda y sonrió.

Llegaron a la recepción, encontradose con el licenciado Green quien hablaba alegremente con Joselyn Black, el ruido del elevador los hizo voltear. El señor Green tenia aproximadamente treinta y siete años, pelo marrón corto, Becca era su amiga cuándo asistían en la preparatoria así que la conoce de toda la vida, sus ojos verdes se alegraron por ver a la pequeña quien tenia un gran cambio.

—Buenas tardes Señor Mendes, Señorita Norman—la voz áspera de Joseph se escuchó fuerte y claro.

—Podemos pasar a mi departamento—comentó Shawn, poniendo una mano en su hombro—ahi podemos hablar mejor.

—lo siento, llegue tarde—habló Katalina Palmer entrando en escena con un traje de sastre. Miro a los presentes, quitó sus gafas oscuras de “Ray-Ban”.

—¡Tía!—gritó Inna con euforia, corrió para ir abrazarla—oh tía te extrañe.

Katalina correspondió el abrazo, besó su frente de manera maternal. Inna no se parecía nada a sus padres pero eso no quitaba de que era su sobrina favorita, sonrió alejándola para verla mejor, sus enormes ojos marrones cubiertos de un brillo diferente a la inocencia.

—te extrañe en Dubai—comentó Katalina, abrazandola por los hombros y caminaron con una sonrisa hasta llegar a los hombres, quién uno de ellos miraba fulminante al otro—hola Shawn, hola licenciado Green.

—Hola katalina—contestaron al unisolo.

—¿qué haces aquí?—preguntó Shawn mirando de reojo a Inna quien lo miraba confundida.

—Vine por lo de mi podre hermana, y también para saber con quien se quedaría mi sobrina.

[…]