CAPÍTULO XV

8.7K 297 69
                                    

A la mañana siguiente los primeros en levantarse fueron Inna y Shawn quienes se fueron a desayunar a un restaurante cerca de ahí, Rubí al levantarse busco en la habitación una prueba de que Shawn usaba a Inna como un objeto sexual pero como le había dicho a Katalina no encontró nada que lo vinculara en otro término aparte de que era su padrastro.

Al llegar del restaurante la encontraron sentada en el sillón viendo televisión, era un programa de cocina para despertar más su hambre que irónico pero era rubia no se podía hacer mucho por ella*, Shawn tomó a Inna llevándola directamente a la habitación y cerró la puerta, luego se metieron al baño para también encerrarse.

—¿Qué haces?—preguntó la morena clara, tratando de entender el porque de su raro comportamiento.

—Se porque esta aquí, Inna me quieren separar de tí—dijo con una mirada triste, internamente la morena se sentía mal ya que no quería ser separada de él, de esa persona que comenzaba a sentir especial.

—No, No Daddy—lo abrazo como si fuera la última vez que lo hiciera, se estaba volviendo más vulnerable que de costumbre—No podemos permitir eso, yo quiero estar contigo—le dijo muy segura de su comentario, Inna se separó de él para poder apreciar sus ojos.

—Lo sé, ahora busca tus cosas que te llevare con mi familia por unos días mientras veo que hago con Rubí—la tomó de sus mejillas, aunque le doliera admitirlo no le agradaba la idea de no tenerla.

—Pero quiero…, quiero que me hagas tuya como antes de que ella llegará—lo miro suplicante, sus ojos marrones le penetraban el alma. Jamás en su vida sintió la necesidad de hacerle caso a alguien, ni a sus padres.

—No puedo, creeme que me encantaría pero no con ella aquí. Quiere que tengamos sexo para que así tenga puebras y te puedas ir de mi lado.

Inna lo besó como siempre, se adentro en él como nunca antes lo había hecho pero hacia mal en quererlo tanto, en pocas palabras era una estúpida. Shawn la acarició de la misma forma de siempre con ese deseo que jamás sera saciado por ninguno de los dos, subió su blusa para poder tocar su vientre, extrañaba poder hacerlo pero debía aguantar su deseo sexual como lo hizo cuándo la vio por primera vez aunque otras se lo calmaban.

La morena dejo de besarle para hacerlo en su cuello, él caoba respiraba algo agitado pero tenía que pararla porque el resultado final no sería como esperaba no al tener a Rubí ahí entre ellos dos, se separo de ella dejándola confundida y con un gran vacío pero con una mirada neutral por parte de él se calmo porque pronto podría tenerlo de nuevo, solo tenían que deshacerse de aquella barbie. Shawn le dio un casto beso para luego salir del baño, salio de la habitación para encontrarse con Rubí quien misteriosamente apareció en el pasillo continúo.

—Betuel nunca te dijo que es de mala educación espiar conversaciones ajenas—comentó Shawn, caminando hacía ella con tanta calma que a Rubí le entro temor.

—El nombre de mi madre no debe salir de tu boca, ni de la mía—contestó Rubí con gran pesar en su tono de voz, se sentía una mierda—tan sólo si nunca hubieras llegado, ella aún estuviera viva.

—Pero te recuerdo que yo no soy el malo aquí, Rubí—contradicio Shawn con una sonrisa—al menos yo no mate a uno de mis padres por celos.

Se arrepentía, jamás en su vida imagino pegarle a él a su dios perverso, dentro del caoba creía ese sentimiento de venganza, sabia que Rubí se arrepentiría de haberle abofeteado como lo hizo.

—Vete de mi vista si aún quieres vivir Rubí—contestó amenazador, la rubia le hizo caso y salio de ahí para poder llorar en su habitación.—Hija de puta—se quejó él caoba sobandose su mejilla, tenia la mano pesada pero pronto aprendería.

Dark Paradise | Shawn Mendes©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora