Mi regreso ~sasusaku~

Capitulo 5 "De mision todos juntos Parte II"

Capítulo 5. "DE MISION TODOS JUNTOS. PARTE II"

Una emboscada se preparo en el camino y al parecer los únicos que se habían dado cuenta fueron los chicos de Konoha. Todos se pusieron en posición de defensa y esperaron a que los atacantes dieran la cara, y tal y como lo predijeron salieron decenas de shinobis con bandas que no conocían y así comenzó la batalla para defender a los hijos del feudal.

- Ya te encontré –murmuro la pelirrosa en medio de la batalla, dejo a varios enemigos muertos. Y llamo a su amiga– Ino, ven aquí, colócate pegada al carruaje, te necesito ilesa y con suficiente chakra –la rubia asintió y vio como la ojijade formo unos sellos– Barrera de los cinco puntos –una luz salió de su mano y se formo una barrera de chakra alrededor de los carruajes, quedando protegidos de cualquier ataque; terminada la labor de quitarse otros shinobis de encima, se retiro del lugar.

- Sakura –grito el poseedor del Sharingan – ¿A dónde demonios vas? –iba a alcanzarla pero Shino lo detuvo.

- Ella tiene otra tarea que hacer, déjala ir, estará bien –aseguro el shinobi.

- Hmp –siguió peleando en el lugar.

La batalla se notaba difícil, pero por más que peleaban salían más y más enemigos del bosque. Los soldados no daban mucha batalla a excepción de la capitana, quien se podía ver muy bien entrenada en el arte de la guerra.

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DENTRO DEL BOSQUE

Se veía a una pelirrosa saltando entre los árboles, parecía estar buscando algo, cuando paró en seco, al frente logro divisar a su objetivo.

- Pensé que yo sería la que tendría que buscarlos –cerró su puño con fuerza haciendo crujir los huesos.

- Mira nada más a quien tenemos aquí –era un tipo gordo y chaparro con aspecto repugnante– nada más y nada menos que a la hija prodiga de la aldea de la estrella.

- Maldito… –la pelirrosa contuvo su ira.

- Veo que has cambiado, ya no eres tan impulsiva como antes, ahora hasta sabes controlar tu poder –se burlaba de la kunoichi.

- Cállate y dime ¿qué buscan? –su paciencia estaba llegando a los limites.

- Para que quieres saberlo, de todos modos no creo que tú y tus amigos sean capaces de detener los planes de mi señor –dijo de lo más confiado.

- Entonces el está aquí, dime ¿dónde está?, que dé la cara el maldito cobarde –la ira de la chica fue incontenible y sin pensarlo dos veces se lanzo al ataque con chakra rodeando su mano. Pero otro shinobi salió de la nada y detuvo a la kunoichi– Mmm, claro debí saberlo, tu técnica ilusoria requiere concentración y mucho chakra así que te enviaron con guardaespaldas.

- Mi trabajo es acabar con los estorbos, ahora menos charla y más acción niña ¿o es qué acaso solo eres una brabucona? –el shinobi saco un arma muy bien conocida por la pelirrosa y se lanzo contra ella, era la espada que perteneció a Zabuza y ahora portaba su albino amigo.

- ¿De dónde sacaste esa espada? –pregunto deteniendo el ataque con un kunai, pero le estaba costando mucho trabajo.

- Hace unos días se la quite a un tipo de dientes afilados, sabes lo deje medio muerto, pero tú no tendrás esa misma suerte –dieron un salto atrás cada uno.

- Suigetsu –murmuro el nombre de su amigo, recordando que el salió de misión unos días antes que ella, luego mostro una sonrisa diabólica– No creo que mi amigo este muerto, es un hueso difícil de roer; sabes, no eres el único con una espada.