Capítulo 1

902 23 10
                                    

"Volviendo de una larga ausencia"

Ya llevaba la mitad de la noche caminando bajo el manto estrellado, y es que le pareció mejor recorrer el desierto cuando el astro solar no estuviera presente, prefería el frío al insoportable calor. Pronto sus ojos lograron divisar el comienzo del bosque que nacía a la orilla del desierto que iba dejando atrás poco a poco. Apresuro su paso y cuando por fin hubo llegado al bosque aspiro hondo, por Kami, jamás se imagino extrañar ese olor a humedad que desprende ese lugar.

-Hace tanto tiempo que no veía pasto – decía por lo bajito, de todos modos nadie le oiría.

Siguió caminando el resto de la noche y también el dia que comenzaba, hasta que se dio cuenta que empezaba a anochecer, camino otro rato más hasta que decidió descansar, al fin ya había hecho la mitad del recorrido y dejo hace un buen rato atrás, la parte más pesada. Se recostó en el verde prado, ni siquiera pensó en sacar una manta, se conformo con la capa que le cubría desde su cabeza hasta sus tobillos, además no la necesitaba, ya que se acostumbro a las frías noches desérticas. Su cabeza vagaba entre los que le esperaban en su aldea natal, se preguntaba cuanto habrían cambiado. De verdad ansiaba llegar, pero el recorrer el camino de un solo golpe y agotar toda su energía no era una opción, siempre puede haber alguien esperando para atacar, y eso lo había aprendido de la peor forma. Después de un rato de divagar mentalmente se quedo dormida.

Despertó con los primeros rayos solares que se filtraban a través de las copas de los arboles, se levanto, sacudió un poco su ropa y emprendió su andar. Si sus cálculos estaban correctos llegaría a Konoha ya entrada la noche, se había ahorrado un día de camino.

- Nota mental –se dijo- la próxima vez, lo hare en día y medio, si eso hare – una sonrisa casi imperceptible asomo de sus labios.

Como lo había predicho, pasaban las 10 de la noche cuando logro ver las puertas de Konoha. Su llegada paso desapercibida ya que no había guardia alguna. Esto le quito un peso de encima y es que había pensado en ir a ver a la Hokage hasta la mañana siguiente; después de todo tenía derecho a dormir en su cama plácidamente, y no estar dando informes a mitad de la noche a una Tsunade ebria festejando su regreso. No, no es que no quisiera verla, no, claro que quería verla, después de todo era como su madre.

- Es mejor ir mañana, prefiero dedicarle la mañana entera para "dar mi informe" – rió por lo bajito – Na, a quien engaño, lo único que haremos será chismear sobre todo lo que hice en mi misión.

Con todo esto en mente, pronto llego a las puertas de su hogar. Tuvo un extraño sentimiento, pero lo atribuyo a que extrañaba su hogar pero también consideraba que había dejado algo importante en Suna. Lo primero que hizo fue arrojar su mochila en una esquina olvidada de su cuarto, tomo una toalla y su pijama del armario, y se fue a dar una reconfortante ducho caliente y poder sacarse la arena que traía metida hasta en lugares insospechados de su bien formado cuerpo. Al salir del baño, después de remojarse hasta quedar como pasita (N/A: para los que no sepan, es cuando te quedas en el agua hasta que estas arrugadito como viejito XD); sacudió un poco su cama para quitar el polvo acumulado y se metió entre las sabanas. Después de unos minutos cayó en los brazos de Morfeo.

/-\-/-\-/-\-/-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-/-\-

Se levanto sin pereza, se dio una rápida ducha y se vistió con un pantalón tipo cargo color café y su típico chaleco rojo con el aro blanco a su espalda. Camino despacio, era temprano, no se encontraría a nadie en su recorrido a la Torre de la Hokage, así lo quería, su llegada sería una sorpresa. Llego a la entrada, subió las escaleras, camino el largo pasillo que daba a la oficina de su maestra, tomo aire y toco con sus nudillos la puerta esperando una respuesta.

Mi regreso ~sasusaku~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora