11. Problemas

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Camile.

Desperté al escuchar a alguien entrar, era un señor bastante adulto, alto delgado y con lentes, que sostenía una libreta y un lapicero en sus manos.

Luego entraron los chicos que conocí ayer.

— Hola, disculpa si te despertamos – se disculpó Tim.

Quería que me respondieran todas mis preguntas. Estaba muy confundida y por ahora ellos eran los únicos en quien confiaba.

O por lo menos en Alex y Jake. Ellos eran en quienes más ponía mi confianza.

— No hay problema – dije restándole importancia – Oigan quisiera pregun-

— Sabemos que tienes muchas dudas, pero para poder respondértelas necesitamos que tu nos respondas algunas preguntas – me interrumpió Lucas.

— ¿Ok? – acepté extrañada.

— Si no recuerdas algo no te esfuerces, tan solo no respondas – confirmó Nathan

— Esta bien...

– Travis se acerca y se sienta en la camilla, al lado de mis piernas — Ok... ¿Qué es lo más viejo que recuerdas?

— A ese señor – señalé al señor con la libreta y los chicos rieron.

–Travis intentó aguantarse la risa — No, me refiero a lo último que recuerdes del pasado.

— Ah bueno... Un día en específico no, pero lo más último que recuerdo fue que – el señor empezó a anotar – estaba en una casa muy grande con una señora y estábamos comiendo y hablando sobre... – mis recuerdos eran borrosos – sobre... – me empezó a doler la cabeza.

— Déjalo así... ¿Recuerdas dónde estás?

– Pues no... Esa era una de las cosas que les iba a preguntar.

— De acuerdo... Última pregunta, ¿Me recuerdas? – revisé a Travis con la mirada, buscándolo entre mis memorias.

— Siendo sincera, si recuerdo haberte visto, pero no aquí, era como una escuela, pero te veía de lejos.

— Ok, ¿Puedes esperar aquí un momento? – me habló Nathan.

— No tengo otro lugar a donde ir – reí.

Se alejaron un poco al fondo de la habitación, supongo que para que "yo no escuche". Al parecer se les olvida que la habitación es un tanto pequeña, y después soy yo la que tiene mala memoria.

El -creo- doctor arrancó la hoja de su libreta, se la entregó a los chicos y se dispuso a irse sin decir palabra.

— ¡Espere! – exclamó Tim a lo que el doctor se detuvo.

— ¿Qué? En la hoja dice que medicinas debe tomar para que se recupere.

— ¿No debería ayudarnos? ¿Decirnos qué hacer? – cuestionó Jake.

— Chico, en este campamento-

— No pagan lo suficiente para un bien doctor – interrumpió Alex fastidiado, como si se lo supiera de memoria – ya me lo sé, mejor váyase.

Y dicho esto el doctor nos dejó solos en la habitación.

— Bueno, supongo que ya pueden responder mis- – iba a preguntarles, pero me detuvieron de nuevo.

— Toma – Jake me entregó un bolsa – Ahorita Angie dijo que ya podías salir.

— Pero- – intenté hablar.

Campamento AlawalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora